El
mes pasado nos habíamos quedado en el momento en el que el coro
de los peregrinos se iba desvaneciendo en la lejanía. Es entonces
cuando hace su aparición uno de los motivos que nos describe el
Venusberg, el lugar donde Venus tiene a todas sus criaturas
cuyos encantos mágicos seducen a los mortales, el mundo de los sentidos,
de la pasión y de la tentación.
Es
conveniente hacer una pausa en el seguimiento de la partitura, para
exponer aquí todos los temas que representan el Venusberg,
ya que en la obertura aparecerán en distintas formas: desde la mitad
de un solo tema hasta varios temas a la vez.
En
primer lugar, veamos el tema que denominaremos Bacanal1.
Como
se ve tiene dos partes diferenciadas, que aparecen en ocasiones
separadas la una de la otra: la primera (los
dos primeros compases) suele estar interpretada por
las violas; la segunda (los
dos últimos compases) la ejecutan las maderas.
El
siguiente tema representativo del Venusberg –que llamaremos
Bacanal2– se suele escuchar en la cuerda y las maderas.
También
tiene dos partes diferenciadas, que se repiten: la primera,
que suena como un trino, y la segunda,
que consta de un rápido descenso de notas con salto final ascendente
a la nota inicial.
Este
tema acaba con una cadencia que no es más que una variación
de esta segunda parte, pero más lenta.
Nos
quedan sólo dos temas, que representan a las sirenas.Así, el primer
tema lo denominaremos Sirenas1.
También
tiene dos partes bien diferenciadas que podrán aparecer por separado:
la primera
está basada en el acorde de mi mayor, tocado por terceras y seguido
de un salto de octava; la segunda parte es cromática.
El
segundo tema de las sirenas (Sirenas2) es el siguiente:
Una
vez vistos todos los temas que describen el Venusberg, volvamos
ahora a la partitura.
Al
desaparecer en la lejanía el coro de los peregrinos, se escucha
en las violas la primera parte del tema que hemos bautizado como
Bacanal1.
En
el segundo compás se superpone en los violines y las flautas una
ligera variación de la segunda
parte del tema Bacanal1. El resultado suena así.
Un
trino ascendente sirve como episodio modulante de cuatro compases,
para luego pasar al tema Bacanal2,
completo.
Inmediatamente
sigue el tema Sirenas1.
A la vez que esta sencilla figura de las maderas, la cuerda hace
unas escalas
que dan esa sensación de ondas
crecientes de sensualidad.
La
impresión de misterio de la segunda
parte del tema de las sirenas se acrecienta con la
nota
grave y el redoble de timbal.
El
tema Sirenas1
se repite, aunque su segunda parte pasa a otra tonalidad.
A
continuación se escucha un salto
de tercera en el flautín y los violines, con un descenso
final de quinta. Al mismo tiempo, el resto de las maderas hace una
figura
repetida. Esta figura está formada por los dos primeros
acordes que aparece en la segunda parte de Sirenas1.
Esta
frase se ejecuta primero en Mi mayor y luego en Do mayor, terminando
luego sobre un trino tremolante en las notas Fa sostenido y seguidamente
en Re sostenido.
Ahora
suena en las violas, los oboes y los clarinetes el tema Bacanal1,
con la armonía sonando en los violines y en los trinos de flautas
y flautín. Estos cuatro compases se repiten inmediatamente después.
Y con el primer
compás de este mismo tema, repitiéndose en violas
y fagots, se inicia un episodio modulante de cuatro compases. Los
dos últimos compases del episodio modulante combinan este
primer compás del tema Bacanal1 con el último
compás del tema Bacanal2.
En
este momento se escucha el tema
Sirenas2. De nuevo percibimos las ondas de sensualidad
en
la cuerda grave.
El
primer compás de este tema se va repitiendo, subiendo cada vez más,
hasta cambiar a una variación
del final
del tema Bacanal2.
Tras
cinco compases sobre la dominante doble (Fa sostenido), hará su
aparición un nuevo personaje: Tannhäuser. Pero dado que aquí se
interrumpe la serie de motivos del Venusberg, vamos a dar
por terminado este artículo. El mes que viene seguiremos con la
aparición del protagonista, que merece un capítulo aparte.
Bibliografía:
-
Richard Wagner, Tannhäuser, Dover, Nueva York, 1984.
-
Richard Wagner, “Overture to Tannhäuser”, en Richard Wagner,
Judaism in Music and Other Essays, Bison Books, Londres,
1995.
-
Das Buch der Motive (El libro de los motivos), volumen 1,
Schott, Mainz, 1920.
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