|
HANS
KNAPPERTSBUSCH
Hans
Hotter, Eric Saedén, Sandor Kónya,
Fritz Uhl, Rita Gorr, Elisabeth Grümmer,
Frans Andersson, Gerhard Stolze, Theo Adam,
Josef Greindl, Maria von Ilosvay, Dorothea Siebert,
Claudia Hellmann, Ursula Boese, Jon Vickers,
Leonie Rysanek, Astrid Varnay, Marlies Siemeling,
Hilde Scheppan, Elisabeth Schärtel, Maria
von Ilosvay, Lotte Risanek, Grace Hoffman, Wolfgang
Windgassen, Otto Wiener, Jean Madeira.
Coro
y Orquesta del Festival de Bayreuth (1958).
|
|
GOLDEN
MELODRAM 1.0052, 14 CDs, ADD mono
|
|
Siempre
por estas fechas, desde hace cinco años el sello Golden Melodram
ha venido sorprendiendo a los devotos wagnerianos con un "milagro"
en forma de Anillo del Nibelungo del Nuevo Bayreuth dirigido
por Hans Knappertsbusch. En 1996 provocó un terremoto de consideración
al editar, con sorprendente calidad técnica, el semidesconocido
de 1956, del que sólo La Walkyria y El Ocaso de los Dioses
habían aparecido en disco de vinilo. Del excepcional documento se
vendieron en España más de 1000 copias, siendo, después de Japón,
el país donde más ejemplares se vendieron de ese Anillo. El año
2000 fue el de 1957, con mejor sonido aún, comentado por mí con
cierto detalle en esta sección los dos primeros meses de la entonces
recién nacida Wagnermanía (Enero
y Febrero
de 2000). Casi sin dejar tiempo a que se agote la vida comercial
de aquél, y agobiando un poco a los aficionados que no cesan de
hacer sus cuentas, Golden Melodram completa ahora con la entrega
que se comenta la magna "Kna Trilogie" de Tetralogías
bayreuthianas (1).
Acometer
un exhaustivo estudio comparativo de los tres registros de 1956-58
requeriría dedicar a la tarea un tiempo que ahora no poseo, aunque
no descarto hacerlo durante algún periodo vacacional y publicarlo
aquí algún día. En este artículo, dividido en dos entregas, me limitaré
a comentar el ciclo de 1958 y dar algunas referencias ocasionales
a los de los otros años.
Dejando
de lado los detalles, la inspección de la duración del ciclo completo
y su distribución por obras y actos, ofrece ya información interesante.
En la tabla siguiente se muestra la duración de los ciclos de 1956-58,
así como del Ocaso de 1951 dirigidos por Kna en Bayreuth.
Al contabilizar el tiempo se han restado los segundos de silencio
al comienzo de alguna pista y los aplausos del público. Como comparación
se incluyen los datos del Anillo de la RAI dirigido por Furtwängler
en 1953, de los Anillos bayreuthianos de Clemens Krauss (1953)
y Karl Böhm (1967) y del de estudio de Solti (1958-65).
