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Más dudas... |
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Hola, También tengo muchas dudas sobre el Holandés, más concretamente sobre Senta. Esta última siempre se me ha escapado un poco su ’significado’?? Senta, antes de conocer al Holandés ¿está ya enamorada de él? o por el contrario ¿es sólo una soñadora romántica que se encuentra un día por azar ante sus sueños? No sé si logro explicarme, pero no acabo de ver la entrega total e incondicional de Senta,la cual, le lleva hasta el suicidio por un señor al que acaba de conocer y que encima es un egoísta. ¿Sabía a lo que se exponía o por el contrario son sus sueños románticos que la llevan a esa situación sin salida? Tampoco entiendo muy bien, por qué al final se hace alusión a la imagen de Senta y el Holandés juntos, cuando está claro que el Holandés no siente amor por ella. Se agradecerán todas las aclaraciones que se aporten. Un saludo para todos, Ana |
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Hola, Ana, encantado de volver a verte por estos lares. Si empiezas diciendo que "está claro que el Holandés no siente amor por ella", pues la hemos hecho buena, porque me temo que no has captado el meollo de la obra. Para mí, está claro que el Holandés sí está enamorado de ella. Fíjate en la caracterización del Holandés: un ser maldito, curtido en el mar frente a los mayores peligros. Con ese bagaje, si fuera un "egoísta", como tú (en mi opinión, erróneamente) lo defines, le importaría un pimiento que Senta estuviera comprometida o no con Erik y que faltara a su juramento o no; simplemente se casaría con ella y esperaría acontecimientos; de esa forma, si Senta falta al juramento y se condena eternamente, pues que se aguante, por trolera. No es eso lo que hace el Holandés. El Holandés, en cuanto duda de las intenciones de Senta, la libera de su promesa, para evitar que la mujer de la que está enamorado sufra la condena eterna. Si un ser maldito es capaz de sentir compasión, es que no es tan egoísta, ¿no? Al menos, no con esa persona. Sus palabras, además, demuestran que la decepción que se lleva con Senta le duele profundamente, ya que abandona toda esperanza y pretende no volver jamás a tierra, es decir, renuncia a su única esperanza de redención. Ese gesto es típico de un hombre desesperado (en este caso, desesperado por la pérdida de su amor y el abandono de toda esperanza). Por otro lado, Senta ha quedado profundamente impresionada por el relato de la balada. Desde la primera vez que Mary se la cantó, no puede olvidar la balada ni quitar la vista del cuadro. Pero no se trata aquí de una enferma mental (como Kupfer la representó), sino de una muchacha que ha quedado tan conmovida que decide ser la redentora de la suerte de este hombre maldito, tal y como lo expresa en el segundo acto: "¡Sea yo quien por su fidelidad te redima! ¡Quiera mostrarme a ti el ángel de Dios! ¡Por mí has de alcanzar la salvación!" Cuando la leyenda se le hace realidad en su casa, Senta siente que su destino es unirse a este hombre y nota cómo el amor surge entre ambos. Así pues, la muchacha sabe perfectamente a lo que se expone. El mismo Holandés -al igual que tú, Ana- duda de que ella lo supiera, pero ella deja claro que conoce su destino en el tercer acto: "¡Bien te conozco! Bien conozco tu destino; ¡te reconocí nada más verte! ¡Aquí está el final de tus tormentos! ¡Yo soy aquélla por cuya fidelidad hallarás la salvación!" El Holandés renuncia a su amor, por miedo a que Senta se condene, si jura en falso; a la vez, renuncia también a su redención, pues dice que no volverá a pisar la tierra firme (lo cual también prueba un sincero amor hacia la muchacha). Senta, por último, proclama su fidelidad al Holandés hasta la muerte y se lanza. No es extraño, por tanto, que luego surjan ambos juntos, abrazados, transfigurados. Se quieren. Un saludo, Germán |
