El pasado 7 de octubre fallecía en París el director francés Patrice Chéreau a la edad de 68 años, al no superar un cáncer que le había sido detectado con anterioridad. Chéreau, que a lo largo de su vida demostró su arte en distintas facetas artísticas (actor, director de cine, de teatro y de ópera) alcanzó su momento de mayor celebridad con la película “La reina Margot”, de 1994.
En el mundo wagneriano es fundamentalmente conocido por haber dirigido El Anillo del Centenario en Bayreuth, en 1976, para celebrar los cien años del estreno de la monumental Tetralogía en el teatro de la Colina Verde. Aquella versión, que en lo musical contó con la dirección de Pierre Boulez, arrancó con un sonoro escándalo en su estreno hasta convertirse, en su quinta y última aparición en Bayreuth (1980), en producción de culto y punto de inflexión en la escenografía wagneriana.
Habrían de pasar tres décadas hasta que Chéreau se atreviera a dirigir otro Wagner. En este caso, el Tristán e Isolda que abrió la temporada 2007-08 en la Scala de Milán, con Barenboim en la batuta y Ian Storey, Waltraud Meier y Matti Salminen en los papeles protagonistas.
Junto a las citadas óperas de Wagner, el director de escena alcanzó el éxito con otras producciones, como La italiana en Argel, Los cuentos de Hoffmann, Lulú, Don Giovanni o De la casa de los muertos.
noviembre 2013 |