|
Kna
1951
|
Kna
1956
|
Kna
1957
|
Kna
1958
|
Furt
1953
|
Krauss
1953
|
Solti
1958-65
|
Böhm
1967
|
DAS
RHEINGOLD
|
|
157’20’’
|
153’43’’
|
158’26’’
|
154’55’’
|
143’53’’
|
145’49’’
|
136’46’’
|
DIE
WALKÜRE
|
|
225’20’’
|
229’53’’
|
232’07’’
|
233’23’’
|
211’09’’
|
229’09’’
|
211’09’’
|
Acto
1
|
|
63’37’’
|
64’27’
|
66’19’’
|
67’49’’
|
61’44’’
|
65’47’’
|
62’00’’
|
Acto
2
|
|
93’11’’
|
92’27’’
|
93’41’’
|
96’46’’
|
84’49’’
|
93’02’’
|
83’50’’
|
Acto
3
|
|
68’32’’
|
72’59’’
|
72’17’’
|
68’48’’
|
64’36’’
|
70’20’’
|
65’19’’
|
SIEGFRIED
|
|
249’43’’
|
241’51’’
|
252’57’’
|
246’54’’
|
237’04’’
|
237’18’’
|
223’29’’
|
Acto
1
|
|
87’06’’
|
85’09’’
|
88’33’’
|
88’18’’
|
82’26’’
|
82’29’’
|
78’46’’
|
Acto
2
|
|
77’55’’
|
75’39’’
|
79’00’’
|
74’31’’
|
74’26’’
|
74’15’’
|
68’57’’
|
Acto
3
|
|
84’42’’
|
81’03’’
|
85’24’’
|
84’05’’
|
80’12’’
|
80’34’’
|
75’46’’
|
GÖTTERDÄMMERUNG
|
280’33’’
|
272’25’’
|
267’39’’
|
273’08’’
|
266’17’’
|
259’32’’
|
265’34’’
|
248’32’’
|
Prólogo
|
40’08’’
|
40’40’’
|
38’31’’
|
38’51’’
|
37’16’’
|
37’47’’
|
38’41’’
|
35’26’’
|
Acto
1
|
88’15’’
|
82’45’’
|
82’27’’
|
84’00’’
|
78’52’’
|
77’14’’
|
81’42’’
|
77’50’’
|
Acto
2
|
69’36’’
|
69’19’’
|
69’30’’
|
69’38’’
|
68’16’’
|
66’42’’
|
67’20’’
|
67’40’’
|
Acto
3
|
82’34’’
|
79’41’’
|
77’11’’
|
80’39’’
|
81’53’’
|
77’49’’
|
77’51’’
|
67’36’’
|
TOTAL
|
|
904’48’’
|
893’06’’
|
916’38’’
|
901’29’’
|
851’38’’
|
877’50’’
|
819’56’’
|
|
Ciñéndonos
a Kna, el Anillo más rápido es el de 1957; el de mayor
duración el de 1958. El registro de 1956 es cerca de 12 minutos
más lento que el del siguiente año, y unos 12 minutos más rápido
que el de 1958. Esta tendencia general no se cumple en La Walkyria,
más rápida en 1956, sobre todo gracias al Tercer Acto. El inigualable
Segundo Acto de El Ocaso de los Dioses le duró a Kna
lo mismo en los tres años, algo más de 69 minutos, igual que en
1951, aunque la duración total de éste fuera entre 8 y 13 minutos
mayor que en el trienio 1956-58.
Las
duraciones de Prólogo y Jornadas del Anillo dirigido por Furtwängler
para la RAI en 1953 son muy parecidas a las de Kna, siendo
la duración global muy próxima a la de 1956. Nótese que La Walkyria
de Furtwängler es más lenta que cualquiera de las de Kna, debido
a los dos primeros Actos, pero sobre todo al Segundo. En 1967, Böhm
(Wagner à la Mozart, se dijo entonces) invirtió en el Anillo
completo 74 minutos menos que Kna en su año más animado y
¡97 menos que Kna en 1958!
Si
he traído aquí el de Solti, grabado en estudio durante el periodo
1958-65 es para destacar una curiosidad: las grabaciones más tardías
de Solti (Ocaso de Noviembre de 1964; Walkyria de
Noviembre de 1965) duran prácticamente lo mismo que las del ciclo
de 1957; ¡La Walkyria de 1956 es incluso 4 minutos más rápida
que la de Solti! Por tanto la sensación de "lentitud"
en la dirección de Kna debe tanto a la textura de su orquesta
como a la amplitud real de sus tempi. Es sorprendente el
caso de Clemens Krauss, un director considerado como "veloz".
Mientras que en El Oro del Rin, Sigfrido y El Ocaso
de los Dioses se acerca a Solti y no queda demasiado alejado
de Kna en 1957 en las dos últimas jornadas, su Walkyria
es vertiginosa, tan rápida como la de Böhm.
Pese
a todo, y conviene resaltarlo, en valor relativo la diferencia de
duración entre los Anillos de 1957 y 58 es inferior al 3%, mientras
que entre Kna ’58 y Böhm ’67 la diferencia es del 10%, tanto
como entre el Parsifal (2) más lento de Kna en Bayreuth (1951)
y el más rápido (1960).
