El
mes pasado nos habíamos detenido en la dominante doble (Fa sostenido),
previa a la aparición del tema que representa al protagonista (Tannhäuser)
en esta obertura.
Dicho
tema no es otro que las loas que Tannhäuser le dedica a Venus. Aquí
podemos escuchar la primera estrofa.
La
segunda estrofa repite los primeros cuatro compases; los cuatro
últimos suenan así.
A continuación,
la tercera estrofa consta de ocho compases: los últimos cuatro sólo
se diferencia de los cuatro primeros en la cadencia final.
Seguidamente,
empieza un episodio modulante formado por una variación
del cuarto compás de la segunda estrofa del Himno a Venus,
repetido varias veces y siempre aumentando un grado el tono inicial.
Esto
desemboca en la segunda parte del tema Sirenas1
que ya vimos en el capítulo anterior. También se repite varias veces,
cada vez aumentando
una tercera menor.
Esta
cresta musical empieza a descender hasta llegar a la primera parte
del tema Bacanal1,
en Mi mayor. Sobre el segundo compás de esta primera parte, podemos
escuchar el tema Sirenas1.
Esta
combinación se repite en Sol mayor. Después, suena el tema Bacanal2
en Mi bemol mayor, que termina en una cadencia en Re mayor con séptima
mayor.
Este
acorde tiene que desembocar en una melodía en Sol mayor: se trata
de la línea melódica de Venus, cuando canta a Tannhäuser su “Hechizo
de amor”, con las palabras “Geliebter, komm”.
Un
violín solo toma el relevo, con una
bellísima melodía, que encuentra
respuesta en la primera parte del tema Bacanal1.
Y así se van encadenando ambos temas.
Como
curiosidad, vale la pena destacar la semejanza de algunos de estos
temas con los hermosos motivos conductores de algunos dramas musicales
posteriores. Por ejemplo, esta bella melodía de violín es muy semejante
a la segunda parte del tema de Freia. Esta semejanza se hace más
evidente cuando el tema de Freia aparece en el primer acto de Die
Walküre, ya que lleva un tempo más reposado, para expresar la
mirada enamorada entre Siegmund y Sieglinde. No es extraño, por
tanto, que los temas sean parecidos, ya que los sentimientos (Venus
trata de atraer a Tannhäuser, Siegmund y Sieglinde se miran embelesados)
son similares.
Volviendo
a la obertura, este juego de pregunta-respuesta en los violines
se va repitiendo, aumentando la tonalidad, hasta que por fin el
violín alcanza una nota muy aguda, que va descendiendo cromáticamente.
Junto con este violín se vuelve a escuchar al clarinete, con
la misma melodía que canta Venus.
A continuación,
suena el tema Sirenas2,
pero en Fa sostenido mayor. El primer compás de este tema se va
repitiendo, mientras aumenta de tono hasta alcanzar la tonalidad
de Si mayor con séptima, que lógicamente pide una resolución en
Mi mayor.
Esta
resolución llega en la forma del Himno
a Venus, pero en una tonalidad más marcial (Mi mayor,
como ya hemos mencionado). El Himno a Venus se expone completo con
sus tres estrofas, y la cadencia final ya sigue la misma
línea melódica que cuando lo canta Tannhäuser.
Aunque
su función es de mero acompañamiento y no contribuye al tejido motívico
de la obra, quisiera destacar las figuras agilísimas de la cuerda,
que tan bien representan lo frenético del mundo del Venusberg. Es
especialmente llamativo el acompañamiento
que hacen los chelos y las violas a la tercera estrofa
del Himno a Venus. Por su parte, los intrumentos graves de la orquesta
cantan una melodía
que sigue a la melodía principal de los violines.
La
cadencia final del Himno a Venus necesita de la melodía
secundaria de las maderas y trompas, al igual que
el bajo, complementando la melodía principal de los violines. El
resultado suena así.
En
este momento comienza el primer clímax de la obertura, con el mayor
frenesí orgiástico del Venusberg. Pero eso ya debe quedar para el
próximo mes.
Bibliografía:
- Richard
Wagner, Tannhäuser, Dover, Nueva York, 1984.
-
Richard Wagner, “Overture to Tannhäuser”, en Richard Wagner,
Judaism in Music and Other Essays, Bison Books, Londres,
1995.
-
Das Buch der Motive (El libro de los motivos), volumen 1,
Schott, Mainz, 1920.
-
Richard Wagner, Die Walküre, Dover, Nueva York, 1978.
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