El carnaval vienés tiene uno de sus puntos de interés en el Wiener Opernball, el Baile de la Ópera de Viena, donde 180 parejas debutantes de baile ocupan el auditorio del teatro para danzar al ritmo de polonesas y valses.
La marca austriaca de lujo Swarovski, especializada en el tallado de cristales, colabora en este evento desde la década de los cincuenta de pasado siglo, diseñando la diadema o corona que lucen las aspirantes, o encargando a famosos artistas su creación.
Para el baile de 2019, Swarovski ha confiado a la diseñadora italiana Donatella Versace la creación de la tiara, quien se ha inspirado en “El oro del Rin”, prólogo de “El Anillo de Nibelungo” de Richard Wagner.
La joya, que cuenta con 380 cristales de la casa austriaca, representa la escena del primer acto en el que un rayo de sol alcanza las aguas de Rin y hace resplandecer al oro mágico, para ambición de Alberich y regocijo de las hijas del Rin que cantan “Rheingold! Rheingold!”.
Es frecuente que los diseñadores elegidos por Swarovski se inspiren en la música para la creación de sus diademas. Así, en edición anteriores del Baile, Karl Lagerfeld se inspiró en el “Bello Danubio azul” de Johann Strauss hijo, mientras que Dolce y Gabanna hizo lo propio con “Las bodas de Fígaro”, de Mozart.
diciembre 2018 |