Sobre
el tempo de Kna, cito a Astrid Varnay (3): "Lo
que Knappertsbusch intentaba hacer con éxito era emplear tempi
amplios, no lentos, para mostrar con claridad todos los
fascinantes detalles de estas complicadas partituras, por no hablar
de la clara dicción que era posible con ese tempo."
Amplitud al servicio del drama, para clarificar los detalles, a
veces intrincados, de la escritura de Wagner, y facilitar la comprensión
del texto. Varnay dixit.
Personaje
|
1956
|
1957
|
1958
|
Wotan/Viandante
|
Hans
Hotter
|
Hans
Hotter
|
Hans
Hotter
|
Donner
|
Alfons
Herwig
|
Toni
Blankenheim
|
Eric
Saedén
|
Froh
|
Josef
Traxel
|
Josef
Traxel
|
Sandor
Kónya
|
Loge
|
Ludwig
Suthaus
|
Ludwig
Suthaus
|
Fritz
Uhl
|
Fricka
|
Georgine
von Milinkovic
|
Georgine
von Milinkovic
|
Rita
Gorr
|
Freia
|
Gré
Brouwenstijn
|
Elisabeth
Grümmer
|
Elisabeth
Grümmer
|
Alberich
|
Gustav
Neidlinger
|
Gustav
Neidlinger
|
Frans
Andersson
|
Mime
|
Paul
Kuën
|
Paul
Kuën
|
Gerhard
Stolze
|
Fasolt
|
Josef
Greindl
|
Arnold
van Mill
|
Theo
Adam
|
Fafner
|
Arnold
van Mill
|
Josef
Greindl
|
Josef
Greindl
|
Erda
|
Jean
Madeira
|
Maria
von Ilosvay
|
Maria
von Ilosvay
|
Woglinde
|
Lore
Wissmann
|
Dorothea
Siebert
|
Dorothea
Siebert
|
Wellgunde
|
Paula
Lenchner
|
Paula
Lenchner
|
Claudia
Hellmann
|
Flosshilde
|
Maria
von Ilosvay
|
Elisabeth
Schärtel
|
Ursula
Boese
|
Siegmund
|
Wolfgang
Windgassen
|
Ramón
Vinay
|
Jon
Vickers
|
Hunding
|
Josef
Greindl
|
Josef
Greindl
|
Josef
Greindl |
Sieglinde
|
Gré
Brouwenstijn
|
Birgit
Nilsson
|
Leonie
Rysanek
|
Brünnhilde
|
Astrid
Varnay
|
Astrid
Varnay
|
Astrid
Varnay
|
Gerhilde
|
Paula
Lenchner
|
Paula
Lenchner
|
Marlies
Siemeling
|
Ortlinde
|
Gerda
Lammers
|
Gerda
Lammers
|
Hilde
Scheppan
|
Waltraute
(W)
|
Elisabeth
Schärtel
|
Elisabeth
Schärtel
|
Elisabeth
Schärtel
|
Schwertleite
|
Maria
von Ilosvay
|
Maria
von Ilosvay
|
Maria
von Ilosvay
|
Helmwige
|
Hilde
Scheppan
|
Hilde
Scheppan
|
Lotte
Risanek
|
Siegrune
|
Luise-Charlotte
Kamps
|
Helena
Bader
|
Grace
Hoffman
|
Grimgerde
|
Georgine
von Milinkovic
|
Georgine
von Milinkovic
|
Rita
Gorr
|
Rossweise
|
Jean
Madeira
|
Hetty
Plümacher
|
Ursula
Boese
|
Siegfried
(S)
|
Wolfgang
Windgassen
|
Bernd
Aldenhoff
|
Wolfgang
Windgassen
|
Siegfried
(O)
|
Wolfgang
Windgassen
|
Wolfgang
Windgassen
|
Wolfgang
Windgassen
|
Pájaro
del Bosque
|
Ilse
Hollweg
|
Ilse
Hollweg
|
Dorothea
Siebert
|
Gunther
|
Hermann
Uhde
|
Hermann
Uhde
|
Otto
Wiener
|
Hagen
|
Josef
Greindl
|
Josef
Greindl
|
Josef
Greindl
|
Gutrune
|
Gré
Brouwenstijn
|
Elisabeth
Grümmer
|
Elisabeth
Grümmer
|
Waltraute
(O)
|
Jean
Madeira
|
Maria
von Ilosvay
|
Jean
Madeira
|
Primera
Norna
|
Jean
Madeira
|
Maria
von Ilosvay
|
Jean
Madeira
|
Segunda
Norna
|
Maria
von Ilosvay
|
Elisabeth
Schärtel
|
Ursula
Boese
|
Tercera
Norna
|
Astrid
Vanay
|
Birgit
Nilsson
|
Rita
Gorr
|
EL
ORO DEL RIN
El
Preludio de El Oro del Rin dura (3’41’’) prácticamente lo
mismo que los dos años anteriores (3’47’’) pero ni éste ni la Primera
Escena alcanzan la perfección de 1957 que, como ya mencioné aquí
mismo hace casi un año, es la realización más perfecta que conozco.
