|
Suscríbete ya a la newsletter de Música Clásica |
Toses en la ópera |
| ||||||
En la Vanguardia de hoy se ha publicado un interesante artículo sobre la costumbre de toser durante la ejecución de las representaciones operísticas y de conciertos. Ahí van algunos de los titulares: - "Para músicos y programadores, el sur de Europa vive las funciones más ruidosas". Lamentablemente, mi experiencia como espectador no puede desmentir tal afirmación. - "Un solo asistente resfriado puede provocar que toda una platea acabe carraspeando". - "Christian Thilemann o Kurt Masur dejan de dirigir ante ruidos y tos". Algo parecido hizo Gustav Mahler dirigiendo una representación de la Walkyria. Alguien entró ruidosamente en la sala mientras sonaba el preludio, por lo que detuvo la orquesta, se giró hacia los que entraban y los miró ceñudamente. Saludos. |
| ||||||
Siempre he creido que debería ponerse por escrito las normas de comportamiento en las salas, y expulsar a los que no las cumplan. Constituye un perjuicio a los que pagan una entrada para escuchar un concierto u ópera que les amenicen libremente con toses, móviles y demás añadidos inoportunos. |
| ||||||
Además pudiendo toser fino. |
| ||||||
Lo de las toses parece que forma parte del espectáculo. Lamentable, pero fisiológico. El asunto de los móviles es de verguenza. Sencillamente, falta de civismo. |
| ||||||
Lo peor es que en algunas grabaciones en vivo también aparecen registradas las dichosas toses. Es llegar un determinado pasaje y saber cuándo va a surgir esa endiablada tos que ha estropeado mi CD. |
| ||||||
Es evidente que toses y demás música concreta suponen un perjuicio económico: no sólo a los que pagan entrada deseando escuchar una música limpia, sino también a los que confían en comercializar una grabación que puede perder mucho valor económico con esos añadidos. Aunque sólo se por eso (desconfío de que algunos entiendan otros argumentos), me parece absurdo que no se regule el comportamiento en las salas y se sancione a los incumplidores. Si de verdad debe permitirse ese comportamiento, al menos deberían decirlo claro, para que muchos no se lleven a engaño de lo que les espera y de lo que están pagando. |
| ||||||
Hombre, es evidente que, muchas veces, la tos no se puede reprimir, pero siempre se puede atenuar con un pañuelito. Y esto ya no es cuestión sólo de educación sino de higiene elemental. El colmo ya son los carraspeos proyectados justo en el momento más lírico... Saludos |
| ||||||
No nos engañemos sobre lo fortuito de esas intervenciones. Yo he visto, en el momento en que la música comienza a sonar pp y se puede escuchar cualquier otra cosa que suene, sacar un papel de caramelito, de esos tan ruidosos, y comenzar a moverlo entre los dedos. Quiero decir, no el caramelito, sino sólo el papel: lo tenía preparado para hacerlo sonar en el momento adecuado. Quien no esté acostumbrado a asistir a las salas de concierto, ni siquiera se lo cree. |
| ||||||
A mí me molestan siempre las toses, No puedo creer que uno junte a 50 personas en una sala para ver un "reality-show" y se pasen el tiempo tosiendo. Más bien parece que es cosa del aburrimiento y el no saber estar sentado largo rato. En recitales de piano he podido comprobar que el nivel de ruido es inversamente proporcional al interés de la interpretación o del repertorio. Una pieza, p.ej., de Schoenberg, o una sonata de Beethoven interpretada de modo convencional, son acompañadas de un continuo de ruidos varios (toses, caramelos, caídas de programas de mano o de paraguas, etc). Una interpretación especialmente atrayente suscita una mayor atención del público, que se olvida de toser o de hacer ruido. Más que de salud, es un problema, a mi juicio grave, de educación. Pero el público es una bestia estúpìda a la que no se puede enseñar fácilmente. Hace unos días me comentaba un aficionado malagueño que el ex-titular de la Orquesta Ciudad de Málaga, Alexander Rahbari, repartió unas octavillas entre el público tratando de enseñar el protocolo del aplauso (o algo así le entendí), y sólo consiguió poner al público en su contra. En la función del Parsifal valenciano que he presenciado, el público tosió a modo y rompió a aplaudir de forma estúpida y ruidosa nada más terminar, como si desease premiar mecánicamente a los artistas y marcharse corriendo. En mi opinión, desconectar automáticamente y romper a apludir o gritar denota falta total de concentración y de aprecio por lo que acabas de oír. Además, una señora con aspecto de no haber sido afectada en lo más mínimo por la crisis, que tenía detrás de mí (en una zona privilegiada del teatro), me dio un concierto de percusión con su pulsera (no paró de mover el brazo la mal nacida). Si llego a llamarle la atención, me hubiera llamado impertinente o loco (ya sucedió una vez en otro teatro y esa es la reacción que provocó mi educada reconvención). Soy un asiduo de teatros y salas de concierto y la mayoría de las veces acabo enfadado con el comportamiento del público. En uno de los abonos, al tener siempre los mismos vecinos, no me ha quedado más remedio que abroncar sonora y violentamente a uno de ellos, después de aguantar sus toses constantes durante años. Por suerte el numerito surtió efecto (recibí el agradecimiento de otroa afectados por aquel hijodeputa maleducado y bronquítico crónico), y lleva ya unas cuantas temporadas más comedido. Cuando se desmanda, basta una mirada de ira para que calle. Parece que la única manera de "educar" a la gente es mediante la violencia, verbal o física. Una pena. Y se supone que los que asisten a estos eventos son gente "educada". |
