El
pasado mes de mayo, el cineasta danés Lars von Trier renunció
a su cargo como director escénico del Anillo del Nibelungo
en la nueva producción del Festival de Bayreuth para el año
2006, al sentirse incapaz para acometer tal empresa. Su decisión
tomó por sorpresa a Wolfgang Wagner, director del festival,
ya que se veía obligado a buscar un sustituto que preparara
la nueva producción en menos de dos años, un tiempo
record para una producción de la envergadura de El Anillo
wagneriano.
El octogenario
Wagner anunció sorpresas en el sustituto de Trier, que se
materializaron el pasado 9 de noviembre, cuando anunció la
designación del alemán Tankred Dorst como nuevo director
escénico de la tetralogía.
El alemán
Tankred Dorst es un conocido dramaturgo alemán de 78 años
que ha trabajado como autor de teatro, director de cine o traductor.
Tras estudiar Arte Dramático, Historia del Arte y Filología
Alemana en Munich y Bamberg, estrenó sus primeros textos
dramáticos en los años 60, inspirados en el teatro
de lo absurdo de Ionesco o Becket, y colaborando asiduamente con
su mujer, la escritora Ursula Ehler. En 1987 Dorst escribió
Parzival, inspirada en la leyenda original de Eschenbach, y que
fue llevada a escena por Robert Wilson. Uno de sus cumbres dramáticas
fue el acercamiento al mito medieval de Merlín, con su obra
de 1981 “Merlin oder Das wüste Land”. Precisamente,
según palabras del propio Wolfgang Wagner, fue tras una representación
de Merlín cuando pensó en Dorst como director de El
Anillo.
Wagner
vuelve a apostar con su elección por artistas que, teniendo
una amplia trayectoria en el mundo del drama, carecen de experiencia
en el mundo de la ópera. Al igual que su antecesor Trier,
o que Christoph Schlingensief en el Parsifal de hace unos
meses, Dorst no ha representado anteriormente ninguna ópera.
Su elección también apaga los rumores que volvían
a situar al director de cine norteamericano Steven Spielberg al
frente de la representación de El Anillo de Bayreuth.
Dorst,
que actualmente se está recuperando de una operación
de cadera, no se siente viejo y ya ha mantenido un primer contacto
con Christian Thielemann, director musical de El Anillo de
2006. Nada más conocer su designación, Dorst comentó
a la prensa alemana su sorpresa y nerviosismo por la elección,
aunque se sentía tranquilo ya que no iba a suponer el inicio
de su carrera como director de ópera. Afirma encontrarse
interesado por el cuento de hadas que supone El Anillo, y
en el intento de acercar la historia mitológica de los dioses
a la realidad actual.
Diciembre
2004 |