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Tristan en Madrid |
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Hola Ayer tuve la oportunidad de asistir al estreno de Tristan y me gustaría daros muy resumidamente mi opinión. Excelente los cantantes, todos. Waltraud Meier fue la reina de la noche, soberbia. Cierto que la voz ya no es lo que era, algo áspera y en algún momento se le quebró en algún agudo. Pero estuvo sensacional, y nos dejó a todos sobrecogidos en el Libestod. Tristan, cantado por Robert Dean Smith, estuvo también sensacional, no tiene la potencia del resto de cantantes que le acompañaron, pero con un bonito timbre, afinación precisa y caracter dramático. Kurwenal estuvo extraordinarrio, cantado por Alan Titus, con un carácter dramático muy efectivo, especialmente en el tercer acto. Brangane estuvo a cargo de Mihoko Fujimura, una gran voz, pero tal vez algo fría. Rene Pape, que ya ha cantado el papel del rey Marke con Barenboim, estuvo a su nivel, extraodinario. Hasta Melot, cantado por Marco-Buhrmester estuvo a la altura. La orquesta fue pitada por un sector del publico de los pisos superiores de forma notaria al inicio del tercer acto y al final. Cierto que la cuerda y el metal, en algunos momentos desafinaron sonoramente, pero globalmente creo que estuvo bien. La escenografía estuvo a cargo de LLuis Pascual, que la había estrenado para el teatro de Napoles. No fue nada provocativo y ni siquiera le abuchearon. En resumen una velada extrordinaria, con un elenco de cantantes irrepetible. A ver el otro repertorio (J Frederic West y JM Charbonnet) como lo hace. Me gustaría conocer vuestras opiniones. Un saludo. |
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Gracias por tu comentario, yo asistiré la próxima semana. También estoy interesada en todas las opiniones posible de foreros que ya hayan asistido. Un saludo. |
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Gracias por tus comentarios, Josemora. Yo iré el 21, con la Charbonnete. Ya te comentaré. Me preocupa lo que dices de la orquesta... |
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Función interesante. Puesta en escena convincente. Tres actos con la presencia de un bello mar, algo muy pertinente en esta obra compuesta musicalmente en gran parte bajo la influencia de las sonoridades de los canales de Venecia, situados en épocas diferentes, primero la leyenda medieval, segundo la época de Wagner, tercero más actual. Primer acto maravilloso, clásico, de una belleza deslumbrante, con una sugerente proa de un barco que se empina cuando la música se vuelve más turbulenta acompañado de rayos sobre el mar. Al final tras la bebida del filtro del amor, el barco se parte por la mitad, ¿es esto un contrasentido? ¿O es el reflejo del abismo que se sitúa entre ambos que les lleva al irremediable trágico final? Segundo acto también disfrutable. En el dúo se empequeñece el mundo y se agiganta la noche y el mar, los árboles se superponen, quizás representando lo que cuentan las primeras leyendas del Tristan, que sus semillas se localizaron en sus separadas tumbas y al crecer su copa y sus ramas se entrelazarón afirmando esa unión infinita y universal. Tercer acto situado en una especie de sanatorio, quizás el más discutible y menos afortunado, la estética ya está muy lejos de la brillantez del primero, pero en resumen general se puede hablar de una puesta notable. La dirección musical es posible que sea el aspecto menos conseguido y el que haya lastrado el resultado global de la representación. Sonido orquestal mejor que en otras ocasiones, pero nunca se ha conseguido el vuelo romántico que requiere la obra y tampoco se ha tenido en cuenta lo que sucedía en las tablas, donde se encontraba un tenor vocalmente insuficiente y una Meier claramente tocada. Isolda. Meier es una de las cantantes a la que he podido seguir su carrera que más he admirado. En los últimos años como es natural ha comenzado un leve declinar que se evidenciaba en unos bajos menos consistentes y unos agudos emitidos con mayor dificultad. Ayer en el estreno creo que estaba algo tocada o su decadencia se ha agudizado en exceso. Estoy casi seguro que sus prestaciones mejorarán en próximas funciones porque se notaba una fatiga que le ha llevado a resaltar más sus dificultades vocales, llegando incluso a afectar a la opulencia de su registro medio. Los agudos ya no eran difíciles en los extremos, esos dos Does5 y los Si naturales, sino que en el primer acto estuvo calante en laes y soles. Le costaba girar la voz y lograr la adecuada colocación. Sus graves fueron menos consistentes y estuvo claramente reservona hasta el final de la obra, cuando la última Isolda que la vi, hace un año en Berlin, salió a escena como un torbellino que todo lo arrasaba. A pesar de los problemas vocales nos queda una cantante con una voz que más quisieran otras y que además compone un personaje que te emociona y te lo crees, sufre con ella, amas con ella, mueres con ella. Lleva a Wagner en las entrañas y se nota a la hora de trasmitir todas las emociones. La muerte final no la canta, la expresa. Tristan. Robert Dean Smith no tiene el instrumento necesario para cantar Tristan. Tiene la voz bien colocada y canta bien, pero su voz es apropiada para roles más líricos. Se reserva para el tercer acto y se muestra totalmente insuficiente por falta de potencia y resistencia. El último Tristan que he visto ha sido el de West en Oviedo y no hay comparación posible. Lo mejor de la noche sin duda alguna el Rey de Pape. Señores hay que quitarse el sombrero ante este cantante que mejora como el buen vino. Sensacional. Qué fraseo, apabullante dicción, potencia, hondura, expresión, medias voces, lo tiene todo, BRAVO. Fujimura estuvo notable como Brangane, especialmente en la finura que demostró en el canto interno que acompaña al dúo de amor. Titus como Kurwenal estuvo correcto, demasiado dramático su tercer acto, pero con gran potencia supo convencer, necesitaría un poco más de sutileza para expresar los resortes de la amistad que esconde su personaje. Buen melot de Alexander y muy bien el marinero y pastor de Rodríguez cantados con mucho gusto. En resumen interesantes funciones que mejorarán seguramente en próximas representaciones. |
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Hola Mejor expresado que como lo hace Le Gouverneur, creo que es imposible. Coincido con él en todo. El montaje de Pascual es mediterráneo y atemporal, como el mismo dice en el programa de mano, el primer acto podrìa situarse en el siglo XII, el segundo en la época de Wagner, y el tercero en el actual, más en un sanatorio que en un hospital. La verdad es que el tercer acto es el más flojo escénicamente, pero deja vía libre a que Isolde puada acercarse lo máximo a los espèctadores y disfrutar de su libestod al máximo. Cierto que en Berlin hace un año, la Meier estuvo en sensacional con Barenboim, que hasta los músicos no pudieron reprimir sus emociones, pero la escenografía la alejaba un poco del espectador. No conozco bien la orquesta del Real, pues soy de Barcelona, pero creo que los desajustes tal vez se debieron a la noche del estreno. Cuando el público silbó sonoramente a Cobos al salir a saludar en el tercer acto, se notó en la orquesta, que de desconcentraron y el preludio de ese acto fue de lo más flojo. ’Que sensibles que son los músicos¡ Aun así, vi a muchos músicos jóvenes, tal vez faltos de madurez. Pero no conozco bien a la orquesta y no puedo opinar más. La madera, no obstante, sonó muy bien. Un saludo |
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Espero que todos ésos desajustes que comentais se hayan solventedo para el día 19.... después de tanto tiempo esperando el día no me gustaría llevar una decepción. Un saludo a todos. |
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Así definiría yo lo que pasó ayer en la ardiente escena del Real. No voy a repetir lo que tan clara y eficazmente ha contado y expresado nuestro amigo Le Gouverner, lo cual comparto totalmente. Una pena que el Acto III resultase tan decpcionante...una cosa es trasladar la acción a una época actual como resultado de un supuesto viaje a través del tiempo externo y del tiempo interno del corazón del ser humano, a modo de metáfora sobre la atemporalidad de los sentimientos y emociones expresados sobre el escenario y desde el foso, y otra muy distinta convertir la habitación de un castillo en un decadente hospital para tuberculosos...no sólamente es feo a la vista, sino que produce el rechazo del común de los espectadores y rompe la magia conseguida en los anteriores actos...ver a los cantantes encaramándose a lo alto de camas desnudas para expresar sus sentimientos, ver al moribundo Tristán poniendo patas arriba la cama de hierro en un golpe de ira con titánica (que no tristánica) fuerza y verlos otear el horizonte teniendo el mar a sus espaldas...en fin. Ver a Meier en su papel más emblemático en Madrid está siendo todo un lujo y un privilegio... haber tenido amigdalitis tras sus funciones en Milán puede haberle provocado estar en peores condiciones vocales que en aquel otro escenario. La realidad es que a su edad, tras muchos wagners a sus espaldas, su estado vocal es totalmente admirable y aún muy aceptable...quizá ya no por mucho más tiempo, eso sí. Lo peor del Tristan de Robert Dean Smith es que resulta pusilánime y lánguido...nada heróico, ni en el metal ni en la interpretación que resulta plana y poco convincente ni en el volumen, claramente escaso para este papel; además de poco sexy! Bonita voz, buena afinación, pero no es Tristan. Por último decir que me pareció exagerado abroncar a López Cobos al comienzo del acto II y oir los gritos de "Vaya mierda de orquesta" al acabar las ovaciones finales ( y yo soy de los que abucheo a pleno pulmón). El día del estreno es muy difícil para una orquesta no ducha en lides wagnerianas...que las trompas no pifien es imposible en estas orquestas. Faltó vuelo romántico en las cuerdas, lirismo...el preludio del acto I fue sólo discreto; se palpaban los nervios y la LIebestod fue acelerada y descompasada con el tempo que intentaba llevar la Meier, acostumbrada a cantar con más hondura y trascendencia que la que imprimía el foso, lo que restó emoción amén de cierta tirantez en los agudos y aspereza en los saltos de notas y cierta dificultad para encontrar el punto preciso de emisión de algunas notas. Será que yo llevaba en mente la grabación que hice de la radio en Bayreuth en 1996...plena de lozanía y juventud vocal...pero la edad no perdona a nadie...tristemente ni siquiera a los dioses del Olimpo wagneriano. También notar que el director debería haber controlado más el volumen de la orquesta para no tapar tanto a los cantantes en los momentos climáticos. Desde mi localidad, a escasos metros del escenario, atronaban los metales. Con todo la orquesta tuvo momentos bien conseguidos y resueltos como el climax del dúo de amor en el que también Meier dio lo mejor de sí misma en la velada. Esperemos que en las otras 2 funciones a las que asistiré mejore n los resultados orquestales. Pena no haber emparejado a West que, aunque más tosco y menos afinado y elegante, tiene una vena y potencia heróica totalmente imprescindibles en este papel. Los que tuvimos oportunidad de escucharlo y verlo en el Auditorio de El Escorial hace un par de veranos como Siegfrid sabemos de lo que estamos hablando...WOW! A disfrutar wagnerianos...que después de Meier...sólo la sequía...La Stemme no le llega ni a la altura del betún como intérprete, a pesar de su vozarrón. |
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Yo también voy el 19 y tengo ilusión por encontrarme con una velada interesante, pese a que las cosas negativas que se han dicho respecto a algunas asuntos (Meier, orquesta, Pascual) son previsibles. Por cierto, Le Governeur... ¿De verdad piensa que la Meier es una gran voz? Y aunque así fuera... ¿Piensa que eso es fundamental para cantar bien? ¿Puede nombrarme alguna Isolda, histórica o actual, con fama equivalente a Meier o algo menos, que tenga "peor voz"? ¿Qué les parece la voz de Francisco, el de la copa de vino, para cantar Tristán? Porque la voz es buenísima... Como ven, ya escribo sobre la eterna pesadilla hasta con humor. Abrazos. |
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En la representación de ayer día 17, la orquesta fue aplaudida, como hace mucho no se aplaude en el real, una buena reprimenda biene bién, pero bién nos vendría cuidar lo nuestro. Un saludo. |
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¿Alguien estuvo ayer y puede comentar algo de la Charbonet y West? Estoy leyendo algunas ¿"críticas"? de prensa sobre este Tristán del Real en las que se hace referencia a las recientes y "memorables" jornadas de la Scala, y me pregunto si tanta unanimidad, tanta hambre de Wagner y tanto fariseismo (Barenboim, Chereau, Meier, ...) no estará nublando el buen juicio y la supuesta capacidad de análisis objetivo de los que se ganan la vida escribiendo sobre espectáculos como el que nos ocupa. Por cierto, este es mi primer post en este foro. Enhorabuena a sus responsables y gracias a todos por compartir vuestro saber. |
