| La soprano Martha Mödl dijo una vez que el problema de Siegfried Wagner era haber sido hijo de Richard y padre de Wieland. Entre el genio compositivo de su padre y la revolución escénica de su hijo, parece que la historia ha dejado a Siegfried en un segundo plano, al menos en su faceta de creador.
Ese fue el tema de conversación de un grupo de aficionados wagnerianos que el 7 de agosto de 1972 comían en el restaurante de la estación de tren de Bayreuth, a donde habían acudido para asistir a una nueva edición del Festival de Bayreuth. Encabezados por Peter P. Pachl decidieron crear la Sociedad Internacional Siegfried Wagner, para dar a conocer la obra del único hijo varón de Richard. Se cumplen ahora 50 años de su fundación.
Para conmemorar el aniversario se celebró un concierto el pasado 4 de agosto en Wahnfried. El programa incluía fragmentos de “Die heilige Linde“, “Herzog Wildfang“ y “Sternengebot“, tres de las óperas que compuso Siegfried, junto a su concierto para flauta. Los intérpretes fueron el barítono Roman Trekel, la soprano Nadja Korovina, la flautista Hélène Freyburger y el piano de David Robert Coleman.
Como parte de su labor, la Sociedad Internacional Siegfried Wagner ha llevado a escena casi todas las óperas de Siegfried Wagner, en algunos casos estrenos absolutos, desde que en 1975 comenzaran con “Der Friedensengel”. Varias de ellas han sido llevadas al disco. En 2019 interpretaron “An allem ist Hütchen schuld!” en Bayreuth, pero no el Festspielhaus donde tantas veces Siegfried dirigió, sino en la ópera de los Margraves.
septiembre 2022 |
Número 276 - Zaragoza - Diciembre 2023
