Richard Wagner era vegetariano y un gran amante de los animales, hasta el punto de que una de sus últimas mascotas, su perro Russ, está enterrado junto a él en Wahnfried.
Es por ello que la presencia de los animales está muy presente en algunas de sus óperas, especialmente en El Anillo, como los perros de Hunding, los cuervos de Wotan, el caballo Grane, los carneros de Fricka o el pájaro del bosque.
Entre toda la fauna que puebla el libreto, Wagner no incluyó ningún conejo, pero el director de escena Dmitri Tcherniakov sí ha incluido varias decenas de estos pequeños mamíferos en la Tetralogía que Christian Thielemann acaba de dirigir en a Staatsoper Unter den Linden berlinesa. En ella, aparecen enjaulados unos conejillos de indias en un laboratorio.
Con lo que nadie contaba es que una asociación denunciara a la Staatsoper Unter den Linden por la utilización de animales en una representación operística, algo que está restringido por la normativa alemana.
Finalmente, un juzgado permitió al teatro seguir utilizando a los conejillos de indias ya que no se ha podido constatar ningún maltrato animal. El teatro argumentó que los conejos están solo 15 minutos en escena, ningún cantante interactúa con ellos y el volumen sobre el escenario es ligeramente inferior al de la propia sala.
noviembre 2022 |