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Ayer estuve en el estreno del segundo reparto. Charbonet es claramente inferior a Meier a pesar que esta no se encontró en su mejor forma en el estreno. La voz es potente, con un color de cierta oscuridad en los graves y centro, algo tremolante en los agudos, registro en el que tiene bastantes dificultades. No tiene esa magia que tanto se habla de Meier, pero es una cantante correcta, algo por debajo del nivel medio del cast, que es de categoría. Escuchar a Jon Frederic West es siempre algo especial. Es al único tenor que verdaderamente se le puede catalogar como Heldentenor en los últimos 20 años, y sólo por esto ya merece la pena escucharle. Sufre en algunos momentos del segundo acto, cuando el canto requiere mayores plegamientos líricos, pero cada vez sus intentos son más plausibles. Su baza fundamental para el éxito es el espectacular derroche de potencia y resistencia en el tercer acto, magistral, una auténtica exhibición. Pape otra vez fantástico. Kurwenal y Brängane discretos, aunque en el primer acto Alexander Marco-Buhrmester estuvo muy bien. La orquesta me gustó más. En el tercer acto hubo momentos que consiguieron un mayor vuelo, quizás al tener un tenor más potente tenían mayor margen para dinámicas sin tener que estar tapando todo el rato las voces. El día del estreno hubo un exceso de sonoridad sin haber unas dinámicas excitantes, creo que en Wagner no hay que buscar una alta sonoridad continuamente, sino esperar de manera cauta para la resolución de los climax. La producción que había visto en patio de butacas en el estreno pierde mucho desde el último piso que es donde me gusta escuchar a Wagner, sobretodo cuando hay un tenor como West. Se pierde la perspectiva para la que está creada, no se puede pensar sólo en el público que está abajo. El acto más dañado es el primero. Lo que era un cuadro de una belleza espectacular, un barco en mitad del mar con un cielo donde se proyecta sin parar el ir y venir de las nubes, los rayos etc, se convierte en algo absurdo visto desde arriba. El cielo no se ve, el mar es una mancha marrón que no parece mar y el barco es un trozo de madera en mitad del escenario. Un abrazo PD: Señor Samuelisch, claro que Meier es una gran voz, o por lo menos lo ha sido y por supuesto que se necesita una gran voz para ser una buena Isolda, por lo menos en mi opinión. Sobre Francisco, le he escuchado varios Tristanes en Bayreuth y es junto a Melchior uno de los Tristanes históricos. |
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A ver si hablamos con propiedad señores mios. Estoy cansado de q se confundan los términos: escenógrafo, director de escena, coreógrafo........ la escenografía está firmada por Ezio Frigerio. Lluís Pasqual es el director de escena, algo muy distinto, aunque trabajen en equipo y contrasten opiniones. El director de escena crea la idea, el concepto de la puesta en escena, los personajes, sus relaciones etc,... Habla con el escenógrafo que diseña el espacio y los elementos q lo componen. Si existe ballet, coro y figuración el coreógrafo o asistente de movimientos ayuda a componerlos y organizarlos. El figurinista, siempre siguiendo las indicaciones del director de escena, crea el vestuario y los figurines de cada personaje y colectivo. Finalmente el iluminador diseña la iluminación siguiendo las mismas pautas. Ya es hora de q empecemos a distinguir la labor de cada uno. Ya casi no existen direcores de escena que se encarguen de todos esos aspectos. Ahora se trabaja en equipo de manera multidisciplinar. Por favor lean la información escrita en los programas. Continuamente leo en todas partes errores y confusiones al respecto. |
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Hola a todos. Es mi primera intervención en el foro, y creo que ésta no podría venir con mejor ocasión que la de comentar la representación de un Wagner en mi ciudad. Estuve el día del estreno. Mi opinión coincide en mayor o menor medida con lo comentado hasta ahora. A mí la representación me dejó un sabor agridulce. Dejando lo dulce para los postres, como mandan los cánones, empezaré por comentar lo agrio. La orquesta: yo no grité, pero me quedé con ganas. Desde el primer momento, se vio que no iba fina. Pifias y entradas a destiempo aparte, le falta matiz y carácter. Las transiciones son bruscas, lo contrario a un "mar ondulante", el rango tiene pocos registros, los metales braman... pero sobre todo es que no emociona. No puedes evitar trasportarte por momentos a alguna de las grabaciones que tienes en la cabeza y comparar. Y en esta ópera en la que, quizás más que en ninguna otra, la música ES la acción, no contar con una orquesta que transmita hace que la representación pierda mucho fuste. Dicho esto, creo que van mejorando y esperemos que en siguientes representaciones la cosa mejore (ya hay un mundo entre este Tristán y "aquel" Rheingold, ¿no?). Tristán: de acuerdo en general. Voz muy bonita pero insuficiente. Le faltan tanto potencia como dramatismo, amén de parecerme un "cantante-palo" con muy poca teatralidad, lo que se hacía más patente al compararle con la muy teatral Meier y el grandísimo -en todos los sentidos- Pape. Pensé que estaba reservón en el primer acto, pero llegó el tercero y seguía sin dar más de sí... Una pena, porque sobre el papel prometía más y porque bajaba a mi juicio la media de un elenco fantástico. Y ahora, lo bueno: La puesta en escena: estupendo, estupendo, estupendo primer acto, de estética -precioso el mar- y concepto. El barco partido, evidenciando el abismo que les separa una vez que se reconocen en ese amor, me pareció muy bien traído y me emocionó. El segundo me gustó estéticamente, pero el concepto no lo tengo aún bien cogido. Tras la lectura de algún comentario en el foro, me ha parecido muy interesante lo de que el mundo se estrecha, si bien el movimiento de los árboles (no sé, tal vez un cambio de perspectiva) todavía no lo he llegado a entender muy bien. El tercero, regular. Coincido en que lo del sanatorio es discutible, aunque ¿no es cierto que Kurwenal lleva a Tristán a Kareol a sanarle de sus heridas? Isolda: cierto que no estaba plena de voz (la noté sobre todo tirante en los agudos, que tuvo que cortar en más de una ocasión) y que en el primer acto se reservó un poco, pero cuesta imaginarse a una Isolda -viva- mejor. El personaje es SU personaje, lo vive y te emociona. Fantástica su interpretación en el segundo acto y sobrecogedor el Liebestodt, donde lloré a raudales viendo y oyendo. Marke: para mí el mejor de la noche. La majestuosidad de su porte escénico hace honor a la muy bella voz que posee. Su intervención del tercer acto fue para mí el gran momento de la representación: una interpretación fantástica y una Isolda que lo decía todo con esa mirada entre doliente y ausente que los que tuvimos suerte de estar cerca pudimos apreciar. El resto del reparto, a la altura. Alan Titus algo desaforado, pero es que el personaje también lo es. Brangane posee una voz muy hermosa e interpreta bien. Bien también por el pastor y marinero y bien por el timonel (muy linda voz, sí señor, la de este chico), bien por Melot. En resumen, una gran velada. El día 23 repito (por cierto, que tengo una entrada de butaca por si alguien del foro se anima: mi Isolda se va a quedar con los niños porque nuestra Brangane no puede venir a cuidarlos). Perdón por el super rollo y un abrazo a todos los del foro; les vengo leyendo desde hace un tiempo pero nunca me había decidido a escribir (su nivel me supera con creces). Al final he pensado que, como se suele decir, lo importante es participar... |
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Guillermo, tiene más razón que todos los santos juntos. Me sumo a usted en esa reinvindicación y pido claramente (se ve que otros sistemas no surgen efecto) que se deje de hablar de voz cuando realmente se habla de sonido y técnica. La voces son grandes o pequeñas, están colocadas o descolocadas, son adecuadas o inadecuadas, y poco más. Escriban sobre lo que se hace con la voz (bien o mal), pero dejen de hablar sobre las voces, por Tutatis. El sonido es tremolante abajo, no la voz, por un problema técnico. Y ya que se dice, no estaría mal que se hablara levemente de por qué se produce y qué implica. Porque oídos tenemos todos (aunque el oido musical no sea tan fácil de atrapar). Esto no es un catálogo, es un foro de opinión. No creo que en algún foro sobre museos de España se pueda leer algún mensaje en el que únicamente se diga que las paredes interiores de la ampliación de El Prado son rojo Pompeya. No tiene sentido señalar lo que podemos percibir. ¿Qué nos puede importar que la Meier esté tirante o que en la puesta en escena se vea el mar? El verdadero tema sería, a mi entender, las razones y consecuencias en la representación. En otro orden de cosas, estimado Pulgarcito, es muy difícil que los críticos que se ganan la vida con esa actividad sean "objetivos", ya que si se ganan la vida con ello desde luego no viven de lo que les pagan por hacer reseñas. Creo que me expreso bien. Aunque bueno, también dan conferencias, escriben artículos, programas de mano, etc.; pero mucho tienen que trabajar para vivir de ello. Aparte, cualquier revista subvencionada, con publicidades por ejemplo como las de Audioclásica, que tiene comprometidas 3 portadas al año con Universal y una censura de extremos granguiñolescos sobre todo lo que se escribe en ella, pierde, a mi modesto entender, cualquier credibilidad, sobre todo en cuanto a crítica discográfica. Algunos críticos también se dejan llevar por rencillas personales y disgustos en momentos dados y, así, pueden expresarse con desagrado en festivales donde no se les aloja en el parador, como ocurrió no hace mucho. Igualmente, hay reseñas de gente en general muy interesante, como las de Diverdi, que son casi publicidad, porque se trata de vender el disco y se escriben siempre poquisimas cosas negativas de él. Lo bueno es que, como en esta publicación el asunto está claro, sabemos a qué atenernos. Lo malo es cuando no queda claro. Yo recomendaría leer comentarios de gente que no se mueva en círculos determinados, o que a poder ser escriban en revistas poco subvencionadas (eso siempre paga peaje), estén en el formato que estén. Fichar a algún crítico que vaya coincidiendo con nuestros gustos y seguirlo. Y siempre leer sabiendo a qué atenernos en cuanto al medio y al que escribe. Es fundamental. Un abrazo. |
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Señor Samuelisch, primero no sé qué encuentra divertido en criticar lo que escriben otros foreros, cuando es seguro que está capacitado para hacer aportes más interesantes, pero es que además no tiene ninguna razón. Hacer una diferenciación entre voz y sonido es realmente algo insignificante, la voz como todo el mundo sabe, es el sonido provocado por el aparato fonador humano y esos sonidos no son sólo grandes o pequeños, hay infinitos matices. Segundo hacer una pequeña descripción de cómo es una producción, además de no hacer daño a nadie, puede interesar a quienes no tienen la ocasión de asistir en directo a la representación y se quieran hacer una idea de cómo es la escenografía y la dirección escénica. Un abrazo |
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Madre mía... |
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Yo vi el ensayo general sábado 12; la Meier no cantó a voz todo el rato, pero aún así estuvo bien, aunque probablmente alguna pauta de dirección escénica le hubiera ayudado más; los demás cantantes muy impresionantes, salvo Tristán, al que quizá le faltaba volúmen (claro que por ser un ensayo quizá se estaba reservando). Lo más flojo me pareció la orquesta, correcta, pero muy pobre y apagada, sin nada de fuerza. En cuanto a la puesta en escena, creo que no hace más que añadir un fracaso más al terrible curso que lleva el Teatro Real este año, que desde el Boris y con la excepción de la de Britten, no ha levantado cabeza: creo que hacía mucho que no me aburria tanto en la ópera. ¿Dónde están la metáfora, el drama, la pasión? ¿A qué vino esa cursilada de las cortinas durante el dúo de amor, que luego dio pie a una insinuación de lo más vulgar? ¿A qué venía ese balanceo aleatorio del barquito (!!!) en el primer acto? ¿Por qué esa evolución temporal -reflejada en el vestuario- tan injustificada? Las visules, una vez más, privilegiaban únicamente a un sector reducidísimo de la zona central del público. Resumiendo, seguimos en el siglo XVIII: ciento y pico años de evollución e investigación teatral al cubo de la basura; al parecer se siguen prefiriendo los belenes a las puestas en escena inteligentes, y el cartón piedra que patéticamente lucha por imitar no se sabe qué realidad, a la fantasía y el goce estético. |
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Estimado samuelisch, en realidad no me importa como se ganen la vida los firmantes de reseñas y sí la calidad de las mismas. Pienso que tenéis más cultura musical muchos de los que aquí posteáis que algunos de los que reseñan en publicaciones, impresas o digitales, ganen lo que ganen. Y solo hay que darse un breve paseo por la www para corroborarlo. Sería infinitamente más interesante leer un análisis de, por ejemplo, la diferencia de textura, de color o de sonoridad entre la voz de ésta Meier y la de los 90, cuando hacía Isolda en Bayreuth, que leer que el estreno fué un rotundo éxito, que la Meier es una de las mayores expertas en el papel o que cada acto acontece en una época diferente. Mañana iré a la sesión "popular" (dicho sea sin el más mínimo carácter peyorativo, sino más bien al contrario)del Real. Ver a alquien con la trayectoria de la Meier sobre un escenario cantando a Wagner no es moco de pavo, aunque su voz esté en declive. |
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Por cierto gUILLERMO; se agradece que alguien tenga en cuenta esos detalles; lo sangrante es que hasta en publicaciones "profesionales" equivocan los términos, de hecho, me viene a la memoria cierto especialista en Wagner que llamaba escenógrafo a Harry Kupfer..... Saludetes :) |
