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Número 276 - Zaragoza - Diciembre 2023|
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FORO
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| ¿Qué significa Tristan? |
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Algo brutalmente desconsolador pero que, a la vez, libera. Un des-velamiento. Comprender, por fin, que el anhelo de amor que me (te) atormenta no será satisfecho. Por nadie. Jamás. Que el amor es una pasión inútil. Contra lo que piensan muchos exégetas de la obra (se ha dicho y escrito tanta estupidez a propósito de su última representación en Chile ¡incluso por gente inteligente!), el amor entre Tristan e Isolda se consuma sólo sexualmente (hay que ser muy inocente, o rematadamente sordo, para no percibir que el segundo acto es una larga y sostenida cópula que culmina en orgasmo y, tras la pausa de rigor, nueva cópula o, más bien, coitus interruptus, por la aparición de Marke y sus cortesanos). Pero la consumación sexual es efímera y el anhelo renace una y otra vez en el corazón de Tristan como un fuego ardiente y devordador que no llega jamás a apagarse (lo grita así, literalmente, en el acto final). Sólo la muerte podrá extinguirlo. Esa oscuridad de la que procedemos y a la que tarde o temprano regresamos. La eterna y tranquila noche de la inconsciencia. La aniquilación del individuo como manantial inagotable de deseo y de insatisfacción. Sólo la muerte nos libera de desear. Es un completo malentendido decir que la muerte une finalmente a Tristan e Isolda. Simplemente los disuelve, los aniquila como sufrientes esclavos del deseo. Esa es la única liberación posible. "Noche" en Wagner no es más que un eufemismo para llamar a la muerte. Tristan und Isolde, ópera terrible, en absoluto "romántica". Schopenhauer con música. |
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Vaya coincidencia, VonBülow. Esta tarde he estado escuchando por enésima vez el Tristan de Furt. La verdad es que la vida ha sido graciosa conmigo y he tenido el placer de compartirla con la mujer que amé, amo y espero amar para siempre y he compartido parte de esta grabación con ella y he podido ver sus ojos femeninos y tranquilos y desearle felicidad de la manera sublime que nos ofrece Wagner...no había nada mas que decir... tú ves todo eso que ves igual que otros ven otras cosas y las transmiten como creen que está bien. Yo, VonBülow, en esta obra solo veo AMOR y se lo transmito a quien amo. AMOR. Hermosa obra que nos ha dejado Wagner. Para que nos amemos con el bienestar del cariño y del sacrificio y de la nobleza de espíritu. |
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Interesante aportación la suya, Von Bulow. Entre usted y yo? en ocasiones siempre he desconfiado demasiado del amor contemplativo e idealista, ese mírame pero no me toques del segundo acto del Tristán. Sin embargo prefiero pensar como nuestro amigo vagneriano Antón. Me explico: La música del Tristán la siento benigna, dulce, misteriosa - pero desde una altura muy humana- , no puedo apreciar en ella un sentido oculto (deseo carnal, pasión sexual?) pero si un erotismo y sensualidad que enreda en lo que yo siento como una pura pasión contemplativa. Ahí tenemos al quien se hizo llamar Tantris y a la Isolda en medio de su propio universo amoroso, enamorados, observándose como si ello fuera el preludio de algo carnal, pero que no se satisface en el contacto ni en su esperanza, si no en la unión espiritual, mística, del amor que teme perderse. Para mí toda la música del Tristán expresa ese pathos en particular. Dejemos la carne para el sr. Tannhäuser. Saludos. |
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Otro apunte por mi parte: La noche no podría significar simplemente aquello que oculta a Tristan e Isolde de los ojos del mundo? (en concreto de los ojos de Melot y Marke). Yo lo comparo a los conocidos versos de Catulo "nobis, cum semel occidit breuis lux, nox est perpetua una dormienda". En ambos lugares veo el temor de que la noche pase y con ello la magia que los oculta de los ojos envidiosos. |
