El Museo Histórico Alemán de Berlín exhibe desde el pasado 8 de abril y hasta el 11 de septiembre la exposición “Richard Wagner y la nacionalización del sentimiento”.
En ella se repasa la obra de Wagner como un artista íntimamente relacionado con el tiempo en el que le tocó vivir, el siglo XIX. El compositor no se centró solo en su música, sino que formó parte de los movimientos revolucionarios e influyó en la corte de Baviera gracias a su relación con Luis II. A través de lo que hoy en día llamaríamos estrategias de marketing, consiguió llegar a los sentimientos de sus contemporáneos y de las generaciones futuras.
La muestra se agrupa en cuatro sentimientos: alienación (etapa parisina), pertenencia (contribución de Wagner al sentimiento alemán), eros (amores y gusto por los objetos) y repulsión (higiene física y racial) .
El director de escena Barrie Kosky, autor de los últimos Maestros Cantores de Núremberg vistos en Bayreuth, ha realizado una instalación titulada “Schwarzalbenreich”, mientras que un collage sonoro reproducirá las frases antisemitas de Wagner en yiddish.
Para Michael P. Steinberg, comisario de la exposición, el título de la exposición puede entenderse de dos formas distintas. En primer lugar, que Wagner enseñó a su público a “sentir” a través de sus obras musicales. Y en segundo, que también les enseñó a "sentirse alemán" al afirmar que "la única música verdadera es la alemana".
El museo berlinés ha hecho coincidir en el tiempo la exposición wagneriana con otra relacionada de forma indirecta y titulada “Karl Marx y el capitalismo”.
mayo 2022 |