| ||||||
Olvidé mencionar que en el Parsifal valenciano tuve que soportar, en mi misma fila y a dos butacas de distancia, a un italiano que se pasó toda la función tosiendo y sonándose las narices. En algunos casos creo que la violencia debería estar justificada. En éste, sin ir más lejos. |
| ||||||
Casi no puedo dar crédito a lo que nos cuenta, Alberich. Yo creía que el público indecente y patán era cosa de países como el mío. (Pero a "yo creía" lo mataron de un bacinicazo en la cabeza, como decía mi abuela.) El problema con los tosedores y demás ruidosos es la impunidad. Oficialmente no hay nada que hacer -una interrupción por parte del director o intérpretes siempre echa a perder la magia del momento-, e intervenciones como la suya, Alberich, seguramente escasean. Lo que podría ensayarse es un sistema de cámaras infrarrojas de vigilancia y una serie de mocrófonos inalámbricos fijos en los respaldos de las butacas. Un equipo de supervisores llevaría la lista de los asistentes y sus momentos ruidosos. Cierto número de toses, ruidos impertinentes, pitidos de celular y conversaciones con el vecino implicaría una amonestación en los abonos. Dos o tres amonestaciones supondrían la cancelación del abono por esa temporada. Dos o tres temporadas de reincidencia, el ostracismo. A lo mejor cuesta demasiado dinero y la idea tiene sus fallas, pero no se me ocurre otra cosa. Saludos. |
| ||||||
Quise decir "micrófonos", desde luego. ¿Nadie ha realizado estudios sobre las propiedades alergénicas de las salas de conciertos? Quizás por ahí vayan los tiros: humedad, materiales, polvo, sistemas de ventilación... No digo que no haya tosedores compulsivos y gente maleducada, pero puede ser que muchos tosan debido a estos factores ambientales. Saludos. |
| ||||||
No sé, pero de lo que estoy seguro es que mucha gente que asiste a conciertos o a la ópera es completamente imbécil y maleducada y no tiene ningún interés. Hace poco asistí a un concierto de la London Symphony, dirigida por Daniel Harding. En la primera parte tocaron la Música para cuerda, percusión y celesta, de Bartok. Una señora (no sé por qué, casi siempre son señoras) se pasó el tiempo hurgando en el bolso compulsivamente, sacando cosas y volviendo a meterlas dentro. Al finalizar la interpretación, le dijo a su acompañante: "Esto no me gusta nada, esta cosa de Barto (sic), un dodecafonista de esos. No es más que ruido". Me volví y le dije: "Señora, se equivoca. Ruido es lo que ha estado haciendo usted con el bolso". A esa gente debería prohibírsele la entrada. CArecen de interés, y además son profundamente maleducados. No les gusta, pero en vez de salir fuera, o no entrar siquiera, molestan a los que tienen alrededor. Pero le das dos voces o un bofetón (lo que le deberían haber dado sus padres de pequeña) a ese ser despreciable y anormal, y te la juegas. |
| ||||||
Justamente, Alberich. Tendría que haber una manera de dejar fuera a esta gente, un modo de comprobar su conducta incivil en las butacas. Lo malo es que no creo que sea un tema que interese mucho a las autoridades judiciales ni a los empresarios de teatro; total, los tosedores también pagan entrada y tienen derecho a la libre circulación. No sé si se ha fijado, pero en algunos DVDs especialmente intensos -esas versiones "referenciales"- uno puede observar durante los aplausos finales a integrantes del público que apenas entrechocan las palmas y tienen la mirada vacía y el porte de una momia egipcia. Muy elegantes, eso sí, pero ausentes. Es difícil generalizar o señalar a priori, pero ¿no es esta la clase de público que encaja en el perfil del tosedor, salvo excepciones (espectadores sublimados con la procesión por dentro)? En el video del Magníficat de Bach con Harnoncourt en la abadía de Melk puede verse en primera fila a una pareja de esposos maduros. Él está en su pepinal, su rostro transmite un amor contagioso por la música en todo momento; ella presta atención durante los números más conocidos, pero en lo demás evidencia un aburrimiento digno de compasión. Por suerte no hacen ruido. ¿Será que son austriacos o alemanes? Lo del bofetón... Supongo que a usted sus padres le habrán propinado por lo menos un coscorrón de pequeño, como a mí. Dos o tres bien dados -aparte de los diálogos subsiguientes a la reacción infantil- y santo remedio. Ni usted ni yo hemos quedado tarados (yo soy tarado por otros motivos); antes bien, aprendimos a estar y dejar estar en el mundo. Esa señora es una anormal, en efecto. Pero los niños actuales serán iguales a ella de adultos y muy normales, gracias a la pedagogía idiota de nuestros tiempos. Eran apuntes al vuelo. Parece que no hay nada que hacer. Saludos. |
