Número 276 - Zaragoza - Diciembre 2023
LEITMOTIVACIONES 

LA CABALGATA DE LAS WALKYRIAS (I)

Este mes empezamos en esta sección el análisis de una nueva pieza wagneriana, sin duda, una de las más populares, incluso entre quienes no gustan de la música clásica. Se trata de "la cabalgata de las walkyrias", famosa –lamentablemente– por el degradante uso que de esta música se ha hecho en diversos medios (desde la película Apocalypse Now hasta el anuncio de Pato W.C., pasando por el barco pirata de Playmobil). Afortunadamente, escuchada en su contexto adecuado y con un elenco musical de gran nivel, sigue provocando una impresión dramática sensacional.

A continuación, quisiera justificar la elección del vocablo "cabalgata" como traducción del término alemán "Ritt". En primer lugar, esa es la traducción que figura en varios diccionarios de alemán que tengo. En segundo lugar, he buscado las definiciones de "cabalgata" y de la otra posible traducción: "cabalgada"; y he hallado lo siguiente.

Cabalgata: reunión de personas que cabalgan juntas.
Cabalgada: tropa de jinetes que salían a correr al campo.

Estas definiciones del diccionario Vox de la lengua española eran un poco esclarecedoras, pero aún había cierta ambigüedad en la definición de "cabalgada", así que acudí a una enciclopedia. Y he aquí lo que encontré en la explicación del término "cabalgada": "la cabalgada en un principio fue un simple golpe de mano llevado a cabo por la caballería, cuyo objeto era atemorizar al adversario por medio del pillaje, la captura de prisioneros y la destrucción". Puesto que el objetivo de las walkyrias es recoger los héroes muertos en batalla para llevarlos al Walhall, me pareció que su acción no tenía nada que ver con un "golpe de mano para atemorizar al adversario". Además, al principio del tercer acto, las walkyrias se están reuniendo en la roca para cabalgar juntas al Walhall. Por ello, me he decidido a usar el término que expresa "reunión de personas que cabalgan juntas", esto es, "cabalgata".

Una vez aclarado este punto, ya es momento de empezar con la pieza. No obstante, quisiera destacar, antes que nada, el gran poder descriptivo e incluso onomatopéyico de esta pieza, que, como veremos, ilustra perfectamente la imagen que Wagner tenía en mente.

Lo primero que suena en esta pieza es una escala ascendente de la cuerda (chelos y violines segundos) en la octava grave, ligada a un trémolo de las maderas (tercer oboe, corno inglés, segundo y tercer clarinete, y clarinete bajo).

Esto se repite en la octava normal también en la cuerda (violines primeros y violas) y en las maderas (oboes, corno inglés, primer y segundo clarinete). Y luego se repite una vez más en la octava aguda, en la cuerda (violines primeros y segundos) y en las maderas (flautines, flautas, oboes primero y segundo, y clarinete primero).

En cada una de estas escalas ascendentes y trémolos podemos visualizar cada uno de los caballos de las walkyrias, surcando los cielos. Personalmente, suelo imaginarlo como si tuviera una cámara entre las nubes y, de repente, con cada escala ascendente, entrara un caballo por un lateral hacia el centro de la escena.

A continuación, aparece el motivo de la cabalgata en las primeras cuatro trompas, en los fagots y en los chelos.

Empieza en piano y luego va creciendo hasta llegar al forte. Este motivo ilustra perfectamente el ritmo del galope, es el ritmo de un cuerpo saltando sobre la grupa de un caballo, que Wagner describe llegando desde lejos con dicho crescendo. Así pues, ya tenemos juntos el vuelo de los corceles (maderas y cuerda aguda) y su galope (chelos y trompa octava).

Pero Wagner va más allá e ilustra con la cuerda aguda el sonido de los cascos de los caballos golpeando el suelo durante el galope. Escúchense los violines y las violas.

Al ir sincronizado con el motivo de la cabalgata, la imagen de alguien montado a caballo es completa. Es por eso que esta pieza suena tan grotesca cuando la escenifican con gente correteando o paseando por el escenario. Esta música fue pensada  para ilustrar una cabalgata y sólo funciona visualizando un galope de caballos; cualquier otra imagen chirría con la música.

Sobre este galope musical se escucha seguidamente el motivo de las walkyrias, que –tal y como explica Deryck Cooke en su "Introducción al Anillo"– está creado a partir de las tres últimas notas del motivo de Erda. Escuchemos ahora esas tres notas finales del motivo de Erda (en la misma tonalidad que el motivo de las walkyrias), destacadas con la trompa.

El motivo de las walkyrias es un desarrollo melódico del motivo de Erda, con saltos ascendentes y descendentes que cada vez sube más. Este parentesco es lógico porque las walkyrias son hijas de Erda.

En un principio, Wagner pensó en hacer que las walkyrias cantaran también esta melodía con el siguiente texto (inequívocamente wagneriano, con su fuerte aliteración):

"Nach Süden wir ziehen,
Siege zu zeugen, kämpfenden
Heeren zu kiesen das Loos"

"Hacia el sur vamos,
para mostrar la victoria, para escoger
el destino de los combatientes"

Afortunadamente, eso no pasó de ser un boceto y la evolución estética que Wagner sufrió durante la composición del "Anillo" hizo que esta escena ganara en calidad dramática y quedó como hoy la conocemos.

El motivo de las walkyrias se expone primero en Si menor, después en Re mayor, y acaba en Fa sostenido mayor. Esta progresión armónica, de cierto aire misterioso, podría estar inspirada en parte en la Obertura de "Las hébridas" de Mendelssohn. Escúchese la progresión armónica con que empieza dicha obertura.

Más adelante, en la reexposición de dicha obertura, se escucha también un trémolo semejante al que también aparece en la cabalgata.

El propio Wagner manifestó que la obertura de "Las hébridas" de Mendelssohn era una obra maestra, lo cual prueba su conocimiento de esta obra. No obstante, en el caso de que esta hipótesis fuese cierta, no podría hablarse ni lejanamente de plagio, pues las diferencias entre la obra de Mendelssohn y la "cabalgata" son enormes. Como ya he dicho, se trataría de simple inspiración.

El mes que viene continuaremos con la primera exposición de este tema de la cabalgata de las walkyrias y con los prodigios vocales de las hijas de Erda.

 

Bibliografía:

- Deryck Cooke, Der Ring des Nibelungen – An introduction, DECCA 443581-2.
- Richard Wagner Museum / Archiv, Bayreuth.
- Martin Gregor-Dellin, Richard Wagner, Alianza Editorial, Madrid, 1983.
- Richard Wagner, Die Walküre, Dover, Nueva York, 1978.