El
13 de julio fallecía en Eslovenia a los 74 años de
edad uno de los grandes mitos de la dirección orquestal del
siglo XX, el alemán de origen austriaco Carlos Kleiber, después
de una larga enfermedad. Sus restos descansan ahora en el cementerio
de la localidad eslovena de Konjsica, país del que era originaria
su madre.
Kleiber nació
en Berlín en 1930, y era hijo del también director
de orquesta Erich Kleiber. La familia emigró a Argentina
huyendo de Alemania nazi, y el joven Carlos se formó personal
y artísticamente en el país americano, donde comenzó
su carrera como director de orquesta y adquiriendo la nacionalidad
argentina.
El
director, siempre perfeccionista, se mantuvo al margen del mundo
artístico durante todo su vida, no coincidiendo apenas entrevistas,
seleccionando mucho los conciertos en los que participaba, y cancelando
otros sin previo aviso. No tuvo muchas orquestas fijas, sino que
prefirió apariciones esporádicas en distintas salas
de concierto.
Carlos
Kleiber dirigió en el Festival de Bayreuth Tristan e Isolda
en las ediciones de 1974, 1975 y 1976, de los que quedan registros
discográficos. También grabó Tristan con la
orquesta La Scala y con la Staastskapelle de Dresde. Además
de Wagner, también destacó en la dirección
de Richard Strauss, especialmente su Rosenkavalier, cuya interpretación
es de referencia.
Agosto
2004
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