| ||||||
Recuerdo que con ocasión de una representación de "L’Orfeo" de Monteverdi en el Liceu de Barcelona, el director, Jordi Savall, antes de que se iniciase la misma, se dirigió al público diciendo que la música de Monteverdi se componía de grandes sonidos, pequeños sonidos y silencios, y que para apreciar todo ello era necesario que se guardase silencioo, aconsejando, a tal efecto, utilizar, en caso de constipados, un pañuelo para ahogar el tosido, lo que disminuía la emisión en un ochenta por ciento aproximadamente. Lamentablemente, para algunos, tal petición cayó en saco roto. Recuerdo que durante el maravilloso solo de arpa barroca en pleno monólogo del "Posente Spirto" del acto tercero, un honorable ciudadano dos butacas a mi derecha, empezó a deleitarse con sus propios carraspeos. Le pedí que, por favor, guardase silencio a lo que ni tan siquiera se dio por aludido. Creo que para mucha gente, la perspectiva de pasarse una hora de representación en silencio, consciente, inconsciente o subconscientemente -que se lo pregunten a Freud o a Jung- se presenta como algo insoportable. En estos supuestos, creo que más de uno habría de plantearse si es inteligente asistir a una representacdión de este tipo. Saludos. |
| ||||||
?? tuve que soportar, en mi misma fila y a dos butacas de distancia, a un italiano que se pasó toda la función tosiendo y sonándose las narices ?? Lo peor no era el ruido cuando tosía, sino el que hacía mientras intentaba evitar (en vano) toser. Eso me pasa por hacerle a Ud. caso, en vez de colarme en los desiertos palcos. Saludos. |
| ||||||
No hay que darle muchas vueltas, ni se puede hacer mucho más que recordar a los espectadores unas normas mínimas. Lo del móvil por desgracia hay que recordarlo siempre, en Valencia no se recuerda por megafonía y sonaron 7 en el estreno. No se pueden aplicar muchas más medidas, no se puede echar a nadie de un teatro por toser, ni por hacer un poco de ruido. Es un problema directamente relacionado con la educación. Quien es persona educada sabe que no se debe molestar a las demás personas y no sólo eso, lo más importante, sabe cuando se molesta a otras personas. No hablo sólo del teatro. Un abrazo Me parece que en España además salvo en algunas familias en las que puedan poner ellas sus propios remedios, el futuro parece estar condenado a una sociedad mayoritariamente maleducada. |
| ||||||
Se puede echar a alguien de un teatro por toser o hacer ruido, sólo con que se quiera hacerlo. El problema es que no se quiere, ni siquiera se quiere entender que existe tal problema. Y soy completamente escéptico de que algunos puedan entenderlo, si no es a través de razonamientos puramente económicos. En cuanto a la educación, hace tiempo que decidí reservar la mía para la gente educada. |
| ||||||
Usted dice: "Se puede echar a alguien de un teatro por toser o hacer ruido" Vamos a suponer que el Teatro Real de Madrid, por decir uno cualquiera, le contrata para solucionar el problema de los ruidos en el teatro. Me interesa especialmente el protocolo que idearía para expulsar a un espectador por toser. ¿Cómo lo haría? ¿Por toser una vez ya te pueden echar? ¿En caso negativo, cuántas toses son necesarias? ¿2,3,4,5...más de 10? Cuando se identifica al infractor ¿se interrumpe la función para echarle? ¿Se espera al descanso? ¿Y si ya no hay descansos? ¿Y si es una ópera sin intermedios? ¿Se le prohibe la entrada a la próxima función? ¿Y si es un turista? Si se resiste a abandonar la sala, ¿Se llama a la policía? Y si a pesar de todo se niega, ¿Se recurre a la fuerza? ¿Sería legal echar a un espectador que acaba de pagar 155 euros por toser? Un abrazo |
| ||||||
Muy bien. Lo primero, normas por escrito, colocadas en lugar visible a la entrada, e insertadas en todos los programas de mano. El texto podría ser este mismo: "El silencio es un requisito para el disfrute de la audición por parte del público, y para que posibles grabaciones del evento puedan ser comercializadas en un futuro. Desconecte el teléfono móvil. No maneje objetos ruidosos durante la interpretación. Disimule las toses fortuitas con algún pañuelo u otro sistema. En caso de no poder reprimir un ataque de tos, abandone la sala de la manera más discreta posible. Absténgase de hablar. Se reserva el derecho de admisión frente al incumplimiento de estas recomendaciones. Gracias por su comprensión." A continuación, los empleados que suelen recorrer aburridos los pasillos, en su mayor parte pasan a estar dentro de la sala durante el concierto, en pie junto a las puertas. Se les da instrucciones para que observen si alguien incumple las normas. En caso de comprobar que sucede, al finalizar la pieza o el primer movimiento de la pieza se dirigirán a la persona problemática y le invitarán a abandonar la sala. Un dispositivo adecuado accionará una discreta luz roja visible por el director de orquesta, que le avisa para que no continúe con el segundo movimiento (o segunda pieza) hasta que se apague, es decir, hasta que se haya resuelto el problema en la sala. Todo me parece extremadamente sencillo. Lo único complicado es que exista voluntad de hacerlo. |