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Pulgarcito, algunos de los que aqui escribimos vamos mañana. Es lástima que ya haya poco tiempo para conocerse y saludarnos. Aun así, te doy una dirección de messenger por si es posible: flamandolivier@hotmail.com. Un abrazo. |
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No sé ustedes, pero yo, que estoy en Pontevedra, lejos del Real, agradezco infinitamente los aportes que hacen en el foro. Es el único modo que tengo de vivir la obra con todo detalle. En RadioClásica tendremos el Tristán del Real a finales de mes. Será una magnífica ocasión para escuchar e imaginar...y gracias a ustedes, escuchar e imaginar, y soñar. Gracias por sus aportes. |
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Acabo de llegar al hotel despues de ver la función del 19. Sólo una palabra: INOLVIDABLE. |
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Yo tambien acabo de aterrizar (en mi casa ;-), algo excitado aún y con los ecos de las ovaciones en el cerebro. No creo que se pueda decir nada diferente de lo ya citado hasta ahora de la actuación de este primer elenco. Si acaso, que no han pitado ni a Cobos ni a la orquesta. Ni el uno ni la otra han estado tan mal como yo esperaba por los comentarios. Algún pequeño desajuste en el tiempo con las voces, exceso de entusiasmo, sobre todo en el último acto, que según el momento impedía escuchar a los cantantes con claridad y alguna entrada de viento que me ha sonado extraña. Me ha gustado muchísimo, en efecto, René Pape. Que poderío, que justamente amolda la entonación con la melodía (algo que Titus debería cuidar). ¡Cómo me gustaría verle transmutado en Gurnemanz! La Meier. Ahh la Meier. A esta señora hay que verla. Con lo mayorcita que empieza a ser y está hasta creible haciendo de lozana veinteañera. Tanto ella como Smith, con todas sus limitaciones vocales, han rematado un tercer acto que ya les hubiera gustado ver a los italianos hace un mes, con toda su orquesta de la Scala y Baremboin incluído. No creo que nadie que haya estado esta noche en el Real pueda decir que el Sr. Smith no ha dado todo lo que tiene en dicho acto. El Liebestod es el colofón perfecto para echar el resto, y Waltraud Meier lo ha hecho. La respuesta del auditorio ha sido impresionante. Wagner gusta. Yo creo que cada vez más. |
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Tan sólo unas palabras para confirmar las impresiones de juanjo y pulgarcito. Yo también estuve anoche día 19 y fue absolutamente MEMORABLE. Aún no salgo de mi asombro de haber visto y oído los cambios a mejor en la orquesta y en Dean Smith, especialmente. Estuvieron mucho más concentrados que en el estreno, más entregados. Se ve que los abucheos hicieron mella en López Cobos y han corregido bastantes defectos, como el acompañamietno de la Meier en la muerte de amor...lograron fundirse voz y música en un "todo"...a buen seguro que Wagner lloró en su tumba. El preludio sonó trascendente, misterioso, dsconcertante...como debe ser. Las trompas pifiaron menos, salvo la fanfarria off-stage que sonó igual de mal. Hasta la escenografía del Acto III me disgustó menos! Será que uno se acostumbra a todo...no sé...hasta Trsitán no volteó la cama, sólo la arrastró...¿será que Lluis Pascual ha leído mi comentario anterior al respecto?!! Jejeje Bien cierto que Dean Smith también salió escaldado del estreno y, a pesar de que su volumen es el que es, la belleza del metal, lo refinado de su fraseo y la homogeneidad de la emisión se terminaron impusiendo a sus limitaciones...hasta ganó en expresividad. Aun así siguo pensando que como actor no alcanzó una cima interpretatica en este papel. Merecidas ovaciones, sin duda, en honor a la verdad. De la Meier sólo decir que estuvo mejor también; no sonaron tan ásperos los saltos de nota y, desde mi punto de vista, no se reservó lo más mínimo en el primer acto. En el dúo de amor, los agudos menos briosos y menos volumen en general, lo que ayudó a Dean Smith...aunque restó emoción...menos salvaje, una pasión más contenida, si cabe. Desde su aparición en escena en el Acto III, transmitió a todos esa angustia, esa desesperación ante el moribundo Tristán...Su magnetismo es tal que no puedes apartar lso ojos de ella...como algún crítico ha cometnado estso días en prensa...hipnotiza. Se superó a sí misma en este final en el que cada frase, cada inflexión de la voz, cada gesto, cada postura es una carga de profundidad. ¿Quién puede decir que Meier no es Isolda? Sentimos angustia con ella, lloramos con ella, sufrimos con ella, amamos con ella...morimos con ella. Con 52 años e innumerables Isoldas, Ortruds, Kundrys, Sieglindes y tantos otros papeles a sus espaldas...esta cantante, esta mujer en el sentido más natural y genuino de la palabra, es un auténtico milagro y nosotros unos seres privilegiados que, auqnue ya en un incipiente declive vocal, estamos teniendo la inmensa fortuna de ser envueltos por su arte y humanidad. BRAVO, Waltraut Meier, gracias por venir a Madrid y hacernos partícipes de tu legado artístico cuando, como es de esperar, es muy probable que ya no vuelvas más con este papel a nuestra ciudad...Estas representaciones ya son historia en Madrid. Una cosa más...en los intermedios del estreno se fue bastante gente...como ocurre con Wagner en el Real habitualmente, pero ayer no se movió ni el tato! Además estaba hasta la bandera...la edad media del público pasó de los 70 a los 40...¿influirá eso también en la actuación de los artistas y en la respuesta del público? ¿Será que el público del estreno es más entendido en ópera y más exigente, o si lo es , es porque paga mucho más? Si alguien tiene al respuesta...soy todo oídos. |
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El público de los estrenos del Real es, en general, cateto y adinerado, sin que lo uno sea consecuencia de lo otro o viceversa. Alguien que está dispuesto a pagar más por ver la peor función de la ronda (el estreno siempre lo es), no hace alarde de demasiado amor a la cultura, sino al pavoneo. Der Niblungen Herr |
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Totalmente de acuerdo con Der Niblungen Herr. Soy abonada del Teatro Maestranza desde su fundación, tuve la oportunidad de elegir qué día de función deseaba, escogí el segundo día que es siempre el que renuevo, evitando entre otras cosas lo del "pavoneo" y la "foto" esto no quita que vaya también días de estreno y repita funciones, pero siempre me encuentro más cómoda y saboreo mejor cualquier función que la primera. Gracias a todos por vuestros comentarios. Tendré el privilegio de oír a la Meier después de su Isolda del Real en un recital en Sevilla el próximo mes de Abril. Un Saludo. |
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Mi personal apreciacion acerca de la funcion del 19 coincide con la de Legolas en su totalidad. Pero, para eso escribo, quisiera añadir lo siguiente. RENE PAPE: Wagner en estado puro, puso a todo el mundo en su sitio, especialmente a Dean Smith, que no es un tenor wagneriano, pero que defendio muy bien su papel ( me reafirmo con lo que ha dicho legolas); yo no he estado en el Bayreuth de los 50-60´s que tanto se habla en la discografia, pero desde luego parece la reencarnacion de aquellas voces; los que hemos estado en el Real estos dias podremos recordar estas actuaciones de este Bajo que supone recambio generacional. W. Meier: la Isolda de este cambio de siglo. El montaje teatral: muy aceptable para estos tiempos que corren: el primer acto, impecable, incluido el movimiento de los arboles del 2º(¿quien no ha estado en el campo por la noche y no ha visto moverse los árboles, sus sombras y hasta las montañas?) y el lecho de un enfermo del tercer acto. Dia del estreno ¡ Ni loco! Todo el mundo nervioso, todo el mundo de pavoneo; cuanto más rodado esta un montaje, mejor puede salir. Y me llamó mucho la atencion la falta de "deserciones" que hubo; sólo en el tercer acto vi dos asientos vacios entre mis vecinos, y entre el público, gente veinteañera. |
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Pienso que en parte las personas que asisten a las representaciones del fin de semana son wagnerianos que se han desplazado hasta Madrid desde diversos puntos de la orografía...y teniendo en cuenta que las entradas del 19 volaron, sinceramente serían los más interesados. En cuanto al público joven también somos unos cuantos aficcionados, que por motivos económicos sólo pueden permitirse ciertas entradas, y les aseguro que los jóvenes que vamos a la ópera no somos por mucha experiencia que tengan otros, analfabetos en el tema. |
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Memorable, efectivamente, la función del 19/ene. Por supuesto no fue una función perfecta y se pueden poner muchas pegas. Pero ? todas las pegas quedan al margen cuando la ?cosa? funciona: cuando se te encoge el estómago, cuando se te corta la respiración, cuando se te eriza el vello. Porque hay ocasiones que te sientas en la butaca y el espectáculo acaba sin haber sentido ni la más mínima emoción (p.e. Tristan del Liceo del 2002). Y hay otras, como el Tristán del sábado pasado, en las que la función te toca en lo más íntimo y te abstrae del espacio-tiempo. La cosa empezó chunga, con un preludio soso y plano: López-Cobos en estado puro. La Meier salvó como pudo la narración de Isolda, escamoteando los agudos. Magnífico Titus (no daba un duro por él) en sus guerreras frases. La cosa dio un vuelco cuando quedaron solos en escena Smith y Meier: a partir de ahí la función remontó el vuelo: el foso se animó y los cantantes echaron el resto. Final en punta y justa ovación al terminar el primer acto. El respetable supo agradecer (no siempre pasa) lo que se les estaba dando desde el escenario. Inolvidable la sección central del dúo del segundo acto. Smith dando una lección de canto (legato, media voz, portamenti, smorzature) y la Meier demostrando porqué ha sido la Isolda de la última década. La orquesta sonaba deliciosa (terciopelo en las maderas y cuerdas), mientras los amantes escribían sus iniciales en la arena, ... hasta que el director truncó la magia con un ritmo descabellado en la sección final del dúo (efectivamente se produjo el desajuste que se menciona en otra conversación). Luego llegó Pape para que nos quedásemos con la boca abierta, y apenas repuestos, Smith puso el broche de oro con su ?O König, ??. Otra estruendosa ovación, con el público entregado. Tercer acto muy emotivo. Salvo destemplados bocinazos de los metales, la orquesta y el maestro cumplieron con nota. Efectivamente Smith no es una fuerza de la naturaleza, pero salvó con decoro su parte: hubo agudos canónicamente emitidos (y no mugidos musculados) lamentablemente cortos de volumen., se lució en los momentos más líricos e íntimos (mezza di voce en ?wie schönst bist du?) y feneció con un ??Isolde? para enmarcar. Y ? en esto llegó la Meier y todo lo demás desapareció. Y es que lo de esta mujer es algo entre magnético y mágico: no podían apartarse los ojos de ella. El éxtasis llegó cuando se acercó a la boca del escenario para cantar la sección final de la liebestot, alzando brazos y ojos: era como si estuviera cantando sólo para mí. ??Lust? calante (y que más da), música que se extingue, luz que se apaga y público conteniéndose durante un par de segundos hasta el estallido de bravos. Dos apuntes finales: Escenografía: como se apunta más arriba, queda mejor en la foto. Ahora bien, ayudó a la música y no molestaba. Tuvo detalles muy positivos y otros no tanto, pero en general daba gusto de ver. El punto negativo se lo pongo en la liebestot: la blancura cegadora de la luz durante todo el acto (un acierto) debe desaparecer en la muerte de amor: ahí debe aparecer el color. El público, notable alto. Increíblemente, nadie rompió el hechizo del silencio orquestal tras la ingestión del filtro (primer acto), momento muy propicio para que el personal tosa. Tampoco nadie arrancó a aplaudir cuando la luz comenzó a extinguirse con los últimos compases. Saludos. |
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Preciosa tu descripción, Pepe. Sinceramente gracias, me has hecho vivirlo mientras lo leía. La función del 21 fue bastante más planita. |
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La verdad es que no esperaba otra cosa el día 25. Mi única expectación era escuchar en vivo el Tristan de West, dado que sólo conocía su versión en el horrendo DVD (por escenografía) junto a Meier y todavía resonaban en mis oídos las atronadoras ovaciones de su Siefried en el Escorial de hace dos veranos. Pero la ópera (como otros espectáculos en vivo, aunque aun más éste)depende de la conjunción de infinidad de factores (incluso astrológicos!!) y, esa velada en particular, no estuvo agraciada por los astros... Para empezar, desde los primeros compases del preludio inicial intuí que la cosa iba a ir mal. Poca concentración...¿será que los músicos ya sabían de antemano que lo que iba a sonar en el escenario no iba a contagiarles de emoción? West es un fenómeno de la naturaleza. Posee un vozarrón que puede con la orquesta y con lo que le echen, de ahí que su talón de aquiles sea precisamente la tosquedad de su canto, la dificultad en apianar y disminuir el sonido...con todo su actuación fue lo único notable de la velada. Dota a l personaje de una fuerte carga heróica en la que las emociones son más bien externas y coyunturales que internas y trascendentes; todo lo contrario de Dean Snmith. De hecho es su contrapunto total. En el dúo de amor es poco refinado en el fraseo y tiende a afalsetar en vez de apianar. Su gran escena del ACto III sólo se puede calificar de una forma: salvaje y brutal. NO es un moribundo doliente que se recrea en su amor por Isolde y lamenta su infortunio, es un héroe valiente y vitalista que, en su anhelo desesperado por vovler a ver a su amada, pone patas arriba camas y sillas, desgarra su camisa para enseñar sus heridas (y sus chichas), salta, brama, chilla, se enfurece y casi no necesita ni ayuda para trasladarse de un lado al otro del escenario a pesar de su "debilidad" física. Ovación discreta en su saludo frente al telón...ceo que influyó el aburrimietno generalizado. Si llega a cantar con Meier se habria venido abajo el teatro! Cosas de la ópera... (Continuará...) |
