Conmoción
en todo el mundo de la música ante el repentino fallecimiento
de uno de sus directores más reconocidos, el italiano Giuseppe
Sinopoli. Fue el pasado 21 de abril, mientras el director veneciano
de 54 años dirigía Aída en la Deutsche Oper
de Berlín, cuando sufrió un repentino ataque al corazón.
Pese a los intentos de reanimación del médico del
teatro en el foso de la orquesta y su rápido traslado al
Centro Cardíaco Alemán nada se pudo hacer ya por su
vida. El lamentable suceso tuvo lugar cuando se representaba la
escena del encuentro de la esclava Aida con el general egipcio Radamés,
en el tercer acto de la obra de Verdi.
Se
da la cruel circunstancia de que Sinopoli dedicaba esa representación
de Aida a Götz Friedrich, fallecido el pasado 12 de diciembre,
y que había dirigido la Deutsche Oper berlinesa durante 20
años, ya que la producción de Aida representada el
en Berlín correspondía al propio Friedrich.
Sinopoli
había debutado en Venecia como director de ópera precisamente
con Aida, en 1976. A pesar de tener una formación científica,
era arqueólogo y psiquiatra, se dedicó en exclusiva
a la dirección musical. Además hay que añadir
su faceta compositora, llegando a estrenar en Munich en 1981 su
única ópera "Lou Salome", curiosamente en
producción de Götz Friedrich.
Fue
discípulo de Maderna y Stockhausen en Darmstadt, de Franco
Donatoni en Siena, completando sus estudios de dirección
en Viena con Swarowsky.
Sinopoli
había debutado en Bayreuth con Tannhäuser, en una producción
de Wolfgang Wagner. Más tarde dirigió El Holandés
Errante y Parsifal, y el año pasado había
debutado como director de El Anillo en una producción
de Jürgen Flimm. Su muerte deja vacío el podio para
la Tetralogía de este año en Bayreuth, ya que estaba
programado que dirigiera también El Anillo en la edición
del Festival de 2.001.
El
funeral tuvo lugar el pasado lunes 23 de abril, en la basílica
romana de Santa María de los Ángeles y de los Mártires,
y a ella asistieron numerosas personalidades y aficionados a la
música. Partituras de Corelli, Mozart, Haydn, Schubert y
Bach acompañaron al complejo fúnebre, interpretados,
entre otros, por el coro y la orquesta de Santa Cecilia, que Sinopoli
dirigió durante cinco años.
Mayo
2001
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