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El final de la princesa |
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Hola. Como ya sabemos, Wagner tuvo sus dudas sobre el modo de terminar el libreto de El Anillo del Nibelungo. Las palabras finales de Brunhilda debían de arrojar una idea a modo de conclusión final de su tragedia. Inicialmente, Wagner escribió un final al que correctamente se califica como feuerbachiano, dado que en ese momento se encontraba seducido por la filosofía de Feuerbach. Pero que sea correcto no significa que sea justo. La correspondencia de Wagner con Lizst nos transmite cómo éste y su amante, la princesa Carolina Sayn-Wittgenstein, animaban al compositor en los momentos de mayor indecisión sobre el sentido de la tarea que había emprendido. Con fecha del 8 de Abril de 1853 Lizst comunica en una carta a Wagner cómo habitualmente la princesa empleaba precisamente las líneas de ese final para saludarlo cada mañana. Más tarde, el 7 de Mayo de 1855, la misma princesa escribe una carta al compositor en las que le confiesa el modo en que esas líneas han calado en su alma. A modo de favor le pide a Wagner un pequeño favor que a ella le haría inmensamente feliz de la siguiente forma: "Tome un fragmento de papel y escriba en el los versos siguientes, que, como usted sabe, me parecen haber sido escritos con la sangre más pura de mis venas: "Nicht Gut, nicht Geld, noch gottliche Pracht; Nicht Haus, nicht Hof, noch herrischer Prunk; Nicht truber Vertrage trugender Bund, Noch heuchelnder Sitte hartes Gesetz: Selig in Lust und Leid, lasst--die Liebe nur sein!" Fírmelo con su nombre, su gran nombre, guárdelo en un sobre, diríjalo a mí y póngalo en el correo. Disulpeme por pedirle una cosa tan vanal, vanal en su aspecto material, pero tan inmensa como el mundo en su significado." Esta carta me hace pensar que el entusiasmo de esta mujer bien merece que al final se le conociese como final de la princesa. Saludos. |
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Me ha dejado intrigado el final de la princesa. Si lo pudieras traducir te quedaría muy agradecido. Por cierto, vaya con el húngaro saltando de de condesas a princesas como si tal cosa, y luego se enfada con Wagner por su relación con Cosima. ¡Y acabó como abate! saludos. |
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Hola Rex. No puedo traducir. Mi alemán no llega a tanto. Lo digo pq traducir Wagner no es nada fácil. Seguro que muchos de los que suelen leer traducciones de los libretos se han encontrado con notables diferencias según quién fuera el traductor. Concretamente, después de disponer de varias traducciones de este párrafo, se lo pasé a expertos en alemán, algunos de ellos alemanes. Y la traducción variaba notablemente de unos a otros. De todas formas éste es el famoso final del 52, el de Feuerbach, y te voy a poner la traducción que viene en In Fernem Land. El texto completo del final comienza con: La raza de los dioses pasó como un soplo, dejo el mundo sin dueño. El tesoro de mi ciencia más sagrada, es ahora el que ofrezco al mundo: Y las líneas de la carta serían las siguientes: no son los bienes, ni el oro, ni los fastos divinos, ni las casas, ni las posesiones, ni la señorial magnificencia, ni las engañosas ataduras de oscuros pactos, ni la dura ley de una moral hipócrita: bienaventurado, en la alegría y en el dolor, sea únicamente el Amor. |
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Muchas garcias. No cabe duda de que es todo un poema lleno de belleza. En la puesta de la Fura de València se proyectó este final sobre las llamas. Saludos. |
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Un final digno de princesas. De todas formas me parece tendencioso, cuando hay dos finales sobre el tema, proyectar sólo uno de ellos. Es engañar, pero coo hay quien está dispuesto a ser engañado, todos contentos. Saludos. |
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Hombre, hay más de dos finales. Proyectarlos todos hubiera sido un palo para el respetable público ya que se hubiera eternizado. En todo caso, se trata de la elección del artista (escénico, en este caso). saludos. |