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Pepe, estoy totalmente de acuerdo contigo lo has detallado perfectamente. Yo también estube en el Liceo en el 2.002 y lo recuerdo cómo una pesadilla, una representación sosa vista desde una silla incomoda, parecía un taburete de bar, en un sitio que el voladizo del palco de arriba tapaba parte del escenario, y la entrada no era barata.... así que el 19 fué para quitarme la espina, primera fila, la Meier cantaba para mí, podía ver hasta su mirada... si hubieron fallos, como a tí me da igual, que haber tenido a un Tristan tipo Windgassen, hubiera sido genial, pero un Marke cómo Pape es un lujo... Estoy oyendo ahora en directo desde el Real y es cómo haber vuelto... ¡Una autentica delicia amigos, y éso es lo que cuenta! Saludos. |
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Crítica de la representación del 19 en www.mundoclasico.com en la sección de críticas y reseñas. Para volver a rememorarla a los que nos gustó. |
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Este Tristán ha sido una experiencia fabulosa, emocionante hasta las lágrimas y dolorosa por la posturas que tuve que hacer para poder ver desde una localidad de "escasa o nula visión e incomididad", que aún me duelen los huesos. Todo de p.m. (que no son las siglas de "policia militar...). La Meier para comérselas a besos; el resto, excelentes; la única pega es que el tenor Dean Smith es excelente por su lirismo para Lohengrin, pero le falta "heroicidad" para Tristán (aunque ya me daría con un canto en los dientes si todos los tristanes del futuro estuvieran a su altura). La escenografía del primer acto, el medieval, me recordaba a la de Wieland (creo que era suya)- el de la protada del Tristán del 52 de Bayreuth, Karajan -. Es un buen ejemplo de cómo se puede hacer una escenografía realmente wagneriana, respetando las indicaciones del autor y derrochando imaginación y buen hacer. Sólo con verla ya me emocioné. ¡Por fin un wagber ambientado en le Edad Media! Y sin carton piedra, naftalina, olor a vierjo, ni nada por el estilo, que bien moderna y tecnológica era la cosa. Un buen ejemplo a imitar. Sensación y de p.m. Menos me gustó la escenografía del resto de actos, pero debo decir que también fue de mi agrado. Desde luego, el senyor Pasqual no se dedicó a tomar el pelo a la gente y a hacer tonterás como otros de sus colegas. Un trabajo muy respetable y digno. Ya tuve la ocasión de ver su trabajo en Simón Bocanegra en el Palau de les Arts de València, y también me encantó este señor. En fin, más de este caballero, y menos de lo que ya han demostrado su falta de profesionalidad. He dicho, con la emoción de havber gozado de una experiencia wagneriana sublime, que aunque no saquen el DVD (que me lo compro corriendo) siempre tendré en mi mente, corazón y retina. ¡Qué grande es la Meier! Me la comería a besos... si mi Walkiria me diera licencia, que uno es tan fiel como Kurwenal. Bsines. Rex. |
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Se me olvidaba algo importante. El libreto (traducción de Mayo)iba acompañado de unos artículos interesantes, como el histórico de Thomas Mann de 1933 "Sufrimiento y grandeza de wagner", excusa que tomaron los nazis para hacer una feroz campaña en contra del escritor - a la que, por cierto, se sumó el genial Richard Strauss firmando un escrito orquestado por el régimen. Muy, pero que muy interesante -como todo lo que hace- el artículo firmado por Lourdes Jiménez, licenciada en Historia del Arte, wagneriana y malagueña salerosa, acerca de la influencia del Tristán en la cultura, especialmente en la literatura y las artes plásticas. Sólo por este artículo, merece la pena comprar el libreto, aunque ya tengáis la versión de Mayo. Ya me gustaríaa mí que fuera ella quien escribiera el artículo en el programa de Siegfried del Palau de Les Arts y no, como sucedió la temporada pasada, cierta persona que no tenía mucha idea del asunto que digamos. Saludos para todos y un beso para Lourdes. Rex. |
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Anoche -jueves 31- asistí a la representación, con la Meier y Dean Smith, y también asistí el viernes 25 con la Charbonnet y West. Señoras y señores, el día y la noche, ¡qué diferencia! El primer reparto me deparó una velada inolvidable; la noche del segundo reparto se me heló el gesto, algo estaba pasando que no alcanzaba bien a precisar pero la función transcurría anodina, sin pulso, casi aburrida. Anoche lo comprendí todo. Era la Meier. Efectivamente era su voz, era su fuerza dramática, era su belleza, era su personalidad. ¡Era ELLA! Su sola presencia en el escenario llenaba el teatro, impulsaba a la orquesta, arrastraba a los compañeros y elevaba a los espectadores a otra órbita, la del trance espiritual, o felicidad transitoria, o placer de los sentidos, o representación inolvidable, o rato cojonudo, me da un poco igual. Hay que ver lo que es la personalidad, el carisma, el efecto magnético, fascinador, cautivador, de algunas personas, como Waltraud Meier. Es bellísima, sí, tiene una gran voz, también, una expresividad dramática rotunda, por supuesto, pero tiene algo más, ese plus de magia, de magnetismo personal, de irradiación de algo que fascina, que cautiva, que arrastra. La Meier era la reina del escenario y del foso, la locomotora, el flautista de Hamelin detrás de quien fuimos todos a donde nos quiso llevar, que fue al séptimo cielo por unas horas. Dean Smith me gustó mucho más que West. Es posible que por el efecto Meier le juzgase con otros ojos y otros oídos, pero me pareció que, sin estar dotado con el caudal de West, la actuación y el canto de DS tuvieron mucho más sutileza y sensibilidad que la de W. En el tercer acto, mientras West parecía un león enjaulado, DS representó a un Tristán moribundo y desgarrado. Por cierto, recordaba a West del Sigfried de El Escorial y -además de que entonces me gustó mucho más- me da la impresión de que ha puesto unos muchos kilos, le debe ir bien. Tuve la fortuna, por mi localidad, de poder ver a López Cobos muy bien y su técnica de dirección me pareció acorde con ese calificativo de Iceman que algunos le adjudican. Me llamó la atención el detalle de que nunca mira a los músicos, permanece sin interrupción ensimismado en el libreto. Sólo levanta la cabeza para dar entrada a los cantantes, a los que sí mira directamente para ello. Pero nunca mira a los músicos. Difícil dirigir así una obra romántica por naturaleza, pensé. La técnica y el orden en la orquesta la imponía López Cobos pero era la Meier la que tiraba del sentimiento de los músicos. Qué buena velada pasé ayer 31 y cómo me aburrí el 25. Un entusiasta abrazo a todos. Y como gritó un espectador antes de que arrancaran los aplausos, nada más caer el telón final: ¡VIVA WAGNER! |
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Disculpas, en el mensaje anterior donde dije "libreto" quise decir "partitura". |
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Continúo mis comentarios sobre esta función del día 25. Alguien ha dicho por estos foros que West parecía un león enjaulado...y es cierto...lo que no sé bien es si eso es bueno o es malo, desde luego va mucho más con su personalidad. Por eso es mucho más convincente como Siefrid que como Tristán. En cuanto a la Charbonnet decir, para empezar, que es una mezzo metida a soprano. Su voz tiene un color oscuro, volumen considerable, un centro aceptable, graves opacos y agudos sin squillo y rampantes. A esto hay que añadir un horrible vibrato en todo momento que afea mucho su línea de canto y llega a extenuar y aburrir al más pintao! Además su aproximación al papel de Isolda es de trazo grueso, monocorde y demasiado agresivo. Si West parecía un león enjaulado en su escena final, ésta parecía una gallina enfadada. Lo único que me sorprendió favorablemente es lo bien emitido y laragmente sostenido que le quedó el Sol en pianisimo final de la palabra "lust"; mucho mejor que la Meier que tiende a calarlo últimamente. Las comparaciones son odiosas, lo sé, pero aquí se ahce inevitable: Meier coge la copa que contiene el filtro de amor de las manso de Tristán y tras permanecer unso segundos en pie se desploma grácilmente, Charbonnet se la arranca literalmente con un fuerte y desagradable tirón y se tira al suelo como posesa sin esperar ni un segundo (vamos, la purga Benito!)>; Meier apaga delicadamente la antorcha en el mini-lago, ésta la espachurra y en su vehemencia casi prende fuego a su hermoso vestido puesto que lo pilló en su trayectoria!; Meier irrumpe en la habitación del hospital de capaña (!) angustiada y con el rostro desencajado no sabiendo bien en qué estado se encontrará su amado y su soal presencia cambia la atmósfera de la sala, se te coge un pellizco en el corazón al verla entrar...la otra entra como Perico por su casa y se quita el horrendo abrigo como si se dispusiese a tomar el té con Tristán y Kurwenal...y lo mejor de todo, jeje, lean, lean...jejej...El león muerto (por fin quieto!) yace en su cama de hierro gris del Ikea...Charbonnet comienza su Mild und Leise y sus preguntas retóricas carecen totalmente de credibilidad...la orquesta suena demasiado fuerte y no se aprecia lo que ella está cantando, se aleja del camastro y se encamina hacia la embocadura del escenario como Pascual le ha dicho que haga, claro está, se arrodilla (de su cosecha esto) e inicia su lento crescendo junto con una orquesta que sigue sonando demasiado fuerte, pone toda su alma, desde luego, pero algo no funciona, no emociona, no transmite nada, desde mi localidad en la primera fila de tribuna escudriño hasta el último de sus gestos con mis prismáticos...ojos de loca, no transmite sosiego ni mucho menso una muerte de amor....muriendo está, sí, pero de apoplejía...tras el climax, se yergue de nuevo y se dirige hacia la cama de 1.05 de la destartalada habitación del sanatorio antituberculosos de principios del XX donde, obviamente, el infortunado Trsitán no se ha movido ni un milímetro...Charbonnet lo mira, y como ve que West no le ha dejado sitio...va y le da un culazo como diciendo: ¡Tú, hazme sitio, que estás muy gordo y no quepo! Y en vez de morir sobre él, de amor, insisto, de amor, se abalanza y se queda de medio lado en el estrecho hueco que ha logrado hacerse intentando mantener el equilibrio de su también voluminoso cuerpo para no dar con sus reales en el frío y brillante negro suelo del hospital. Se hace la oscuridad mientras la orquesta exhala sus últimas notas y, sin terminar el sonido, un desaforado y descompasado alarido exclamando ¡¡¡Brrravvvvooooooo!!! de un individuo enajenado del público, nos devuelve drásticamente a la cruda realidad...cae el telón!!! Maldigo y juro en hebreo, me acuerdo de parte de la familia del energúmeno y me pregunto cómo no anuncian por megafonía, además de que desconectemos todo aparato vibrador y sonante, que el público deje pasar unso instantes antes de aplaudir al final de obras como ésta (lo mismo pasó el otro día con el último Ewig de Das Lied von Der Erde en el Auditorio Nacional). Cada día entiendo mejor a Kna cuando no dejaba que se apaludiese al final de Parsifal... Huelga decir las innumerables y molestas toses, tosecillas, carraspeos, tosazas, estornudos, caramelos, y puerta y pasos continuos en el gallinero provocados por una pareja de ancianos que no sabían que la función empezaba a las 7 y no a las 8 y las acomodadoras dejaron entrar! Encima tenían sus localidades junto a las mías y en el segundo acto sentarón conmigo...y en el tercero se lagaron del teatro.... Aguanta!!! Amén de soportar lso chirridos de la maquinaria escénica que mueve los árboles del acto II...no podrían haberla engrasado?! |
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http://www.mundoclasico.com/critica/vercritica.aspx?id=32bfebb6-0a76-41e8-a26c-656caff39aa6&tipo= |
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Que no le guste la escenografía del primer acto y le guste al tercero va en contra de los gustos de la mayoría, pero sobre gustos no hay nada escrito. En mi opinión la escenografía del tercero con las camas de Ikea y la botella de plástico era muy inferior al excepcional primer acto. Cita: "Existe la adecuación del material (voz) a lo que la escritura del papel demanda; lo que debe hacerse con ella para otorgar posibilidades y evitar defectos (técnica); y lo que nos haga transmitir la musicalidad o la psicología del personaje desde nuestra capacidad para profundizar en el texto y en las notas (fraseo o bien planificación, también directamente relacionada con la técnica). Sobre los dos segundos paréntesis se asienta casi todo lo "comentable". De las voces ?material?, en cambio, sólo pueden decirse un par de cosillas, normalmente bastante simples." Esto es un claro error de concepto, hacer esas absurdas divisiones estanco. La voz y adecuación a lo que la escritura demanda no puede estar separado de la técnica. Todo está relacionado. " Heldentenor, especie como todos sabemos extinguida hace un montón de años" Este señor tampoco parece conocer a West, o no sabe lo que es un Heldentenor. Un abrazo |