| ||||||
Todo lo que cuanta me parece muy factible, excepto lo de la luz y parar el segundo movimiento, que puede ser peor el remedio que la enfermedad. Pero me sigue quedando la duda fundamental. ¿A partir de qué número de toses considera a una persona problemática? ¿Quién estará contándo las toses? ¿Es legal echar a una persona por toser una vez? seguro que no. Son muy buenas las intenciones y apoyo el hacer uso de unas normas por escrito. Aunque considero imposible establecer un protocolo para las toses quizás se pueda actuar con casos más claros. Yo tuve un problema muy gordo en la Scala. Me tocó detrás a un grupo de Noruegos, luego me enteré de su nacionalidad, que llegaron borrachos a la representación. Nada más comenzar se pusieron a roncar de forma my sonora. Al principio pensé en que poco les gustaba a los italianos Wagner jeje. Se me hizo difícil concentrarme y eso que Lohengrin era Vogt en una actuación magistral. Al intermedio pregunté por el jefe de sala, que en este caso era una mujer. Le conté el problema pero me dijo que no podía hacer nada, que estaría pendiente de la situación. Durante el segundo acto continuaron roncando y al final del mismo la señora se acercó a decirles unas palabras. Pero allí estaban en el tercer acto roncando otra vez. A la salida fui a hablar otra vez con la jefe de sala y a decirle que era indigno del teatro ese comportamiento. Me dijo que no podía hacer nada y que además eran invitados especiales de Elsa la cantante Solveig Kringelborn. Por su comportamiento sí que les tenían que haber echado del teatro. Por si no había durado poco la pesadilla, se fueron a cenar al mismo restaurante que nosotros... y en este caso ya no roncaban, empezaron a empinar el codo de nuevo. Parecían muy animados aunque no creo que estuviesen hablando de la representación. Un abrazo |
| ||||||
No parar el segundo movimiento, sino entre movimientos. Claro que es factible: sólo hace falta que el director sepa que hay un problema en la sala y que conviene esperar a que se solucione antes de atacar el siguiente movimiento. Eso además aumentaría la ruborización del apercibido o excluído, y conociendo como conozco a esa clase de gente, ejercería una función disuasoria absoluta. El aviso al director puede ser tan simple como un mando inalámbrico en la mano de cada personal encargado de sala, capaz de activar una luz discreta en alguna posición lateral, visible para el director. Tecnología del siglo pasado, no más. No hace falta ponerse a contar toses. La intención de no querer disimularlas ha de ser manifiesta. Y si hay un ataque de tos reiterada, aunque intente disimularse, también conviene abandonar la sala. En cualquier caso, esos detalles podían irse perfilando una vez estuviese clara la idea general. Como ve, de factible lo tiene todo. Lo menos factible es convencer a quienes dirigen las salas de que conviene hacer algo así. Eso es lo verdaderamente difícil, y lo que demuestra la penuria cultural de las instancias políticas. |
| ||||||
tengo un amigo que ante la pregunta de porqué no asistió a equis opera, que es lejos de sus favoritas, me respondió " estaba con una tos molesta que me habría impedido a mi y a los demás oir tranquilos, ante esta certeza preferí perdermela hasta otra oportunidad", es lo debieramos hacer todos en esa circunstancia. salutti. K. |
| ||||||
a mí lo que me pasó una vez en el Palacio de Bellas Artes (México), asistí a ver el rapto en el serrallo, terminó el primer acto tranquilo,pasó el intermedio, sin novedad, todos nos sentamos para que empezara el segundo. Yo me encontraba sentado en la orilla de una fila junto a unas escaleras, pues la pareja que estaba junto a mí, en el momento en que empezaba el Martern alle Artern que se para y nos dicen (a mi amigo y a mí) que querían salirse que nos pararamos para dejarlos pasar. Me quedé sorprendido, ¿por qué no se salieron en el intermedio si no les interesaba ver como Olivia Gorra cantaba Konstanze?, puede uno pensar de repente se estaba muriendo uno, o se sentía mal, pero no, en el intermedio, que yo me quedé sentado en la sala, ellos estaban platicando alegremente junto con su hija, y nunca oí que dijeran me siento mal, además si hubiera sido algo grave se hubiera ido también la hija, pero no, ella se quedó tranquilamente a ver como terminaba el rapto. saludos cesar |
| ||||||
