El pasado 5 de julio nos dejó la soprano francesa Régine Crespin, a la edad de 80 años, al fallecer de cáncer en un hospital parisino. Crespin ha sido una de las voces más importantes de la lírica de su país de la segunda mitad del siglo XX.
Con una juventud marcada por la Segunda Guerra Mundial, la soprano nacida en Marsella en 1927 comenzó a estudiar canto a los 16 años, debutando a los 23 en Mulhouse y ese mismo año en París en el wagneriano rol de Elsa en Lohengrin.
En 1958 fue llamada para participar en los Festivales de Bayreuth, en la producción de Parsifal ideada por Wieland Wagner para la reinauguración del Nuevo Bayreuth en 1951. Crespin, que al ser audicionada por Wieland no sabía nada de alemán y cantó Wagner en francés, sustituía de esta manera en el papel de Kundry a dos sopranos de la talla de Astrid Varnay y Martha Mödl. Además de este papel, interpretó los roles de Sieglinde en Die Walküre de 1961 y la tercera norna en Götterdämmerung del mismo año. Una de sus grabaciones más populares fue la realizada para El Anillo de Solti, en el que interpretó el papel de Sieglinde.
Además de a la música de Wagner, Crespin se aproximó en numerosas ocasiones a la ópera de sus compatriotas, cantando así óperas de Offenbach, Poulenc, Massenet, Bizet, Berlioz o Fauré. Destacó también en el papel de Floria Tosca en la ópera de Puccini, o en la Mariscala de El Caballero de la rosa de Richard Strauss, papel con el que debutó en 1962 en el Metropolitan de Nueva York.
Al final de su dilatada carrera incorporó papeles de mezzo, retirándose de los escenarios en 1989. Desde entonces, Régine Crespin se dedicó a la docencia en el Conservatorio de París, labor a mantenida hasta su fallecimiento el pasado mes.
Agosto 2007 |