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Sin entrar en lo de "Helden", viendo (y oyendo, qué remedio) a West en este Tristán, me entraron dudas sobre lo de "tenor". Como pregonero sería un fenómeno, pero... cantar... ¡ay! |
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Hola a todos. Particularmente opino que el sr West tiene un chorro de voz acojonante, de esos que te dejan peinado para atrás. Más que una opinión es un hecho. Aunque eso puede impresionar al principio, conforme vas oyendo alarido tras alarido uno acaba por hartarse de semejante trompeta, y más cuando constata que el tio no se baja de la burra y su nivel de decibelios no para de crecer y crecer. A mí, llegado un punto me hastía. Pienso que ese tipo de cantantes deberían de ir a un circo y no a los coliseos operísticos. Prefiero un cantante de voz discreta como Dean Smith pero que es capaz de adaptar su registro a un monocorde y gritón West o Franz (otro que tal) por no hablar de tantos otros u otras. Por cierto, acaba de salir un DVD con un Tristán grabado este verano en Glindenbourne, con la Stemme, Gambill, Skohus y Pape entre otros. Solo lo he visto a trozos pero creo que es un buen producto tal y como nos tiene acostumbrados la casa OPus Arte. tiene un magnífico sonido e imagen, con un gran nivel de detalle en el sonido de la orquesta (las trompas del comienzo del segundo acto se oyen como si estuvieran en la sala de al lado). La puesta en escena es de Lenhof y está en la linea depurada y onírica de sus producciones wagnerianas, ésta un tanto Wielandiana, ya que da un enorme protagonismo a la figura en sí del actor cantante como elemento escénico. Recordemos aquello de "para que quiero un arbol en escena si tengo a Astrid Varnay". Alguien lo ha visto y tiene comentarios? Saludos al tendido. |
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Bueno, entiendo en parte vuestros reparos a algunos plegamientos líricos de West, donde tiene verdaderas dificultades, pero es de los pocos tenores que en los últimos años ha tenido la resistencia y potencia vocal para cumplir en los roles wagnerianos más exigentes de Heldentenor. Lamentablemente si hubiese tenido otro físico sería una superestrella de la lírica. A mí me vale como es porque me alucina su voz. De todas maneras cada vez está mejor considerado, porque es un hombre que ha sabido cuidarse y mejorar técnicamente la potencia y proyección de su voz. Como Tristan es más discutible, me gustó más en Oviedo con esa producción más estática y oscura que le beneficiaba, pero como Siegfried es imbatible. En Nueva York se prepara una producción del anillo por todo lo alto como despedida de su clásica producción. West será Siegfried y es una sabia decisión, no me creo que le hayáis escuchado en Siegfried últimamente y no os haya gustado. Amigo Winterstüme, gracias por la recomendación del Tristan, es muy apetecible. Cuando lo vea, que espero que sea en breve, te comentaré mis impresiones Un abrazo |
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Hola. Si bien es cierto que en el discurso musical todos los elementos (voz-técnica-fraseo) se convierten en una fuente que provoca sensaciones de forma unitaria, es del todo absurdo no distinguir material, técnica y todo lo que esa técnica nos permite realizar adecuadamente, como ocurre en parte con el fraseo. Recuerdo un tristísimo concierto, por ejemplo, de la pseudocontralto Natalie Stutzmann, cantante repleta de ideas pero incapaz de que pasaran de la tercera fila. Y no es mala voz. Mónica Naranjo también estaba excepcionalmente dotada, y sin embargo da grima escucharla. Más que absurdo, es incomprensible ese mantenerla y no enmendarla ante algo tan evidente. Todos nacemos con un material, de determinadas posibilidades. Después existe una cosa que se llama educación, realizada por unos individuos que tienen a bien llamarse profesores de canto, que hacen que ese material resuene donde tiene que resonar o no para que se proyecte adecuadamente, se mueva como se tiene que mover o no para lograr determinadas metas, y cientos de etcéteras. Por ejemplo, en pulir y a veces recomponer las zonas de paso se tarda años, en voces grandes, medianas y pequeñas. Otro asunto (y aquí está el verdadero quid) es que el oído sepa distinguir voz de técnica. Éste ha sido el error más común de cierta pseudocrítica española de unos años a esta parte, que tanto daño ha hecho con esos reduccionismos absurdos y cómodos. Y, ciertamente, no resulta fácil distinguir los porqués técnicos. Y no lo es porque la única forma de aprender implica "el vivo", es decir, son necesarias audiciones guiadas y ejemplos inmediatos. Un pianista acompañante que haya asistido a muchas clases magistrales ya tiene ese oído técnico. Un profesor que haya sido bien educado como cantante también lo tiene; un alumno que asista a clases donde se expliquen técnicamente distintas versiones y donde se den las claves (muchas veces fisiológicas) que aclaran esto o aquello puede empezar a tenerlo. Pero un aficionado a la ópera o alguien que se haya leído 20 libros sobre canto no lo tiene. Tiene el oído "musical": intuye cuándo algo está bien y cuando no está tan bien, pero normalmente no sabe ni por qué ni exactamente cómo incide en otros aspectos. Y es entonces cuando "describe": la voz suena velada en el centro, el vibrato es excesivo, etc. Lo que a mí me interesa saber, realmente, es por qué ocurre eso y qué está impidiendo. Saber que West vocifera y que los pianísimos le cuestan es nombrar lo evidente. Hay una razón técnica para eso, en la que tiene que ver la utilización de su material. Y West no es un Heldentenor porque no tiene la técnica de emisión típica de una especie absolutamente reconocible en este sentido. West es un tenor de voz grande al que fallan las proporciones en varios puntos, y a partir de eso el sonido, en su amplificación, sale de donde no debe, lo que provoca problemas en cadena, como Le Governeur y yo mismo tuvimos ocasión de escuchar en aquel Siegfried de El Escorial, aunque nos impresionara su potencia. Si es apotencia hubiera ido acompañada de mejores cualidades técnica, hubiera sido la repera. Que alguien compare el sonido de Lorenz con el de West. Son dos grandes voces utilizadas de forma totalmente distinta. Ahí no hace falta oído técnico. Sólo oído. Quiero añadir, para terminar, que conocer y reconocer el lado técnico es útil, porque es la auténtica base del discurso canoro en la medida de que abre puertas para la transmisión musical; pero ni mucho menos obligatorio, a no ser que se quiera hablar de ello. El hecho de que a mí no me interese lo meramente descriptivo no significa que no pueda constituir un comienzo hacia mayores indagaciones, pero aun en lo más somero se puede ser un poco riguroso y hablar, por ejemplo, de sonido y no de voz, aunque parece que estas cosillas está cayendo en saco roto, visto lo visto. Reconozco que hay muchas cosas que se me escapan y que tengo que consultar y cotejar, porque esto es una fuente inagotable, pero de lo que no estoy completamente seguro no hablo, ni intento enseñarlo. Eso sí, hasta ahora no me he encontrado alumnos que no hayan sabido distinguir material de técnica a la primera, así, en abstracto. Que luego logren ir identificándolos en la práctica ya es otro cantar. Quiero dejar claro que no tengo nada contra Le Governeur y su abundante participación en este foro, un lugar tan bueno como cualquier otro para escribir y transmitir impresiones, sensaciones, descripciones, etc., que no críticas (las críticas salen en revistas, no en foros). Pero me cuesta quedarme impávido cuando se lleva la contraria tan alegre y despreocupadamente en una distinción que es como el abecedario en el canto y de su proceso de enseñanza. Un abrazo. |
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Hago pública mi admiración y agradecimiento ante la intervención de Samuelish, por seria, fundamentada y didáctica, además de sosegada y respetuosa. Encontrar de vez en cuando intervenciones como ésta es lo que me anima a seguir este foro, como hago con bastante constancia desde hace ya algún que otro añito. |
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Gracias a ti, Banquo. Un saludo. |
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Que bárbaro.!!! Según lo leo, paro; vuelvo a leerlo y me da un subidón.......... A uno se le hace la boca agua a partir de la "magistral" de samuelish. Es una de esas aportaciones de NIVEL que le dejan a uno "de aquella manera". POR FAVOR MAS........... Un abrazo |
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Yo no entiendo bien muchas cosas. Por ejemplo, todo eso de la técnica vocal. Hay quien dice, miren yo sé de técnica porque soy cantante o estudio canto o he ido a clases magistrales y usted no porque sólo es un melómano y solo puede describir con metáforas algo que intuye pero no sabe qué es. Vale. Pero me pregunto de qué sirve todo eso de la técnica. Uno puede saber mucha técnica, pero si con toda esa sabiduría es incapaz de cantar bien o hacer que otros con mejor "material" canten bien, entonces son conocimientos totalmente superfluos, vacíos, que pueden deslumbrar cuando hablamos con los amigos pero no enseñan nada. Por otra parte a la inmensa mayoría de la gente todo eso le trae sin cuidado y sólo quiere disfrutar de la música. Saber mucha técnica logra lo contrario, que se disfrute menos porque uno acaba analizandolo todo y sacando defectos a todo el mundo (todos tenemos defectos). ¡Al final lo que menos importa es la música! A mí me interesa la música y disfrutar de ella, no si Domingo no abre bien la boca cuando pronuncia una "e" y por eso le sale de auqlla manera o Pavarotti nosequé. |
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Mucha razón tiene Niemand cuando dice que la técnica en sí misma no vale para nada; pero es que la técnica en sí misma no existe, porque no es una finalidad, sino un medio. Abre puertas, otorga libertad, permite hacer cosas. Creo que así lo he dejado expresado en este y otros mensajes, por ejemplo cuando he mencionado a la Stutzmann. También he escrito que tener esos conocimientos no es imprescindible, y desde luego se puede disfrutar del canto sin tener repajolera idea de cuánto hay que abrir la boca para que determinada nota vaya a los resonadores superiores, o qué narices está haciendo Bartoli con el aire para que le tiemble el sonido cuando mete presión. En cuanto a los conocimientos y cómo transmitirlos, está claro que en la enseñanza no siempre van de la mano; pero creo que en esta conversación nos estamos refiriendo más a los análisis vocales en foros o reseñas que a la docencia, aunque se haya mencionado. Para el análisis son necesarios los conocimientos técnicos. Para las descripciones, sólo es necesario ser un poco riguroso con los términos y tener claro el "abecedario" del canto. No tengo nada contra las descripciones, sí contra los conceptos básicos equivocados, y así lo expreso. En cuanto a lo de que si eres melómano no tienes el oído técnico y sí lo tienes si has asistido a determinadas actividades, bueno, reconozco que puede ser una generalidad, pero no la panacea. Cada cual será un mundo. Pero es de lógica pensar que si escuchas algo que no está bien y no te explican qué ocurre, cuando tu oído vuelva a detectar un problema parecido no vas a saber tampoco qué pasa. Si sólo lees sobre el defecto, no lo escuchas; si sólo lo escuchas, no lo comprendes; y si sólo te lo explican, tu oído no lo identifica. Conclusión: son necesarias audición y explicación, aunque no sean simultáneas. En lo que no estoy en absoluto de acuerdo es en eso de que no se disfruta si tienes conocimientos técnicos. La mente separa y a la vez combina las parcelas del análisis y las de ese disfrute que pueda venir de la música en sí misma, de la escena, del acto, de la comunión con otros oyentes, etc. Yo he llegado a disfrutar con Eva Marton, no digo más. Y cuando escucho por ejemplo a la Nilsson, es algo grandioso. No hay que estar analizando nada, porque está todo bien y por tanto está transmitiendo todo lo que ella quiere con total libertad, sin trucos, sin restricciones. Aparte, el análisis no es tampoco un acto de voluntad: la mente procesa sola. No supone un esfuerzo. Solución para los que quieran profundizar en esto: los libros no valen, a no ser que analicen ejemplos muy concretos. Y mucho cuidado con los autores, en el canto hay cientos de tópicos tontorrones y falsos. Yo aconsejo dar una vuelta por algún conservatorio superior e intentar asistir de oyente. Incluso tomar algunas clases particulares, aunque cantemos de pena, porque lo que nos vaya diciendo el profesor nos va a servir para comprender todo ese puzle interconectado, del que poco a poco iremos comprendiendo más y más piezas. En fin, todo este rollo viene por el tema voz / técnica, una dicotomía que, tal cual, no da para empezar ninguna discusión; pero si al final sirve para al menos esclarecer concepto, bienvenida sea. Un abrazo. |
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Ah, Uronim, no exageres, por Dios... Se me olvidó decir que si alguien quiere tomar algún ejemplo de un cantante que técnicamente lo haga todo bien, para tener un "punto de partida sonoro", podemos recurrir a muchos grandes, pero algo que siempre me ha funcionado es escuchar a Christa Ludwig, capaz de cantar una Inmolación o una Lady Macbeth monumentales y a la vez el lied de Brahms más intimista y exquisito, y todo con colocación y planificación maravillosas. E insuperable el arte de colorear. Una extraterrestre... |
