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Número 276 - Zaragoza - Diciembre 2023|
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| Parsifal, 125 |
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En un día como hoy, 26 de julio, pero de hace 125 años se estrenaba Parsifal. No hay nada más que decir. Un saludo. |
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Bastante es lo dicho. Una obra solo digna de ser escuchada por amantes del arte, por corazones nobles y limpios y por personas con una marcada inquietud de espíritu. El resto no sabrán apreciarla. |
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| Y quien asista a una representación, allá donde fuere, que no aplauda. De acuerdo con Yoda y Anton |
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| Cuanta belleza,y que gran obra. Lo celebraremos el próximo jueves desde Bayreuth. |
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"Y quien asista a una representación, allá donde fuere, que no aplauda." ¿Por qué? Si le gusta... No somos nadie. |
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| Se refiere a la tradición de Bayreuth de no aplaudir cuando acaba el primer acto, que según algunos se remonta a los tiempos de Wagner, precisamente en su estreno, que la gente no sabia si aplaudir o no por el tema "sagrado" de la opera, y una palabras de Wagner, que llenaron de dudas a los espectadores si debían o no aplaudir, Wagner según leí en su bibliografía escrita por Martin Gregor-Dellin quería que aplaudiesen a los artista pero no al final del acto 1º y otros dicen que es una tradición impuesta por Kna en 1951. |
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Conozco la "tradición", de confuso origen. Pero no pretenderán que la acate a estas alturas. Creo que podré escuchar y disfrutar de un buen Parsifal sin tener que comprame un perro, hacerme vegetariano, irme sin pagar de la frutería y pegársela a mi señora. Es una broma. No somos nadie. |
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Grandiosa obra, felicidades a todos que hemos podido disfrutarla y gracias al maestro por crearla. Sobre la tradición todo apunta a que efectívamente fue un malentendido. Wagner expuso que era necesario que no se aplaudiera durante la representación y sus fieles seguidores no aplaudieron hasta el final de la obra. Más tarde Wagner dijo que se refería a que no se parara nunca la música, que incluso le parecía bien que se aplaudieran a los cantantes al final de cada acto. Pero tampoco hizo ningún escrito público pidiendo que se retirara la tradición y los seguidores en este caso fueron más papistas que el papa y continuaron sin aplaudir en ninguno de los actos. Años más tarde, en la biografía de Gregor-Dellin viene la fecha, se vió que emocionalmente el segundo acto sí pedía un aplauso, al contrario que el primero que potencia el éxtasis y la emoción al continuar la música con un largo silencio. Por eso se rompió la tradición del segundo acto. En los últimos tiempos en Bayreuth la verdad es que se comienza a aplaudir muy pronto al terminar el primer acto, supongo que por desconocimiento mayoritariamente y en cuanto alguno aplaude muchos se lanzan. La última vez que recuerdo un total silencio al finalizar fue en la gesta de las diez óperas de Barenboim, en la segunda tanda, al finalizar el primer acto de Parsifal no se oyó una mosca y el efecto es verdaderamente sobrecogedor. Un abrazo |
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Hace poco puede ver el Parsifal de la Staatsoper y allí también guardan la tradición de no aplaudir al final del primer acto. Hubo quien hizo un conato pero enseguida otros se encargaron de acallarlos. Yo también estuve en ese Parsifal de Barenboim con la Meier, Tomlinson, Struckmann y Gambill y el efecto del silencio es tremebundo. Pero es que muchas veces yo sería partidario de ese silencio al final de algunas obras musicales, por ejemplo para todos los Requiem y un largo etcetera de obras cuya profundidad o trascendencia sean dignas de ser meditadas tras la escucha. Un saludo. |
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La primera vez que presencié el silencio del primer acto fue en Bayreuth el año 1959 con Kna y realmente me impresionó. En aquellos tiempos el público se vestía con una gran seriedad para esta obra. El smoking para los hombres y la señoras casi todas traja largo y de color negro. Hoy es muy lógico que no se lleve smoking pero quizá nos hemos pasado com la "informalidad de la indumentaria". Actualmente en Bayreuth siempre hay un conato de aplauso. Recuerdo que, a principios de los años 90, el locutor de RN que comentaba la retransmisión, al finalizar el primer acto y no aplaudir el público dijo: -Algo muy grave debe suceder en Bayreuth ya que no se ha oido ni un aplauso- Naturalmente en el segundo acto pidió disculpas por su ignorancia. Llorenç Casanova |