La verdad es que llevo muchos años yendo al Liceu,y creo que es de los teatros que más gente tose.No se si es porque es de los mas grandes y en consecuencia hay mas gente ,pero hay dias que és horroroso.No he estado ni en Viena ni en Bayreuth,pero si en otros y la verdad, és que nos lo hemos de hacer mirar. Saludos. |
| ||||||
Una amiga ha asistido recientemente a un concierto sinfónico en la filarmónica de Berlín, y me ha comentado que en el programa de mano venía una especie de señal de tráfico con el dibujo de un señor tosiendo y la correspondiente barra cruzada indicando la prohibición. Está claro que en Europa siempre ha habido diferentes niveles, y a nosotros no nos toca la parte buena desde hace por lo menos tres o cuatro siglos. |
| ||||||
Bueno. Si hay que toser se tose. ¡Claro que hay modos y maneras de toser! Y momentos. La discreción viaja con la persona. Y es gratis.- |
| ||||||
Bien, si usted opina eso, estaría bien que la sala lo dejase claro: "en este concierto/ópera se puede toser", "en este concierto/ópera se puede toser, dejar el móvil conectado, utilizar plásticos ruidosos y demás música concreta, hacer comentarios, roncar, entrar y salir cuando le plazca..." Es evidente que si se especifica esta última opción, yo me ahorraré el comprar entradas, así que resucite Kna y dirija un Parsifal en Bayreuth con escenografía poco creativa. Otra cosa es tomar el pelo al personal. ¿Qué pretenden que haga yo con alguien que, tras dejar sonar el móvil más fuerte que la orquesta cuatro o cinco veces, contesta en la sala? ¿debo aguantarme y asumir que eso está permitido? ¿debo darle una bofetada por mi propia cuenta y asumir personalmente el riesgo de las posibles responsabilidades penales? Es una responsabilidad que debería asumir la sala, y si no lo hace ni clarifica la situación, simplemente está engañando a quienes pagan a buen precio las entradas. Por cierto, que la señal de tráfico de Berlín dibuja un hombre tosiendo sin ningún tipo de pañuelo o medio de atenuación. Supongo que es esa tos sin paliativos lo que se pretende prohibir. |
| ||||||
Pero... la entrada no es gratis. Usted opina eso, si la sala considera lo mismo debería especificarlo: "en esta ópera/concierto se puede toser"; "en esta ópera/concierto se puede toser, dejar el móvil conectado, hacer comentarios, manejar plásticos ruidosos y otra música concreta, roncar, entrar y salir cuando le plazca". En esta última opción, me ahorraría comprar entradas así que resucitase Kna y dirigiese un Parsifal en Bayreuth con escenografía poco "creativa". Al menos sabría a qué atenerme. ¿Qué pretenden que haga con alguien que deja el móvil conectado, deja que suene cuatro o cinco veces más fuerte que la orquesta, y hasta se permite contestar a la llamada dentro de la sala? ¿asumir que el maleducado tiene derecho a molestar cuando le plazca? ¿darle una bofetada por mi cuenta y afrontar las posibles responsabilidades penales? ¿no debería la sala asumir cuando menos la responsabilidad de clarificar dónde estamos?... otra cosa me parece tomar el pelo a quienes pagan buen precio por las entradas. |
| ||||||
Lo siento. Me salía que mi mensaje había desaparecido, de manera que he repetido más o menos lo mismo. El administrador haría bien borrando uno de los dos. |
| ||||||
Llevo tiempo diciendo que hemos caído en la permisividad excesiva hacia todo, y ahora, si reconvienes educadamente a alguien por su comportamiento (en casos como los que comenta IIII), eres "intolerante", "maleducado", "grosero",... Poca gente reprocha a otros comportamientos que causan molestias a los demás. Si, al cruzar por un paso de peatones, se te ocurre recriminar a un conductor que casi te atropella, estás expuesto a que te agredan, y desde luego, menos una disculpa, cabe esperar cualquier respuesta, sobre todo argumentos de tipo "genital". Soy de la opinión de que no hay que ceder. En las salas de concierto y teatros de ópera, lugares que frecuento, recrimino con insistencia a los tuberculosos reincidentes. En algunos casos (en un abono llevo casi una década soportando a un tísico crónico) una buena regañina ha surtido efecto, y ahora basta una mirada aviesa para frenar en seco las toses desbocadas. Como se dice en ajedrez (en relación a ciertas jugadas), la amenaza es más fuerte que la ejecución. En casos como el del móvil que comenta IIII, me declaro firma partidario de la violencia. Es la única solución. O eso, o aguantarse. Y esto último no lo considero. |
| ||||||
"Bien, si usted opina eso, estaría bien que la sala lo dejase claro: "en este concierto/ópera se puede toser", "en este concierto/ópera se puede toser, dejar el móvil conectado, utilizar plásticos ruidosos y demás música concreta..." Digo, repito, vehementemente casi y con la misma violencia que nos propone Alberich (un abrazo, Alberich) que si hay que toser porque no queda mas remedio se tose ¡vaya!. Y porque no quede mas remedio ¡vaya! Y cuanto menos mejor y la discreción va con pañuelo y con cada uno/a. El móvil, se apaga ¡por supuesto! Y no me trates de usted. ¡vaya! |
| ||||||