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Quizá no me expresé bien (casi seguro). A ver, yo lo que quería decir (o dije, ya no sé) es que no entiendo muy bien en qué consiste un saber de técnica que no te permite, si eres cantante, cantar bien. A veces alguien que ha estudiado canto o canta en un coro me cuenta los defectos de un determinado cantante famoso. Y yo pienso: "si eres tan listo y sabes por qué fulano no apiana bien o tal nota se le queda atrás, sal ahí y canta mejor que fulano, o dile a fulano qué es lo que tiene que hacer para corregir esos defectos". Si no no sirve absolutamente de nada saber de eso porque ni nos va a ayudar a disfrutar más del canto ni nos enseña a cantar mejor. Es, por tanto, un saber inútil. Hay otra cosa que a veces no se cuenta. Determinados problemas técnicos no son independientes. A veces no es sposible corregir un defecto sin modificar otras características de... ya no sé si decir voz, o sonido o forma de cantar o qué. Puede suceder que a un cantante no le importe que determinado sonido esté velado o sea nasal si a cambio consigue otras cosas. ¿O no es así? Por eso a veces no entiendo que se critique a un cantante por unos defectos que no lo convierten ni mucho menos en un cantante insoporable. Quizá si los corrigiera no sonaría igual. Sería... otro cantante. Por eso creo que el anbálisis desmedido sólo sirve para imaginarse frankensteins del canto: cantantes con las cualidades que nos gustan y sin los defectos que nos disgustan. Un imposible, pues todo va junto en cierta medida. |
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Pero al analista sí le sirven esos conocimientos, porque dan las claves de los defectos y las virtudes de la interpretación. Y que un cantante no se aplique al cuento cuando por sus conocimientos técnicos debiera cantar como los ángeles es de lo más sencillo: una cosa es predicar y otra dar trigo, porque no es fácil plasmar en realidades las teorías (es más más sencillo plasmar en teorías las realidades). Hablamos de un tema educacional. Dependerá de cómo te hayan enseñado y la habilidad del profesor. Hay pésimos profesores que han sido grandes cantantes. Incluso hay grandes cantantes que aprendieron estupendamente pero luego no han sabido muy bien cómo funcionaba su mecanismo. Creo que fue Mario del Monaco el que preguntó a Aureliano Pertile: ¿Cómo lo haces? Y el respondió algo así como: Abro la boca y el sonido surge. Pertile es otro ejemplo de emisión maravillosa. El otro tema que planteas es la distinción entre característica y defecto. Defecto es todo lo que te quita posibilidades. Un sonido puede ser nasal y de esa manera reconocible, pero todo lo que vaya por ahí te esta machacando a la hora de cantar: como parte blanda, la nariz es un pésimo resonador, y el sonido se caerá, por lo tanto no servirá de trampolín para las notas agudas, habrá que forzar probablemente el volumen, lo que ya implica desequilibrios que repercuten en todas partes, y necesidad de remiendos y cortapisas que nos obligan a llevar determinados caminos cuando a lo mejor la obra o nosotros mismos estamos pidiendo otros. Es una pena que hoy día tiendan a triunfar los cantantes que son reconocibles por sus defectos, a lo que han contribuido muchos estudiosos, con esas metáforas del tipo voz aterciopelada (= mala emisión), atractiva veladura (= mala emisión), sobresalientes graves (= mala planificación / mala técnica), etc. El ejemplo de voz, técnica, planificación, fraseo -y todo lo que estedes quieran- reconocibles, personales y a la vez repletos de perfección y creatividad serían los de Maria Callas. Ése es el camino. Más abrazos. |
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Ahí está: la teoría, el analista. Y ahora, la pregunta: ¿de qué le sirve al lector de una crítica la teoría? Saber que abriendo la boca 15 grados más se puede corregir la emisión defectuosa de determinado sonido, ¿ayuda a entender a quien presenció la función por qué presenció lo que presenció y no otra cosa? ¿ayuda a quien no estuvo a hacerse una idea de cómo fue la represaentación? En palabras sencillas: ¿es información útil a quien no es analista? Porque supongo que no se escriben las críticas para los críticos. ¿O sí? Es que, aparte de lo absurdo e inútil de una crítica de un concierto o representación operística que han visto 1500 personas (y que quienes la han visto saben lo que vieron; quienes lo verán ya se enterarán; y a quienes no lo han visto ni piensan verlo, ¿qué puede importarles?) ¿qué aporta saber por qué determinado cantante no apianó tal nota y cómo podría resolver su problema, si la nota no fue apianada en el concierto reseñado (ese es el hecho objetivo e inapelable) y ese cantante ya no va a estudiar más ni el 99,99 % de los improbables lectores no va a cantar en su vida? "El ejemplo de voz, técnica, planificación, fraseo -y todo lo que estedes quieran- reconocibles, personales y a la vez repletos de perfección y creatividad serían los de Maria Callas. Ése es el camino." Pues ahora si que entiendo menos que antes (si alguna vez entendí algo). Conozco puristas del canto que van de entendidos (a lo mejor lo son) que ponen a partir a la Callas. Dicen no entender su fama porque tenía muchos defectos. Yo creo que es envidia y ganas de llamar la atención, porque Callas es y será siempre divina, y todos esos mindundis que le ponen pegas unos mediocres de quienes nadie se acordará en unos años. No somos nadie. |
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"Es una pena que hoy día tiendan a triunfar los cantantes que son reconocibles por sus defectos, a lo que han contribuido muchos estudiosos, con esas metáforas del tipo voz aterciopelada (= mala emisión)..." A veces una voz y una técnica perfectas no garantizan una mejor comunicación de la música. A mí la perfección me deja frío. Si fuera analista quizá gozaría, pero como sólo soy oyente lo que quiero es que me conmuevan. Y si eso lo consigue alguien plagado de defectos, benditos sean sus defectos. ¿Qué me importa que una soprano no llegue al do si sólo hay dos en una ópera (por ejemplo), y el resto del tiempo me emociona? Quizá si un cantante tuviera una emisión perfecta la voz (ya no aterciopelada) no sería tan atractiva. Yo creo que el secreto de la belleza reside en el justo balance entre la imperfección y la perfección. Lo absolutamente perfecto sólo puede abrumar, nunca emocionar. "Pero al analista sí le sirven esos conocimientos, porque dan las claves de los defectos y las virtudes de la interpretación." Con esto no puedo estar de acuerdo, D. Samuelisch. Seguro que usted conoce grabaciones de Alfred Cortot, Pau Casals o Artur Schnabel. Hay defectos (notas falsas, pasajes chapuceros), pero son interpretaciones superlativas, MÚSICA con mayúsculas. Y cuando uno está ante la MÚSICA, ¿qué significan unos defectillos? Habrá muchos pianistas que podrían tocar las sonatas de Beethoven sin fallar una sola nota, pero en su vida harán música como hacía Schnabel. A mí me importa eso. Y eso nadie sabe explicarlo. Ni el propio Schnabel. Como lo que decía usted antes de Pertile. Que tengan un buen fin de semana. |
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Hola de nuevo. Si la reseñas -en teoría análisis- y las crónicas -descripciones- no importaran a nadie, ni existirían las revistas especializadas ni existirían los foros. Y tanto unos como otros gozan de excelente salud hoy. Parece que interesa, dados algunos mensajes en este mismo foro y dados los cronista espontáneos que nos cuentan sus experiencias wagnerianas. Si no, ¿para qué sirve la Historia? ¿Para qué las Matemáticas? Como nos metamos en lo que sirve y lo que no no acabaremos nunca. Lo importante es analizar en relación a su contexto -causas y consecuencias-, en este caso musical, y plasmar lo que pasa. Es así de simple. Una técnica perfecta no garantiza nada. Repito que abre puertas. Pero el que tiene que pasar por ellas es el artista. Cortot fue un artista superlativo y, como es normal, tenía una técnica estupenda para poder expresarse. Nunca he dicho que buena técnica equivalga a perfección sonora, que esa sí que es inútil. No hay que confundirlo. El piano, de todas formas, tiene unas peculiaridades que no son comparables con el canto. Buena técnica son posibilidades de que la expresión adquiera su máximo esplendor y se produzca una interacción lo más satisfactoria posible con el público. Buena técnica es la libertad del artista, incluso para no expresar. Eso ya entra en el campo de la voluntad, no de la capacidad. Por cierto, ya me explicará dónde ha encontrado un pasaje chapucero en Schnabel... En cuanto a la Callas, ya ve usted... Se dicen tantas cosas... Salud. |
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Estimado Samuelisch, Efectivamente distinguir entre material y técnica es algo obvio, todo el mundo tiene unas características determinadas de su aparato fonador, hay tantos diferentes como personas, de la misma manera que cada uno tenemos nuestras huellas digitales. Pero eso no es lo que ha escrito en su primer mensaje: "Existe la adecuación del material (voz) a lo que la escritura del papel demanda; lo que debe hacerse con ella para otorgar posibilidades y evitar defectos (técnica); y lo que nos haga transmitir la musicalidad o la psicología del personaje desde nuestra capacidad para profundizar en el texto y en las notas (fraseo o bien planificación, también directamente relacionada con la técnica)" En la adecuación del material a lo que la escritura del papel demanda no se puede dejar de lado la técnica. Y lo siento esto no lo digo yo, lo dicen maestros de canto, colegas suyos al parecer, los mejores cantantes del mundo y expertos vociólogos. Me va a contar cómo va a saber una persona si puede cantar Celeste Aida con todas sus anotaciones de intensidad, con esos ppp y pppp si no sabe si tiene la técnica para lograrlos. Evidentemente por su segundo mensaje usted quería decir otra cosa pero se ha expresado mal. Respecto a que West no es un Heldentenor, ya que mi opinión no le vale, también va en contra de otros colegas suyos y expertos vociólogos. Espero una clarificación mayor a la de que su emisión no es la de un Heldentenor. Por citar un ejemplo, Arturo Reverter piensa que la emisión de West está emparentada con la de Vickers. Habla de mí como si fuera un aficionado que sólo he leído libros. No tendría porque justificarme en un foro, porque aquí entiendo que no se hace un examen para participar, pero le comento que he estudiado música, que he tocado un instrumento durante muchos años y que actualmente sigo dando clases de canto, algo que espero continuar haciendo durante muchos años más porque nunca se para de aprender. Además son clases de canto por una reputadísima profesora que no sólo me enseña a cantar, sino que analizamos a otros cantantes desde el punto de vista técnico y presencio otras clases de alumnos de verdadera categoría de donde también saco mis conclusiones, además de ser amigo de varios cantantes y sobretodo algo que me llena de orgullo ser amigo íntimo del mejor cantante de la actualidad. Profesionalmente me dedico a una actividad que no tiene nada que ver con la música, espero que me perdone por ello y por mi atrevimiento para escribir en el foro. También espero que me permita seguir escribiendo mis críticas sobre algunas funciones operísticas. ¿Por qué voy a tener que escribir mis críticas en una revista especializada?, si ya me lo han propuesto y no me atrae nada la idea. Prefiero escribir en un foro donde hay posibilidad de intercambiar opiniones y de seguir aprendiendo, que son mis objetivos fundamentales, aprender y disfrutar. Además no estás limitado de espacio y tienes la posibilidad, como voy a empezar a hacer en otro foro, de acompañar a los comentarios con pequeños fragmentos de esas representaciones, para poder explicar mejor las sensaciones con mis grabaciones en minidisc. No estoy de acuerdo en que un profesor sea el más indicado para analizar una función. Aunque usted se crea que no y que es capaz de dejarse llevar por la obra, esto es realmente difícil ya que siempre la mente se desconcentrará de la historia para centrarse en si respira en medio de esa frase o si emite correctamente ese Sib3 que viene después del La3. Al menos colegas suyos y otros cantantes así me lo manifiestan y tiene toda la lógica. Si hasta a mí sin ser profesional, en papeles que conozco en profundidad la partitura, me cuesta no fijarme demasiado en cuestiones técnicas. Esto se puede apreciar perfectamente al presenciar un Tristan de Meier junto a un profesor. Este siempre se fijará más en ese La4 calado que un aficionado, mientras que este se fijará más en cómo parecía que le faltaba el oxígeno al decir Aire! Aire!. Hay que fijarse en las dos cosas y además de entrenar el oido, tener sensibilidad. Lo que me ha dejado perplejo es cuando ha dicho que no tenía nada contra mí. Gracias, pero ¿por qué va a tener un forero nada en contra de otro?, se podrá estar de acuerdo con unos y no con otros, la verdad, me daría lástima que alguien en un foro de ópera donde todos entramos para aprender y divertirnos sintiera algo contra otro forero, espero que eso nunca ocurra en Wagnermanía aunque existan debates encendidos. Por último darle las gracias por sus escritos, que aunque hay algunas cuestiones que no comparto, los leo con mucho interés. Un abrazo |