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En relación con la necesidad de guardar silencio tras la representación de algunas obras, que apunta Winterstürme, recuerdo hace unos años, una Pasión según San Juan de Bach interpretada en la Catedral de Barcelona por Gustav Leonhardt. Antes que dicha representación comenzase se anunció por la megafonía que para el Maestro Leonhardt -creo que se escribe así- interpretar tal obra en tal lugar, para él, constituía más un acto litúrgico que artístico, por lo que la Pasión se ejecutaría sin descanso alguno y pedía que el público se abstuviese de aplaudir. A pesar de ello, algún despistado aplaudió al final y el Maestro Leonhart, con místico y severo porte de pastor luterano levantó su mano derecha como no queriendo aceptar el aplauso y se retiró a la sacristía. |
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Las pasiones de Bach serían una de tantas obras a no aplaudir, se me ocurren también algunas otras, como por ejemplo la 9 sinfonía de Mahler o su canción de la tierra. En ocasiones también se agradecería un poco menos de precipitación en el aplauso. Muchas veces comienzan incluso antes de que la musica finalice y eso es lamentable. Cuando de conciertos populares se trata la cosa no puede ser peor. Hace unos días unos interpretes ucranianos perpetraron aquí en Murcia una lamentable versión de la 9ª de Beethoven, amplificada en la plaza de la Catedral. No solo no abuchearon el bodrio de interpretación sino que encima aplaudían entre cada uno de los movimientos y encima el director saludaba. Creo que sería hora de que los politicastros se gastaran un poco el dinero en traer menos figuras de relumbrón a costes desorbitados (España es quien mejor paga) y en construir coliseos más sencillos (con el presupuesto de Valencia se podrían hacer al menos 3) e invirtieran más en la educación musical en general para evitar estos bochornosos espectáculos. Hay un tipo abonado en el Palau de la Musica de Valencia que se sienta en primera fila en butaca centra y no aplaude jamás. Hay quien le ha preguntado por qué lo hace y su respuesta ha sido que a él jamás nadie le aplaude en su trabajo y por tanto no ve la necesidad de tener que aplaudir a otros que hacen el suyo. No le falta razón, no creen? Creo que es ya famoso entre los interpretes que acuden periódicamente al Palau. Me llena de envidia acudir a conciertos en Alemania donde todo empieza con absoluta puntualidad y el publico guarda un silencio respetuoso y de recogimiento al final de la obra, hasta que poco a poco se va elevando el grado de los aplausos conforme el ánimo de despierta tras la escucha. Un saludo. |
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| La verdad que lo de aplaudir tiene su interés, a mí me paso el año pasado en un recital en Coruña de Sokolov, una autentica pasada, al principio los aplausos eran tímidos, pero después de cuatro propinas, aquello era increíble, 20 minutos aplaudiendo y el teatro en pie. cuando dieron el caballero de la rosa, en Viena con Carlos Kleiber, en canal plus entrevistaron a un asistente a la representación (me parece que el compositor Mauricio Sotelo) y decía que lo bueno se aplaude pero lo excepcional no, y salio del teatro en silencio. |
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Bonito tema este de los aplausos. Debo decir que yo soy de los entusiastas pero me parece de una dignidad asombrosa el hecho de no aplaudir reconociendo el trabajo bien hecho, como dándolo por hecho. Nota del autor: En los conciertos de rock sí que me aplauden, pero creo que hablamos de cosas distintas. |
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El pueril atgumento (mencionado más arriba) del melómano valenciano que no aplaude nunca porque "a mí no me aplauden cuando hago buen mi trabajo" podría aplicarse a Vd. y su rock. ¿O no? En cuanto a respuesta del público a un hecho artístico no veo la diferencia. Y, créame, conozco más "frikies" entre los aficionados a la clásica que a cuualquir otro tipo de música. No somos nadie. |
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Defínase Niemand, o es usted Nadie o no es nadie, pero no nos confunda !!! (a no ser que sea usted el propio Ulises escapando del cíclope) Un saludo a sus nihilidades. |
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Se puede ser Nadie sin ser nadie. Piénselo, no es tan difícil. No somos... ¿O sí? |
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| Hola. Sobre el recogimiento del Acto I de Parsifal que lleve al silencio, yo recuerdo que leí que es tradición impuesta a partir de la era Cósima, a finales del XIX principios del siglo XX. Lo que comentáis del estreno y los comentarios de Wagner indudable que es cierto, pero a mi me parece que se "formalizó" en esos años... Un saludo. |