Vaya. Lo que yo digo es que ni ust.... ni tú ni yo deberíamos decidir qué se puede hacer en una sala de concierto. Para empezar, porque nadie se iba a sentir obligado a compartir nuestra opinión ni a seguirla. Será una opinión más dentro del "todo vale", "todo es opinable". Deberían ser los teatros y salas de concierto. Y si se puede hacer de todo, que lo digan también. Lo de que la educación del público se da por supuesta, no pasa de ser un mal chiste, sobre todo cuando basta uno solo para estropear lo que están escuchando mil quinientos. |
| ||||||
Hola amigos: Hace unas semanas asistí a un concierto en el Auditorio de Oviedo. A una señora - de aspecto bastante cutre - le sonó el móvil. 1.- Desde que empezó a sonar hasta que lo encontró pasarían 30 segundos 2.- No contenta con ello: CONTESTÓ A LA LLAMADA!!! Casi la linchan. En fin, de todo hay y muchos que se aburren. Saludos. |
| ||||||
Ja,ja,ja...muy bueno waffenlos... ¡desde luego que esa señora no sería habitual de los conciertos!, su actitud no tiene explicación. Lo del aspecto cutre supongo que es una opinión subjetiva, ¿no?. |
| ||||||
Pues en Oviedo no se, pero en la ciudad donde más tiempo suelo vivir no sería ni anécdota, sucede más o menos día sí día no. |
| ||||||
Pues yo fui el otro día a Luisa Miller y justamente cuando se estaba interpretando el aria de tenor más célebre de la obra ("Cuando li cede al piancito... a mi tradia...." -perdón por la ortografia-) va y suena un móvil un par de veces. No transcribo lo que pensé en ese momento por si hay menores por aquí... Para matarlo /a . La primera vez que asistí al Parsifal de les Arts, un tiparraco (que no era mujer, sino del género porcino) e dedicó a hacer ruidito frotando su chubasquero. Yo le chistaba y no me hacía ni caso (suprimo el calificativo). El resto del púbñico de mizona, no decía nada. Nadie más le llamó la atención. Quizá estuviera frotándose algo.. ya que el citado chubasquero lo tenía en su regazo. Para colmo, una señora (esta vez sí que era del sector femenino) se notaba que estaba acalorada y se puso a abanicarse con el programa de mano dale que te dale. Yo le chistaba. Ella ni caso. Nadie más que yo se quejó. Al final se me huncharon las narices y en un momento en que el público apaludía aproveché para decirle en voz alta: "Ya está bien, señora, deje de molestar." Me dijo. " ¿Cómo se atreve? ¡Es usted un grosero! Nadie me secundó, así que me callé y, afortunadamente tan sólo dedicó un par de minutos más a darle al programa de mano a modo de abanico. El señor del chubasquero estaba unas butacas a mi derecha, y la señora acalorada, otras tantas butacas a mi izquierda. Si no hubiera sido por la distancia que les separaba, hubiera creído que la talludita señora (que no era un cría, por cierto) se había acalorado ante el espectáculo del señor tattadito del chubasquero. ¡Cómo me jorobaron la obertura parsifaliana. Esto me pasó en una zona de 95 E la entrada. Cuando repetí fui a una de 38 donde personas que no se pueden (o no quieren..) permitirse determinados lujos estaba calladita, sin toser, comer caramelos, etc. Me da la impresión de que un buen porcentaje del público que va a la ópera no es amante de la lírica, sino que se aburren como otras y acuden por motivos extramusicales. Como seamos tan permisivos, cualquier día entrará alguien con el transistor en marcha para oír la radio o -hablando de sonidos fisiológicos- se tirará un pedo o un erupto. No me extrañaría que nadie dijera nada.... Y luego hay quien dice que la "Educación para la Ciudadanía" no sirve para nada y que es puro adoctrinamiento. Antes que melómanos, hemos de ser ciudadanos respetuosos con lo demás (versión laica) o amar al prójimo como a nosotros mismos (versión religiosa). Amén. Rex. |
| ||||||
Vaya, entre los numerosos fallos de tecla que he cometido, hay uno que queda muy mal. Cuando dije "erupto", quise decir "eructo". Quizá me salió la "P" de la porra inconscientemente, ya que quizá el frotamiento del señor dl chubasquwro se debiera a que tenía una "erupción" (con "P") cutánea y por iba frotaba y frotaba.... Un cordial saludo. Rex. PS. Vaya, le he vuelto a dar a alguna tecla equivocada. Es que me he comprado un ordenador portátil 8que se me orobó el viejo) y no me acostumbro a tener las teclas tan juntas y pequeñas, que bastante manazas soy yo para hilar tan fino. En cuanto pueda me compro un teclado más grande con nconexió USB, que el viejo era de los antiguos y no me sirve para éste. Saludos. |
| ||||||