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¡Hombre, D. Samuelisch, no me compare churras con merinas! Una cosa es el análisis o la crónica de un evento de escasa repercusión, en el que han participado 1000 o 2000 personas, y son muchas menos las interasadas en leer un reportaje del mismo, y otra la Historia o las Matemáticas. No creo que haya que explicárselo. Medite sobre ello y usted mismo se dará cuenta de que, por digna y de interés (minoritario) que sea la crítica (me refiero a la de espectáculos), se puede vivir sin ella, pero no sin Matemáticas. Otra cosa es que se pueda vivir sin tener ni idea de Matemáticas, pero ya hay otros que saben y la aplican, y los demás vivimos tranquilamente (y mejor que sin ellas) beneficiándonos del conocimiento de esos entendidos. Por lo demás, estoy de acuerdo con usted. Dominar la técnica otorga libertad y poder al artista, que es al fin y al cabo el que se tiene que poner las pilas. El artista, no el minoritario lector de reseñas/¿análisis? Yo pediría a los críticos que cuando se sienten a escribir, se hicieran tres preguntas: ¿por qué? ¿para qué? ¿para quién? Saludos. P.D. Schnabel: repase la Arietta de la op. 111 de Beethoven. |
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No puedo mas que celebrar, las magníficas intervenciones de nuestros amigos Samuelisch, Niemand y le Gouverneur A mayor abundamiento, me permitiré hacer algunas disquisiciones al respecto de ésta conversación.- Al juzgar las cualidades vocales de una cantante, hay ciertos parámetros fijos. Se comienza con el timbre y luego se sigue con el volumen. Estas dos cualidades son principalmente, asunto de un don natural. Luego pasamos a examinar la técnica, o a ésta aliada con los dones naturales: la extensión, el control, la flexibilidad, la agilidad. Pero siempre los parámetros naturales son el timbre y el volumen.- Cualquier discusión sobre el arte de Maria Callas debe comenzar con su voz , considero, que ésta merece un análisis pormenorizado, debido a su elevada estatura artística y referencial para los amantes de la lírica.- Al tener oportunidad de verla y escucharla personalmente entre los años 1949 y 1965, me siento de alguna manera, habilitado, para emitir algunos juicios de valor, sobre esta genial artista.- El timbre de la voz de Callas, considerado puramente como sonido, no era precisamente de los más atractivos, ya que daba una sensación de sequedad, de aridez. Faltaban esos elementos que en la jerga de una cantante se describen como aterciopelados o barnizados. Esto lo compensaba, con un timbre incisivo y penetrante, e impactaba fundamentalmente al principio de su carrera con un volumen amplio y poderoso.- Su voz poseía en ciertas áreas de su extensión una cualidad gutural. Esto solía ocurrir en las zonas mas delicadas e incómodas de la voz de una soprano, donde se fusionan el registro bajo y medio. Había igualmente otra zona incómoda ?como ocurre en otras cantantes- entre los registros medio y superior, donde el sonido no estaba del todo bien, como si la voz no funcionara adecuadamente. Asimismo cuando sostenía una nota alta durante un tiempo, la voz empezaba a desarrollar un ligero temblor.- Si bien es cierto que la voz de Maria no era precisamente atractiva en su cualidad natural, creo sinceramente que parte de su atractivo se debía precisamente a ese hecho.- ¿Por qué? Porque dada su falta natural de aterciopelamiento y pastosidad, esa voz podía adquirir colores y un timbre tan distintivo que la hacían única e inolvidable. La mayoría de los cantantes de éxito, son precisamente aquellos, que no bien abren la boca , hasta quien no es un especialista puede decir: ése es Caruso; ese es Schipa; esa es Varnay Cualquiera que escuchara a Callas jamás podía olvidar esa voz.- La naturaleza la dotó con una voz; pero la técnica que la embelleció fue producto de arduos estudios. Las críticas mas difundidas conciernen a la disparidad de los registros, a las ?tres voces? de Callas, cuando en realidad ésta hizo una virtud de sus distintos registros, especialmente de la voz de pecho, como nadie había escuchado desde los tiempos de la gran Rosa Ponselle. Basta escuchar esa coloración oscura en el ?Suicidio? de La Gioconda con la que dejaba atónitos a los espectadores. Esto es solo un detalle. El aspecto obviamente mas impresionante de su técnica fue la agilidad. Escucharla en la Armida de Rossini; en las ?Variaciones? de Proch o en arias individuales como ?Ombre Leggere? y el ?Arias de las Campanas?, testifican, que en materia de trinos staccati, escalas cromáticas y pasajes rápidos de toda clase, otras artistas no la podían igualar. Asombro sin límites provocaban en la platea , esa gracia y agilidad, combinados con ese tamaño vocal y fuerza inaudita, parecía un milagro.- No puedo dejar de mencionar su increíble y sublime legato, que por cierto no era de la naturaleza que lo adormece a uno, por el contrario, lo tenía a uno al borde del asiento no dando crédito a lo estaba oyendo. A todo esto, Callas le agregó una inteligencia superior de primera clase, basada en el conocimiento, ella comprendía a la perfección la importancia de la precisión rítmica, poseyendo además un infalible instinto musical. El fraseo y sus recitativos quedarán para siempre en la memoria, como un hechizo imposible de olvidar. Su arte único reside en el modo en que aplicó todos esos recursos a la interpretación de las palabras y de la música .En ella es imposible divorciar las palabras que cantaba, del modo que las cantaba .Al escucharla todo suena nuevo y fresco. Sin embargo, no era sólo en las notas y en las frases sobre las que arrojaba una luz aparentemente nueva, sino en todos sus roles, y también sobre los compositores responsables de ellos. Merced a su arte, que hizo a sus heroínas palpables y dramáticamente vivas, la posición de Donizetti fue revaluada y Bellini emergió como un maestro inclusive mas grande de lo que muchos suponían. Aunque la mayoría no escuchó nunca a María, sus grabaciones, expresan exactamente lo que debió ocurrir en el escenario. Algunos tratarán de comprender el ?como? del arte de la Callas, pero eso es como algunos de los fenómenos de la fuerzas de la naturaleza, la luz, el viento, el rayo, que nos producen admiración, pero no se los puede desmontar , para ver como están hechos por dentro .El secreto de la magia que producen los genios, permanece inexplicable.- El arte de Callas en plenitud duró diez años ¿podría acaso durar indefinidamente una voz que alternaba el verismo con el bel canto, la declamación neoclásica con el expresionismo verdiano? .En sus programas de concierto pasaba de ?In questa reggia? de Turandot escrita para una Nilsson a la ?locura? de Hamlet escrita para una Lily Pons. Y cada vez con una voz diferente, con un estilo diferente, con un sonido diferente. María a diferencia de otras artistas sometía su voz a las necesidades de la música , mientras que aquéllas lo hacían a sus posibilidades vocales. Callas derrumbó todas las barreras e ignoró todas las convenciones de la tradición, abordando diferentes estilos, en una clara demostración que el arte del canto es uno, y que éste está al servicio de la acción dramática.-Esa fue su revolución en el arte canoro: en la reinvención de la tragedia dentro de la ópera, en la síntesis de la acción dramática y de la expresión cantada, evidenciando que el problema no es el que planteó Richard Strauss (¿qué va primero, el texto o la música?) sino mas bien en la indivisibilidad entre uno y otro; no la preexistencia del canto para la expresión total sino la necesidad de cantar, para lograr la expresión.- He omitido mencionar que también vi a Callas en su desafortunada gira de conciertos con Di Stefano en 1973 en Hamburgo, su voz había desaparecido, solo algunos jirones quedaban de su arte incomparable.Prefiero recordar su Norma y su Tosca de Paris del 65.La experiencia de ésta última la conservo como una de esas noches inolvidables. Como su voz ya no estaba en su mejor lozanía, María hizo una virtud de la necesidad, en una increíble demostración de su genio musical, representando a Floria Tosca como una mujer frágil, nerviosa inquieta, un tanto histérica, sus pasajes declamatorios fueron expresados con una ansiedad controlada y disfrazada, como con una palidez en la voz .En su gran aria ?Vissi d´ arte? se elevó a las alturas, vertiéndola en sordina con una voz modesta, que , mientras mantenía una pura línea melódica, formulaba un argumentó verdaderamente dramático, entretejido con miles de sutilezas de matices. Nunca se la había escuchado interpretar de esa manera. En cuanto a su Norma, la encontré muy disminuida vocalmente y su Adalgisa de turno la Cossotto que poseía un vochone, se encargo de taparla en todos los dúos . Años después en sus visitas a Buenos Aires, tuve a Fiorenza en mi casa en varias oportunidades. Conociendo que presencié aquella función siempre mencionaba ese episodio en la conversación. Mi mujer no la podía ver y decía ?como es posible que uds los líricos, aguantan a esta impresentable, que siempre habla de si misma, que ni te pregunta como te llamas y alardea de la vez que hundió a la Callas?.No puedo dejar de mencionar que su marido el bajo Ivo Vinco , era sumamente simpático y afectuoso.- Un abrazo para todos Tristanisimo |
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Estimados amigos. ¡Están ustedes magníficos! Un placer leerles, Samuelisch, Niemand, Le Gouverneur, Tristanísimo. Extiendo mi felicitación a los demás foreros. Hacen grandes estas páginas. ----------------- Le Gouverneur. Me gustaría saber en que foro se pueden leer sus comentarios con ejemplos de audio. Si quiere discreción puede decírmelo prívadamente. Tristanísimo. ¡Cuánto tiempo! ¡Por Dios! Y entra usted como siempre. De manera magistral. Un abrazo. |
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Tristanísimo, qué alegría leerle!!! Primero un aplauso ante su docto y apasionado relato sobre la Callas, así da gusto. Callas la más grande!!! Por aportar un granito de arena a su maravilloso análisis, quizás recordar que esa falta de homogeneidad, esa rotura tímbrica entre el registro de pecho y de cabeza tenga su origen en la formación vocal que recibió de Elvira de Hidalgo, una soprano coloratura que entrenó una voz aparentemente dramática para afrontar el repertorio ligero, estirando la extensión desde el Fa sostenido 2 hasta el Mi bemol 5, casi tres ocatavas. Esto le permitió ese repertorio tan dispar y quizás una de las claves de su falta de longevidad junto a los ensayos siempre a voz y la tremenda intensidad con que vivió dentro y fuera del escenario. Antón, lo de las grabaciones es sencillamente que estoy aprendiendo a subir mis grabaciones del minidisc, por eso podré acompañar a los comentarios con pequeños fragmentos y si se puede hacer en Wagnermanía también lo hare aquí con el repertorio wagneriano. Un fuerte abrazo a todos!!! |
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¡Sería magnífico que se pudieran oír pequeños ejemplos de lo que a veces se dice en lo referente a un artista u obra determinada!. Claro que tendrá que ser mediante enlaces a algún programa de audio. Es una gran idea. Un saludo. |
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Hola. Sólo unas aclaraciones. No soy profesor. He hablado de "encontrarme a alumnos" porque me muevo en ese ambiente, y de "enseñar" porque he dado algunas charlas y siempre estoy a vueltas con estos temas, pero digamos que no enseño alumnos profesionalmente. Más bien el alumno soy yo y, como Le Governeur, también me dedico a otra cosa que no tiene que ver con la música para ganarme las habichuelas. Lo digo porque se dedican varias líneas a este tema. Perdón si mis palabras han sugerido esto, pero también sujeten algo la imaginación. En cuanto a lo de las Matemáticas, la Historia, etc., eran ejemplos sobre la utilidad del saber en general. Preguntarse y hablar sobre esto daría para una tesis. ¿Son útiles los análisis técnicos? Pues en mi opinión sí, porque aportan algo de muchas maneras y a varios interesados: al cantante, al que escuchó la interpretación, al lector interesado en ir creándose conceptos que luego puede desarrollar por su cuenta... Pero si resulta que no son útiles, aprecio por mis experiencias que interesan a la gente. ¿Eso es ser útil? En cuanto a que yo me haya referido a Le Governeur como alguien que sólo lee libros o algo así, lo que ha provocado la inclusión de esos jirones autobiográficos... Pues no sé muy bien dónde he escrito eso. Ni me había planteado si lee libros, asiste a clases, conoce a cantantes... Simplemente repliqué a lo que estimo un error de concepto o una aseveración que podía inducir a él, pero nada más. Sobre que Reverter emparente a Vickers con West... ejem... Yo creo que Vickers tampoco era un Heldentenor, un concepto donde pienso es fundamental eso que se ha dado en llamar "metal" de la voz (error tremendo: es técnica, claro) desde un determinado modo de realizar el recogido y elevado de escuela típicamente centroeuropea. En cualquier caso, Le Governeur, pruebe a mencionar a Reverter a sus profes, pruebe... Sobre la Callas... Si quieren escribimos una enciclopedia entre todos. Así, a botepronto, que se hable de "ruptura" entre la emisión llamada de cabeza y el desimpostado me deja a cuadros, porque estamos hablando de una auténtica maestra en la preparación y ligado en los dos pasos, y particularmente en ese primer paso la planificación según la obra interpretada y la utilización de elementos como el maxilar superior son simplemente portentosos. Otra cosa es que la extensión sea tanta y tan equilibrada que "notemos" cómo se están dando las notas precisamente por su enorme presencia. Pero les aseguro que en los pasos la Callas era una orfebre. La palabra "ruptura", desterrada :-) Por reciente recomiendo el magnífico artículo de Javier San Miguel en Audioclásica (creo que es del número de septiembre, coincidiendo con el aniversario), realmente maravilloso, aunque era más maravilloso en su estado original. Un análisis riguroso sobre la interacción técnica-fraseo-planificación-etc. de la diva. ¡Tristanísimo, qué alegría, hace tiempo que no sé de vos! ¡Y me pongo a trabajar, que me lían ustedes y a ver qué va a pasar a fin de mes! :-)))))) Un gran abrazo para todos. |
