El
tenor Plácido Domingo interpretó el pasado mes de
febrero Parsifal en L'Opéra National de Paris. El
cantante español llevaba ya cinco años sin intervenir
en el teatro de La Bastille, por lo que su regreso había
levantado gran expectación entre el público francés.
Lejos queda ya el debut de Domingo en Paris, con la ópera
'Carmen' de Bizet. Desde entonces, el cantante y director ha trabajado
con cierta frecuencia en la capital francesa, con obras de Verdi
o de Puccini.
Además
del lustro que llevaba sin cantar Domingo en Paris, se sumaba el
aliciente de ser la primera vez que cantaba a Wagner en la capital
francesa. El papel elegido fue el protagonista de Parsifal,
personaje que el tenor va a interpretar cuatro veces esta temporada
(Washington, Paris, Madrid y Nueva York). En La Bastille dio un
total de cinco recitales, bajo las órdenes de James Conlon.
El
reparto lo completaban Jan-Hendrik Rootering, como Gurnemanz, la
mezzo suiza Julia Joe, como Kundry. El baritono americano Thomas
Hampson estrenaba papel en su carrera como Amfortas, mientras que
su compatriota Richard Paul Fink debutaba en Paris como Klingsor.
Titurel corrió a cargo de Tom Krause.
El
público francés quedo satisfecha con la intervención,
e hizo aparece al elenco de cantantes al completo en el escenario.
Lo que más desagradó al respetable fueron los coros,
poco acertados excepto en el último acto y, sobre todo, la
escenografía postmodernista de Paul Brown.
Plácido
Domingo comentaba antes de su intervención en Paris la dificultad
de interpretar el papel protagonista de Parsifal, y a la
flexibilidad vocal que este requiere. Un primer acto con un protagonista
joven e inmaduro que concluye, tras la escena de las muchachas flor,
con el beso de Kundry. Aquí Parsifal es ya un hombre, y sufre
la última transformación en el místico acto
final.
Marzo
2001
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