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Agradezco los comentarios de los ilustres foreros: Una obra de arte admite muchas, acaso infinitas miradas, lecturas o interpretaciones. Como fundamento de la mía cito el monólogo de Tristan en el Acto III, que me parece bastante ilustrativo: "...He estado donde estaba siempre y adonde ahora voy, al vasto reino de la noche de los mundos. Un único saber tenemos allí: el eterno y divino olvido primordial. ¿Cómo perdí su presentimiento? Advertencia anhelante, así te llamo a ti, ¿eres tú la que de nuevo me has empujado hacia la luz del día? La única cosa que me ha quedado es un amor ardiente y férvido, que me expulsa de los deliciosos espantos de la muerte y me empuja a ver la luz, ¡esa luz que, engañosamente clara y áurea, sigue brillando para ti, Isolda! (Kurwenal, espantado, oculta su cabeza. Tristán se yergue poco a poco, cada vez más) ¡Isolda está aún en el reino del sol! ¡En la luz del día está aún Isolda! ¡Qué anhelos! ¡Que deseos! ¡Qué ansias de verla! Oí cómo a mis espaldas con estrépito se cerraba la puerta de la muerte; ahora vuelve a estar abierta de par en par, los rayos del sol la han abierto de golpe; con los ojos abiertos a la luz, tengo que emerger de la noche, para buscarla a ella; sólo a ella le está dado a Tristán perderse, desaparecer. ¡Ay de mí! Pálida y angustiada crece ahora para mí la fiera urgencia del día; brillante y engañoso, su astro despierta mi cerebro ¡al engaño y a la ilusión! ¡Maldito seas, día, tú y tu claridad! ¿Harás que mi pena arda eternamente? ¿Arderá eternamente esa luz que, incluso de noche, me mantuvo alejado de ella? ¡Ay, Isolda, dulce amada mía! ¿Cuándo, por fin, cuándo, ay, cuándo, apagarás la llama para anunciarme mi felicidad? La luz, ¿cuándo se extinguirá? (Agotado, vuelve a recostarse suavemente) ¿Cuándo se hará de noche en la casa? |
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También Meleagro se quejaba de la brevedad de la noche: ?-Alba hostil al amor ¿por qué te me presentas, presurosa, en el lecho ?justo cuando me ablanda la tibieza de la piel de Demó? ?Ojalá que girando en tu curso velocísimo tú fueras el crepúsculo, ?dulce luz que te arrojas contra mí tan amarga. ?Ya alguna vez, antaño, por Alcmena y por Zeus al revés caminaste: ?¡no eres incapaz de dar la vuelta!?. ----------------------------------------- ¿Quién, de noche abrazado a su amante, no ha expresado, acaso menos poéticamente, el mismo anhelo? Con todo, me parece que la invocación de la noche en Tristan no busca prolongar los goces del amor, sin aniquilar el deseo. Es anhelo de muerte. |
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"el amor entre Tristan e Isolda se consuma sólo sexualmente" A veces parecería que el amor-pasión es algo que surge, crece, se desmesura, nos desborda, y luego ya o es la consumación en un solo acto o la muerte. Y que no tiene nada que ver con el amor-pasión que busca al objeto amado pero para una especie de fusión-fisión etérea que nada tiene que ver con el acto sexual y blablabla. Pero, por qué demonios tienen que estar reñido el revolcón con el amor... con el "universo amoroso, enamorados, observándose como si ello fuera el preludio de algo carnal, pero que no se satisface en el contacto ni en su esperanza, si no en la unión espiritual, mística, del amor que teme perderse"...? Tristán es ambas cosas, es vida y muerte, es pasión y ardor y amor contemplativo y sublime. Por último: "Dejemos la carne para el sr. Tannhäuser". Seguro? qué opinaría acerca de ello el señor Tristán? y la señora Isolda? nchts, nchts... Y de paso: qué pasa, que si Heinrich se hubiera quedado en el Wartburg y casado con Elizabeth no iban a irse a la cama? Sí, pero todos tenemos la idea en mente de que la cosa no iba a ser tan entretenida como con Venus. Pero... ¿Por qué?... |
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Otro dato, a mi entender, significativo es que tanto Tristán como Isolda se niegan así mismos constantemente.Una contínua renuncia a su propio ser como máximo desprendimiento; se despojan de sus nombres, de todo lo que tienen, de su vida como máximo anhelo. Convengo con Hans en que noche es sinónimo de muerte en toda la obra. En fin, saludos. |
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No creo que se lleguen a despojar de si mismos ni de todo lo que tienen, si no que a si mismos se entregan al otro. No pierden nada, ganan. En relación a la muerte, si como muerte se entiende esa inocente y estúpida idea que tengo, de unión eterna, la cual, mor motivos evidentes se les niega en vida, también me convengo a ella. Para terminar pongo otro ejemplo donde se entiende noche como único tiempo para entregarse al amor (casi siempre ilícito): mito de Biblis, en las metamorfosis de Ovidio, dónde ella se enamora de su hermano, y se queja de que la noche, portadora de sus dulces sueños, tan pronto pase y la arranque de su amor. VALETE. |