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Caro Samuel, te imagino ejerciendo tu apostolado por las nobles tierras de Castilla.- Tengo pendiente una visita al archivo de Simancas, ya que siempre ha corrido en la familia el rumor, de una supuesta descendencia de la princesa de Eboli.Te diré que no me hace mucha gracia, pero de corroborarlo, cuando se acerque "Giunto sul passo estremo" solicitaré un lugar en El Escorial.- Un abrazo Tristanisimo |
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¡Fantástico! Como recordarás, yo nací a 4 km de Simancas. No dejes de avisar cuando vengas por aquí o sufrirás por partida doble los rigores castellanos. Un abrazo. |
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?¿Son útiles los análisis técnicos? Pues en mi opinión sí, porque aportan algo de muchas maneras y a varios interesados: al cantante, al que escuchó la interpretación, al lector interesado en ir creándose conceptos que luego puede desarrollar por su cuenta... ? Todo depende de qué consideremos "gente" y de ahí extrapolemos, D. Samuelisch. El número de lectores (digo lectores, no gente que compra o reciben la vista y la hojea, que pueden ser diez veces más) de una reseña en un medio español calculo que será de 100 o 200 en promedio, más o menos. Si eso es mucho para el que escribe, ahí no entro. De todos modos, si dice que para aprender técnica vocal no basta leer 20 libros (y, además, según dijo, hay que ser muy selectivo con los autores), creo que exagera la utilidad y el poder didáctico de la crítica/análisis, cuando dice que hablar de técnica en una reseña es útil. ¿Y usted cree que los cantantes leen las críticas/análisis? ¿Qué Waltraud Meier va a ir corriendo a casa a leerse las críticas para enterarse (por algunas) de cómo puede mejorar su deficiente emisión? D. Samuelisch?. Por otro lado, me parece igualmente exagerado tildar de ignorante y nocivo al crítico o aficionado que habla por ejemplo de "metal de la voz". No creo que confunda voz con técnica, sino que se refiere a aquello inmediatamente perceptible por el oyente, una cualidad del sonido. Lo que es inútil es contarle al oyente o lector cuál es la técnica empleada para, con una voz determinada, emitir ese sonido. La técnica para el cantante o el especialista. Lo que creo busca el lector de una crítica es hacerse una idea cabal de lo que sucedió o cómo "sonaron" las voces. Si la reseña está llena de tecnicismos incomprensibles salvo por iniciados, el crítico sólo conseguirá apabullar al lector más modesto y sin conocimientos de técnica (como yo), pero no enseñar (no se aprende ni leyendo veinte libros, ¿recuerda?) o informar. Cada cosa en su momento y por el conducto adecuado: un artículo monográfico sobre un cantante o sobre técnica vocal, una conferencia para entendidos o aficionados ilustrados... Saludos. |
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¿Ignorante y nocivo? ¿Dónde ha leído usted eso? Creo recordar que lo que he escrito más o menos es que era un error, lo que no implica desde luego ignorancia y nocividad. Y he dicho ya unas 500 veces que si se habla de técnica hay que relacionarla con causas y consecuencias de la interpretación. Lo de tecnicismos incomprensibles se lo está inventando usted. Esto es así porque ocurre esto, causado por esto, lo que provoca esto. Sí, definitivamente veo que es gravísimo esto de razonar con lógica, pardiez. Trataremos de olvidar la pequeñas piezas del puzle técnico -que nuestros sudores nos han costado- a ver si así se nos entiende. Ah, esto de plantear la utilidad de la crítica no es nuevo. Cuando quiera saltamos a la crítica literaria, donde también se analiza lo suyo, fabricamos una conversación de 130 mensajes y ponemos pingando a Baudelaire, por pionero y analítico. Y encima, se le entiende de pena. Con lo bonito que hubiera sido que se limitara a describir claro y sencillo, mon dieu... Para terminar, quiero recordar que hay revistas que ni se compran ni se hojean ni tienen límites de espacio ni están restringidas a un territorio. Los datos del número de lectores de esas revistas se suelen publicar. Documéntese y después retomamos lo de los 100 ó 200 de promedio, le añadimos cuatro ceritos y nos echamos unas risas tomando unas cañas y comentando el asunto. En cuanto a lo del poder didáctico, es otra creación de su ubérrima y dialéctica inventiva. De la utilidad de un escrito a su poder didáctico hay un trecho, ¿no le parece? Saludos. Saludos. |
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"Otro asunto (y aquí está el verdadero quid) es que el oído sepa distinguir voz de técnica. Éste ha sido el error más común de cierta PSEUDOCRITICA española de unos años a esta parte, QUE TANTO DAÑO HA HECHO con esos reduccionismos absurdos y cómodos." Adivine quien escribió esto. No invento. Hablaba en general, no de sus reseñas o de una en concreto, D. Samuelisch. Pero reconozca que, aunque a usted le parezca evidente, a alguien que no sepa de técnica, eso del paso, la emiión de cabeza, lo resonadores superiores, le suenan a jerga incomprensible. Es como si va uno al médico y le dicen que tiene "panarteritis". ¿Comorrrrr? ¿Me lo explica, doctor? Si al menos las reseñas incluyesen un diccionario o bibliografía... Le epito |
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"Otro asunto (y aquí está el verdadero quid) es que el oído sepa distinguir voz de técnica. Éste ha sido el error más común de cierta PSEUDOCRITICA española de unos años a esta parte, QUE TANTO DAÑO HA HECHO con esos reduccionismos absurdos y cómodos." Adivine quien escribió esto. No invento. Hablaba en general, no de sus reseñas o de una en concreto, D. Samuelisch. Pero reconozca que, aunque a usted le parezca evidente, a alguien que no sepa de técnica, eso del paso, la emiión de cabeza, lo resonadores superiores, le suenan a jerga incomprensible. Es como si va uno al médico y le dicen que tiene "panarteritis". ¿Comorrrrr? ¿Me lo explica, doctor? Si al menos las reseñas incluyesen un diccionario o bibliografía... Le repito que me refería a la crítica de conciertos o representaciones operísticas: eventos únicos, irrepetibles, no reprodibles o verificables. Además, la función del día 6 puede ser muy diferente de la del día 14. No ocurre así con los discos, que se pueden oír cuantas veces se desee. Como los libros se pueden leer repetidas veces. ¿Entiende la diferencia? Lo de los cuatro ceros de más no se lo cree nadie. D. Samuelisch. Yo hablé de lectores. La revistas culturales reciben subvención, y se imprimen muchos ejemplares. Conozco particulares e instituciones que las reciben gratis, y ni quitan el envoltorio. No les cuente como lectores, D. Samuelisch. En cuanto a las publicaciones de Internet, usted sabe que número de visitantes (puede que 1.000.000) no es ni número de "lectores" ni número de lectores de un artículo determinado. Saludos. P.D. Disculpen mi torpeza. Por error, le di ia "enviar" antes de tiempo. |
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Estas disculpado, no es torpeza, es que no dominas la técnica.- Es broma.- Un abrazo Tristanisimo |
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Con las prisas (me esperan para comer), olvidé comentar una cosa. Si un escrito crítico no informa ni enseña, pues o no se ha hecho pensando en esos objetivos o, siendo esos los objetivos, no se alcanzan, ¿cuál es la "utilidad"? En particular, me refiero a la inclusión de aspectos técnicos. Si no es para enseñar al lector o infomarle de acuerdo a sus conocimientos, o para aclarar (no sólo a cuatro entendidos) las cosas, ¿de qué hablamos cuando hablamos de utilidad (de la crítica o una crítica concreta)? Más saludos. |
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Conozco la teoría: hay que darle a "enviar" después de terminar el mensaje, pero no controlo bien el "paso". Jajajajajaja... |
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Para mejorar la técnica, te aconsejo unas gárgaras con clara de huevo, de esa manera frenarás los impulsos no queridos y llegaras felizmente al siguiente "paso".- Un abrazo Tristanisimo |
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Bueno, sr Niemand, estoy en parte de acuerdo con usted, pero creo que es precisamente en un foro de ópera donde se pueden escribir críticas más técnicas, mucho más que una por ejemplo en el ABC o El País, porque la mayoría de los foreros al menos dominan los conceptos técnicos básicos y además cabe la posibilidad del diálogo, así se aprenden muchas cosas preguntando al autor de la crítica si se tienen dudas sobre un término técnico. Aunque recuerdo que en un foro a un forero que había utilizado la palabra musicalidad, tenía dudas por el uso que le daban unos y otros, le pregunté ¿Qué es la musicalidad? y no volvió a aparecer, jejeje Un abrazo |
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Sr Samuelisch, estoy muy interesado en conocer cual es el medio español, si es que es español, donde se puede comprobar que alguna crítica ha sido visitada o leída, aunque sea por encima por 1.000.000 o 2.000.000 de lectores, o de posibles lectores. Si fuese esto cierto, mi percepción actual sobre esta cuestión estaría alejadísima de la realidad, por eso me interesa tanto este dato. Un abrazo |
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Vez 501: Los aspectos técnicos no se "incluyen", sino que se relacionan con el todo, explicándolo en cierta medida, como otras cosas. Mis dedos me preguntan si lo van a tener que volver a escribir. Los porqués sobre el hecho de cantar sólo se logran conociendo los En vista del ambiente festivo creado, parece que la conversación toca a su fin. Abracetes. |
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Jejeje, vamos a tener que hablar con el webmaster, que se nos quedan mensajes a mediooooo. Me voy, que tengo sexta de Bruckner. Si me acuerdo de lo que iba a decir, lo pongo luego :-) Abrazos bis. |
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Sr Samuelisch, puede antes de retirarse del debate indicar cual es ese medio que tiene esas visitas, es que estoy realmente interesado. Un abrazo |
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Parece que está dicho casi todo. Yo, desde la sombra, me retiro. Esperaba el 200 por 100 pero el hilo se agota. Una pena... Samuelisch dice: "Me voy, que tengo sexta de Bruckner..." Y yo digo: ¡Ahá! La sexta de Bruckner tendremos nosotros en Pontevedra el próximo Sabadete, día 16. Me gusta Bruckner ¿porqué será...wagnerianos?(*) (*) Wagnerianos, wagneristas, wagnermaníacos...tiene "musicalidad" esto, jejeje... Antón "peaso" bromista. |
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Mire, he encontrado esto a las primeras de cambio. Parece una cifra bastante respetable. Supongo que habrá otras revistas que tengan aún más visitas, como las escritas en inglés, pero no me hagan buscarlas, por favor. http://mundoclasico.com/noticias/vernoticia.aspx?id=490bee50-f506-4766-93ad-68066942d0d2 Sí, ya sé que esto no son dos millones de lectores al día, pero tampoco es moco de pavo... Saludos. |
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¡¡¡La leche!!! ¡Historia viva de la Lírica! Gracias mil, Herr Tristanisimo. (No le preguntaré si vió Ud. en vivo a la Flagstad, no vaya a ser que así fuera y le odie a Ud. por siempre, de pura envidia...) |
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Cifras muy impresionantes que pueden llevar a engaño a mentes poco dadas a la reflexión. ¿Cuántas críticas se publican al trimestre en MC? ¿No creerá que número de visitas = número de visitantes? ¿O que visitante = lector? Hay gente que tiene una web como página de entrada en el Explorer, y cada vez que abre una ventana de Explorer se conecta a la página y se contabiliza como una visita. Y hay gente que entra muchas veces (incluso muchas veces al día) en una página determinada. Cada vez que entra se cuenta una visita, pero no necesariamente una "lectura". Un puñado de personas entra aquí varias veces cada día, pero cada vez que entra no vuelve a leer el primer mensaje de este hilo, por ejemplo. Vamos, que medio millón de visitas a las secciones de crítica enm un trimestre no me dice nada. Es perfectamente compatible con 100-200 lectores en España de una crítica dada, que es lo que yo dije. De todos modos, sigo sin tener claro lo de la "utilidad" de farragosas cuestiones técnicas en la reseña de un espectáculo. Ya ve, 501 veces que me lo ha explicado, D. Samuelisch, y yo sigo sin enterarme. Hay que ser bruto. Me refiero a mí mismo, claro. Saludos. |
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"El odio es un lastre, y la vida demasiado corta para pasarla cabreado." Caro Pulgarcito: A mis 8 años y a pesar de mi resistencia, de aquella época con el canto en alemán, fuí "arrastrado" por mi hermano mayor, un "wagneriano terminal" a un ensayo de Tristan con Flagstad.Cuando ésta abrió la boca instintivamente me tapé los oidos. Nunca he podido olvidar el volumen, suntuosidad y calidez de esa voz.La mas grande que haya escuchado nunca en un teatro.- No aliento odio, pero si una considerable envidia por tus botas de las siete leguas.- Un abrazo Tristanísimo |