Rex, yo he tenido ya infinitas broncas por molestias de ese tipo y por otras mucho peores, y para colmo, creo que seguiré teniéndolas. Lamento repetirme tanto, pero mi cabreo sobre este asunto es principalmente con quienes dirigen las salas, más que con los maleducados en cuestión, pues estos los habrá siempre. No me parece lógico que yo tenga que ir de bronca casi en cada concierto, ni me apetece hacerlo, y encima pagando: debería ser la sala la que clarificase la situación, por lo menos. -Si todo eso que me (nos) molesta está permitido, me ahorraré gastarme un euro más comprando entradas: me dedicaré a oir música exclusivamente en grabaciones o tocándola yo mismo al piano, y cuando mi dinero y circunstancias laborales me lo permitan, asistiré a salas con criterios mejor definidos de otros países. -Si por el contrario, parte o todas esas molestias no están permitidas, debería declararse así claramente por la sala, a la que le corresponde además poner los medios adecuados para que se cumplan sus propias normas de conducta. Pero a los cargos directivos les resulta más cómodo lavarse las manos. Creo que tan solo cuando algún divo de la dirección o de la interpretación se queja, son capaces de pensar que quizás algo no está funcionando del todo bien en la sala... pero de pensar eso a que decidan hacer algo efectivo, media todavía un largo tramo que nadie parece dispuesto a recorrer. Y además, no todos los divos se quejan, mientras se les pague todo lo que piden. Y según tengo entendido, por actuar en España suelen pedir bastante más que por actuar en otros países. |
| ||||||
Hola a todos y en especial a los políglotas: A Poem The Coughers of Cologne have joined forces with Cologne Clappers and established the Cough and Clap Society a non-profit-making organization whose aim it is to guarantee each concertgoer’s right to cough and applaud Attempts by unfeeling artists and impresarios to question such privileges have led to a Coughers and Clappers initiative Members are required to applaud immediately after sublime codas and cough distinctly during expressive silences Distinct coughing is of paramount importance to stifle or muffle it forbidden on pain of expulsion Coughers of outstanding tenacity are awarded the Coughing Rhinemaiden a handsome if slightly baroque appendage to be worn around the neck The C & C’ recent merger with the New York Sneezers and the London Whistlers raises high hopes for Cologne’s musical future. by Alfred Brendel, taken from ONE FINGER TOO MANY Faber Poetry Series |
| ||||||
Pues vale. No me interesa lo más mínimo lo que se tenga que decir en inglés. Tenemos una lengua maravillosa e internacional. El castellano. Y el gallego. Y el catalán. Y el euskera. Los ingleses, que por cierto tampoco tienen tanta tradición operística, pueden aprender nuestros idiomas que tampoco les vendría muy mal. ¡¡Meus pobres!! |
| ||||||
Hello patriota Antón, "No me interesa lo más mínimo lo que se tenga que decir en inglés" Allá tú... En ese caso, no me molestaré en traducir la lengua de la pérfida Albión Abur! |
| ||||||
Gracias, merlin, por el irónico texto del pianista austro-checo. Algunas expresiones se me escapan, me vendría bien la traducción. ¿Se está refiriendo a la ciudad alemana de Colonia? ¿tendrá algo que ver el origen latino de esta ciudad? |
| ||||||
Sí, hombre, sí, merlin. Disculpa si te he ofendido. Haz esa traducción, por favor y no emplees tu magia conmigo, que te temo, jejeje. Por una parte "lo inglés" me es soberanamente indiferente. Por la otra Shakespiere es mi segundo autor favorito...después de Cervantes. Amor-odio. ¡Así somos algunos...o sea...todos! |
| ||||||
La traducción se la dejo a los profesionales (y además de un poema, uf!), pero en resumen, se trata de la fundación de la Sociedad de Tosedores y Aplaudidores de Colonia reivindicando su derecho a toser sin disimulo, especialmente durante los silencios o a aplaudir entre movimientos. Es una sociedad sin ánimo de lucro (con sus premios, etc...) que se ha fusionado con los Roncadores de Nueva York y los Silbadores de Londres, lo cual alberga un futuro prometedor. Claro que todo esto es hipotético, o no? De todas maneras, si hay que toser mejor hacerlo rápido, porque recuerdo una mujer intentando ahogar su tos embargada por la emoción, imagino de la muerte de Sigfrido en el Liceu. Casi acabó con ella y, al final, acabó tosiendo muy sonoramente aunque solapada ya por la orquesta. Yo he soportado aplausos entre todos los movimientos de la Sinfonía 9 del Nuevo Mundo de Dvorak, a pesar de que en el primero ya se dijo que no, que la cosa no iba así. Se trata de la Colonia alemana, sí, pero creo que en todas partes cuecen habas o kraut o lo que sea Antón, me estás comparando con una bruja de Shakespeare? Qué es "lo inglés"? También podría haber escrito en catalán, por ejemplo, pero no tengo ganas ni tiempo de discusiones estériles M. |
| ||||||
Merlin, te temo..........jejeje... |
| ||||||
Brendel habría ampliado mucho ese trust, si hubiese echado un vistazo a latitudes más meridionales: los "manejadores de plásticos de caramelos", los "agitadores de juanolas", las "revolvedoras de bolsos", los "charlatanes incontinentes", los "taconeadores del suelo", y por supuesto, el grupo estrella, los "virtuosos del móvil". Y por el este, no resulta un holding en absoluto despreciable la poderosa Federación de Tosedores Rusos: nada que envidiar a las peores potencias occidentales, sobre todo si tomamos en cuenta su glorioso antecedente, la Unión Proletaria y Burócrata de Tosedores Soviéticos, con un brillante curriculum de destrozar infinitos documentos sonoros históricos. |
