Se suele decir que la ópera era el espectáculo total donde más disciplinas artísticas confluían, sobre todo en el caso de Wagner, hasta la llegada del cine.

En las últimas décadas, las proyecciones audiovisuales han cobrado mayor presencia en las representaciones de ópera, no siempre contando con la aprobación de los aficionados más ortodoxos.

El pasado junio tuvo lugar una de las mayores integraciones entre ópera y cine vistas en un escenario. Y, como no podía ser de otra manera, fue en la meca del cine.

El Hollywood Bowl de Los Ángeles, con capacidad para casi 20.000 espectadores, realizó el pasado mes de julio una representación del tercer acto de La Walkyria en la que como único elemento del decorado había una enorme pantalla croma con su habitual color verde. Este recurso permite proyectar imágenes en movimiento sobre esa pantalla generando la sensación de que los cantantes están dentro de esas imágenes.

El público, en este caso, disfruta del resultado completo no mirando al escenario (donde solo veían el decorado verde) sino en unas pantallas gigantes al lado del escenario.

Detrás de esta iniciativa se encuentran Yuval Sharon, responsable de la actual producción de Lohengrin en el Festival de Bayreuth, y el director Gustavo Dudamel, que dirigió la Filarmónica de Los Ángeles, de la que es director titular.

agosto 2022