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Hola, Germán, no tengo en casa el libro donde viene la traducción de una carta de Wagner explicando que el Holandés no busca amor, que ese tema debe quedar bien claro. Cuando vuelva a tener el libro en casa, buscaré ese pasaje y te lo pasaré textual, lo estuve buscando pero no lo está, así que forma parte de unos libros que tengo prestados. El Holandés, Germán, no quiere una mujer para formar una familia y vivir felizmente hasta el final de sus días, quiere una mujer que sea capaz de mantener su palabra de fidelidad que es lo único que le puede salvar de su maldición. Si cuando se entera de la falsa promesa de Senta a Erik la libera es porque todavía no se han casado y se marcha defraudado y renunciando a todo, no lo hace por ella y ni mucho menos por amor. Por una vez en su vida creyó encontrar la salvación y esta ha sido más efímera que nunca. ?Holandés ¡Aprended de la suerte de la que te salvo! Estoy maldecido a vivir el más horrendo de los destinos ¡Antes preferiría morir diez veces! Sólo una mujer puede liberarme de la maldición, ¡una mujer que me sea fiel hasta la muerte! Me jurasteis fidelidad, pero no en nombre de Dios Todopoderoso, ¡y eso es lo único que te salva! Pues habéis de saber, infeliz doncella, cual es la suerte que espera a aquellas que rompen su juramento hacia mi: ¡Maldición eterna es su destino! Innumerables víctimas han sufrido este destino por mi culpa, pero tú te salvarás de él ¡Adiós! ¡Toda esperanza está perdida!? Un saludo, Ana |
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Hola: Ana, me interesará mucho conocer el texto al que aludes. De todas formas, si las palabras exactas son esas que dices: "el Holandés no busca amor", entonces estarás de acuerdo conmigo en que eso no contradice lo que yo expuse en mi anterior mensaje. El Holandés no busca amor, pero eso no significa que no lo encuentre. Y ya sé que no busca una mujer para formar una familia al estilo burgués (no creo haber afirmado tal cosa). Pero insisto: hablamos de un hombre muy curtido por la vida (eterna), luego no se deprime por la primera contrariedad. Cuando dice "Innumerables víctimas has sufrido este destino por mi culpa", eso quiere decir que ha tenido otras mujeres que le prometieron fidelidad y le fallaron. Luego también está acostumbrado a fracasar en su búsqueda de redención (ambas afirmaciones las confirma la tripulación del Holandés). ¿Por qué le duelen tanto entonces las dudas que siente hacia Senta? Porque Senta no es como las demás: a Senta la quiere. Si Senta fuera una más, el Holandés haría con ella lo que hizo con las demás: llevarla al altar, para que jure ante Dios fidelidad eterna. Sin embargo, el Holandés no se arriesga ni a llevarla ante el altar (no olvidemos que, por mucho que hubiera jurado a Erik, si ante Dios jura fidelidad al Holandés y luego lo cumple, el Holandés estaría salvado). ¿Cómo es posible que el Holandés se niegue esa oportunidad de conseguir la tan ansiada redención? Pues sólo hay una respuesta: porque le importa más lo que le suceda a Senta y teme que ella sea capaz de jurar en falso (lo cual constituiría la condena eterna para la muchacha). Y cuando una persona te importa más que tú mismo, es porque sientes amor hacia ella. Así le sucede al Holandés: aunque en principio buscaba una muchacha fiel que lo redimiera, acaba enamorándose de Senta. ¿Cómo, si no, podría entenderse que el Holandés huya de Senta, pese a que ella le insiste en que conoce su destino al unirse a él, y en que quiere ser la que le ayude a salvarse? Si fuera egoísta, le tomaría la palabra a Senta y se la llevaría al altar. Al dejarla y decidir marcharse, pierde la esperanza. Pero el Holandés está acostumbrado a que la mujer le falle. Si se decepciona tanto con Senta, es porque ésta representa para él algo que las otras no eran. Como un hombre despechado de amor, se niega a sí mismo la salvación (pues nunca volverá a tierra) al saber que Senta podría no serle fiel, y a la vez impide que Senta se condene. Un saludo, Germán |