| ||||||
Soy asiduo al Palau de le Arts de Valencia, y me alegro de no ir armado por que de lo contrario mi fiel espada Nothung habría segado más de un gaznate en el mismo asiento. Como sufridor de los tosedores, móviles, plasticos de caramelitos y señoras moviendo sus collares, propongo que todos los miembros de este foro mandemos una carta o correo electrónico a Helga Schmidt - intendente del Palau de les Arts - para que en los programas de mano les indique a esta banda de impresentables las normas de comportamiento en tan magno acontecimiento. En vez de juntarnos aqui a lamernos las heridas acústicas, ¡¡actuemos¡¡ por una tetralogía sin paletos ¡¡¡ |
| ||||||
Recuerdo que en el vestíbulo del Meyerson Symphony Center en Dallas -una de las salas de concierto más bellas y más acústicamente gratas que conozco- había dos grandes bombonas repletas de caramelos de eucalipto, gratis. No he regresado allí desde hace bastante y no sé si lo de los caramelos se ha mantenido, pero lo cierto es que verdaderamente funciona, pues no recuerdo oir a nadie toser. Y vaya la de conciertos a los que he asistido en el Meyerson... |
| ||||||
Huy, pues eso con la picaresca española... quita de toser, pero trae a cambio el característico ruido del caramelito abriéndose, ronchando, etc... además es que es un sonido penetrante... es como el triángulo: es pequeño, es uno, pero se escucha por encima de la orquesta. |
| ||||||
Afortunadamente, los caramelos de eucalipto (para la tos) vienen envueltos en papel encerado sin brillo -no en celofán, lo que los hace muy silenciosos y creo que esto es internacional. Claro que no faltará algún guachinango que se divierta masticándolos como un tiranosaurio rex, pero de esos hay menos. En fin, si esto fuera el mayor problema de la ópera en estos días, estaríamos muy bien... |
| ||||||
Lo del caramelo en papel insonorizado me parece una idea excelente. Me ha recordado una anécdota opuesta. Un pueblo de la comunidad valenciana, se les ocurrió hacer un concierto sinfónico en la plaza, al aire libre. Tocaba un amigo, así que me acerqué a escucharlo (o algo así). Se pueden imaginar lo que representa un concierto en plaza pública de pueblo, si uno cae en la cuenta en las bandas de moteros que anidan en todas las pequeñas poblaciones de la península. Pero la guinda la puso la propia organización, muy lúcida: en el descanso repartieron a todas las damas del público una rosa envuelta en un grande, útil y ruidoso papel celofán. Se lo pasaron bien las señoras, en la segunda parte. |
| ||||||
Por cierto, mrubio. Estaría dispuesto a secundar esa iniciativa, pero soy absolutamente excéptico (más bien absolutamente pesimista) sobre que ofrezca algún resultado. A esa gente habría que tocarle algún lugar sensible si se quiere conseguir algo, que desde luego no es ese. No tienen muchos, habría que empezar por pensar cuál y cómo. Aunque en el caso concreto de Helga, ¡quién sabe!. Esta mujer está haciendo cosas muy raras cada vez que se protesta. A mí hasta me regaló un paraguas. |
| ||||||
Por alusiones. Dijo ls "Claro que no faltará algún guachinango que se divierta masticándolos como un tiranosaurio rex, pero de esos hay menos." La verdad es que mi especie está en peligro de extinción. Hay quien piensa que hace miles de años que nos extinguimos, pero no es así. Aún quedamos, mi hermano el tiranosaurio fex y yo, que soy el rex. Da la casualidad de que estamos construyendo una mansión para los dioses y tenemos apalabrada la diosa Fertilitis como pago. Como nos sabemos la historieta de Fafner y Fasolt, no va a haver ningún diocesillo de tres al cuarto que nos engañe, que nosotros preferimos una buena hembra antes de baratijas y bisutería. Así que será mejor que se anden con ojo, que tanto mi hermanito menor como yo hace tiempo que no conocemos (en el sentido bíblico de la palabra) mujer, y en cuanto la tengamos, ya se pueden imaginar lo que vamos a hacer, que la continuidad de la especie es lo primero. Por cierto, yo -que soy el mayor- seré el primero en disfrutar de las delicias de Fertilitis... Vamos a crecer y multiplicarnos; y nos nos conformaremos con comer caramelitos hagan o no ruido, que nos vamos a zampar precisamente a todos esos especímenes que molestan en conciertos y represntaciones. Sólo nos tienen que decir sus nombres y los apuntamos en nuestro menú particular. Un cordial saludo. Tiranosaurio Rex. PD. Hagan de favor de insinuar a esos especímenes que vayan bien bañaditos y limpitos, que los tiranosaurios no somos como nos pintan, que para nosotros es muy importante el sabor de lo que ingerimos, no sea que adem´s de molestar con el ruido, "canten" por otros motivos de índole olfativa, que ya sería el colmo. |
| ||||||
Rex, te voy a encargar un menú que te vas a chupar las garras. Por fín una propuesta sensata. |