El pasado mes fallecía en Virgina, Estados Unidos, su lugar de nacimiento, el tenor Stephen Gould, a la edad de 61 años, pocas semanas después de haber anunciado la retirada de los escenarios por enfermedad.

Su despedida ha sido imprevista y muy rápida. Estaba programada su presencia en el pasado Festival de Bayreuth como Siegfried, Tristán y Tannhäuser, pero a principios de julio canceló, siendo sustituido por Andreas Schager, Clay Hilley y Klaus Florian Vogt, respectivamente. A finales de agosto anunció su retirada definitiva de los escenarios para fallecer el 19 de septiembre.

En sus comienzos, Gould centró su carrera en musicales como “El fantasma de la ópera” (3000 representaciones) o las operetas de Gilbert y Sullivan. Buscando un cambio de registro contactó con el barítono y docente neoyorquino John Fiorito. Su nuevo profesor le dijo a Gould que tenía que desaprender todo lo que sabía para empezar de cero. Gould se buscó un trabajo y abandonó durante un par de años los escenarios para estudiar.

Su vuelta en el cambio de siglo se convirtió en toda una revolución en los circuitos de ópera afrontando papeles como Florestan o Paul ("La ciudad muerta"), que antes le resultaban inalcanzables. Tras debutar en Siegfried, recibió la llamada de Bayreuth de mano de Wolfgang Wagner quien, para convencerle de su indecisión, le enumeró todos los fallos de los grandes heldentenores de la historia de Bayreuth.

octubre 2023