El
mes pasado nos habíamos quedado en la segunda exposición del motivo
de Siegfried. A partir de aquí, sigue otro clímax
orquestal, con toda la sección de metal marcando la fanfarria del
motivo de “Siegfried como héroe”.
Como
se puede ver, el ritmo es el mismo que el del motivo
del asesinato: dos semicorcheas, negra, y otras dos
semicorcheas. Sin embargo, la melodía ya sabemos que viene de la
“llamada de Siegfried”,
aunque
más lenta y majestuosa.
De
hecho, este clímax orquestal continúa con una nueva variación del
motivo del asesinato, en un grandioso tutti,
que se repite inmediatamente por segunda vez.
De
nuevo, se expone el tema de “Siegfried como héroe”, pero con un
ritmo ligeramente diferente, y una
cadencia más enérgica.
A continuación
se escucha el motivo
del asesinato, que se repite cada vez con menos intensidad
y brillo. Durante esta segunda repetición, aparece el motivo que,
a falta de una idea mejor, denominaré “pasión de Brünnhilde y Siegfried”,
dado que se escucha en el amanecer del prólogo de El ocaso de
los dioses, cuando los dos enamorados están juntos y hacen gala
del amor que les une. He aquí este motivo, tal y como se escucha
en esta “música fúnebre”.
Y así
es como se escucha por primera vez en el prólogo de la obra.
Wagner
tenía una curiosa afición a este motivo (o al menos al grupeto con
salto ascendente de sexta). No sólo aparece aquí, sino que en una
obra tan temprana como “Rienzi”, es la base de la famosa “plegaria
de Rienzi” (verso “Du stärkest mich”) y por lo tanto también se
escucha en la obertura. Hay veces que no coincide, porque en Rienzi
Wagner lo escribió con el símbolo de grupeto
y la
interpretación de este símbolo puede ser ascendente
o descendente.
¿Por
qué se escucha en ese momento de la “música fúnebre” ese motivo?
Bueno, no debemos olvidar que, por un lado, es la pasión de Brünnhilde
la que ha condenado a Siegfried, al revelarle a Hagen el punto débil
del héroe: la espalda. Por otro, el último recuerdo de Siegfried
en vida ha sido para Brünnhilde, a la que traicionó bajo los efectos
de la pócima del olvido.
Este
motivo que me he permitido bautizar como “pasión de Siegfried y
Brünnhilde” se repite en las maderas, con la melodía alterada y
más disonante. Luego continúa con el tema del poder del anillo (versión
de Hagen) en las trompas y las maderas,
mientras
suena en la cuerda el motivo del asesinato, con su ritmo
inexorable. Esta combinación tiene dos razones para
aparecer:
1)
nos recuerda que el que ha puesto fin a la vida de Siegfried es
Hagen.
2)
sirve como “flash-back” para recordarnos dónde estábamos, ya que
este interludio orquestal se acerca a su final y ya hay que ir ambientando
la acción de la escena.
Cuando
se oye la segunda parte del motivo del poder
del anillo, también hace su aparición el motivo de
la maldición del anillo
La
nota final de la maldición coincide con la última exposición del
motivo de “Siegfried como héroe”, esta vez en modo
menor, trágico, triste, lúgubre. El héroe ha muerto
y el fin se acerca.
Aquí
acaba la música fúnebre en honor de Siegfried, una de las páginas
más conocidas de la Tetralogía. Sin embargo, vale la pena hacer
un repaso desde el punto de vista dramático de lo que esta pieza
nos ha ido reflejando.
En
música se nos ha recordado que estamos cantando la muerte de un
héroe (Siegfried) que nace del tronco de los welsungos, de la unión
de una pareja (Siegmund y Sieglinde) que tenían en común una existencia
solitaria y sin cariño, además de unos valores que eran los contrarios
de quienes les rodeaban, y que se profesaban un amor sincero el
uno por el otro. A continuación, nos habla de la madre (Sieglinde),
el recuerdo anhelante de la madre a la que nunca conoció Siegfried,
junto con el amor de los welsungos (que fue la causa de su nacimiento).
Seguidamente, escuchamos el otro acontecimiento que ha encauzado
la vida del héroe: la espada de su padre, que le sirve para acabar
con el dragón y con Mime, aunque no se nos permite olvidar ni la
identidad del héroe ni su muerte. Se nos destaca el carácter heroico
de Siegfried, junto a su muerte, y por último se nos recuerda el
amor que Brünnhilde y él compartieron. Por último, se nos recuerda
que la causa originaria de estas desgracias es la corrupción y la
envidia generadas por el anillo y su maldición, para por fin acabar
con un último lamento por el héroe de la historia.
Creo
que no se puede hacer una biografía más concisa y genial en música.
Bibliografía:
- Deryck
Cooke, Der Ring des Nibelungen – An introduction, DECCA 443581-2.
-
Richard Wagner, Rienzi, der letzte der Tribunen: Overture,
Eulenburg, Londres.
-
Richard Wagner, Götterdämmerung, Dover, Nueva York, 1982.
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