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Información de BECKMESSER |
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Os adjunto la siguiente carta obtenidad de la página de INTERNET del asunto porque no tiene desperdicio: Es vergonzoso que para cantar bien tenga uno que ser guapo,. alto, fornido, etc. pero los bajos y gordos que se vayan a hacer gárgaras. EL TALÓN DE AQUILES El caso del señor Cura puede quedar en nada comparado con otro que estallará si los dirigentes del Teatro Real no reflexionan. Lo he bautizado como "El talón de Aquiles" porque puede ser un punto muy vulnerable para el Real. Aquiles Machado nos deleitó con una estupenda "Boheme" que estuvo a punto de no poder cantar porque en el Real había quien le veía bajito y gordo para el papel. Al final se demostró que el público prefiere oir cantar que asistir a una pasarela de modelos. No sé por qué me viene a la mente la reciente "Flauta mágica". Al tenor le fue ofrecido participar en el pasado "Réquiem" pero, por más que insistió y esperó, jamás le llegó un compromiso escrito y, en consecuencia, aceptó otras ofertas. A la hora de programar "Rigoletto" se le llamó de nuevo y esta vez, visto lo sucedido, sí se le envió un contrato firmado. Un contrato para todas las representaciones de la obra. Más tarde se contrató a Graham Vich como director de escena. Al paso del tiempo éste dijo que no quería a Machado como Duque de Mantua porque volvía a ser bajito y gordo y el teatro intentó cancelarle el contrato a Machado. Entretanto éste había rechazado cuantas ofertas le habían llegado para unas fechas ya comprometidas y no era cuestión de salir perjudicado a cambio de nada. Se le ofreció que cantase, como segundo tenor, la mitad de las funciones, lo que venía a ser casi un insulto. ¿Es que si era bajito y gordo para unas funciones, se iba a volver alto y flaco para las otras? De últimas ha recibido una carta en la que se le informa que el señor Vich ha hecho uso de su facultad de protestar a un artista y no le acepta. Esto, antes de que Machado abra la boca o haga un gesto escénico. Todo un esperpento y todo por escrito. Pero claro, al Real le interesa Vich porque gracias a él se puede contar con otros teatros para coproducir. Podría suceder que la situación siguiera así al empezar los ensayos y que, en el primero de ellos, el director de escena rechazase al tenor por cuestiones artísticas. Es una facultad que existe en los teatros, pero ¿tendría validez jurídica en este caso con toda la documentación escrita que existe? Y lo peor, ¿qué diría un público que quiere a Machado y qué diríamos en la prensa? El Real necesita a Machado y Machado necesita al Real. Si el Real considera prioritario a Vich -público y crítica darán después su veredicto- pónganse de acuerdo con sensatez, partiendo de que el tenor tiene un contrato, que no debe salir perjudicado y que el Real lleva jurídicamente las de perder. Hay una solución: la oferta de un título adecuado a sus características en la siguiente temporada. Aunque haya que hacer un esfuerzo. Aún recuerdo cuando la Ópera de París, en los setenta, quiso demandar a un primerísimo tenor español por incumplimiento de contrato. Una primerísima soprano intervino para hacer ver lo absurdo que aquello hubiera sido. Pido sensatez y flexibilidad. BECKMESSER.COM |
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Hombre, lo que se dice deleitar con su interpretación del Rodolfo... Yo no pude pasar de ver segundo acto, no por la interpretación de este señor, sino por multiples discrepancias con la puesta en escena del hijo de del Mónaco. Hace unos días, y por casualidad, me encotré con la grabación en vídeo de la obra completa. Esta vez vi el acto 3 y 4, y la verdad que en ellos me pareció mejor su interpretación. Pero cada cual con sus gustos. Saludos. Javier |