En la grabación que nos ocupa, este Preludio se ve lastrado, además
de por algunos molestos ruidos de escena (26’’, 29’’, 32’’, 36’’),
sobre todo por el saturado Mib amplificado electrónicamente, que
se empleaba para reforzar la cuerda grave, realmente ensordecedor.
Es un alivio dejar de oírlo cuando concluye el Preludio.
|
Dioses
y gigantes ante el Walhall de Wieland Wagner |
El
trío de ondinas es magnífico, en especial Dorothea Siebert, que
repite su extraordinaria Woglinde de 1957 y la debutante Ursula
Boese (Flosshilde, también Rossweise y Segunda Norna) poseedora
de una preciosa voz de contralto. Causa sorpresa la entrada de Alberich
(CD 1, pista 3), al no oír la voz familiar del gran Gustav Neidlinger.
La voz de Andersson no es mala, pero su nivel de penetración en
el personaje está a años luz de aquél, aunque mejora en algunos
momentos de la Tercera Escena. Los estornudos de Alberich, por ejemplo
(pista 4, 0’20’’) son apenas audibles, y no resultan tan eficaces
y cómicos como los de Neidlinger, y en "Wehe! Ach Wehe!"
(pista 4, 5’31’’) hay poco carácter. La espléndida toma permite
escuchar muchas cosas en la orquesta. Préstese atención, por ejemplo,
a la manera en que Kna resalta el pulso rítmico en las intervenciones
de Alberich (pista 3) con el pizzicato en contrabajos (saltos
de octava Lab-Lab, Sol-Sol) o a los vientos durante la persecución
de las ondinas (pista 4, 0’22’’ en adelante). Sí resulta convincente
Andersson en la última intervención de Alberich en esta Primera
Escena, "Bangt euch noch nicht?" (pista 7, 0’54’’), con
una excelente maldición del Amor, con su punto de rabia y
sin problemas con el comprometido Mi3 sobre "rächenden Ring"
(1’15’’).
El
breve interludio orquestal (pista 8) que precede a la Segunda Escena
es uno de esos "microdramas" que Kna bordaba. Pueden
oírse realmente las aguas, y cómo todo desaparece para dar paso
a las nubes, que se disipan en fina niebla. He de confesar que,
en contra de mis recuerdos, no me ha impresionado tanto la Fricka
Rita Gorr, aunque sigo encontrándola muy superior a Georgine von
Milinkovic, Fricka de los dos años anteriores. Me ha parecido que
su visión es un tanto unidimensional, dice el texto sin muchos matices,
y además su voz presenta una ligera vibración continua que a veces
resulta molesta ("Liebeloser", CD 1, pista 10,
1’45’’). Hotter estaba muy bien de voz este año. Desde el principio
(por ejemplo "Wandel und Wechsel / liebt wer lebt; / das Spiel
drum kann ich nicht sparen!", CD 1, pista 10, 1’30’’) da muestras
de lo que le hace destacar sobre el Wotan de otros colegas: intención,
inmersión en el drama. Aunque no le vemos, su manera de entonar,
de enfatizar algunas palabras, y los pequeños ruidos que él mismo
produce en escena tienen una fuerza casi visual. Elisabeth Grümmer
repite su insuperable Freia de 1957: la voz bellísima, de cristal,
perfecta de intención; se siente la angustia ("Hilf mir, Schwester!
", pista 10, 3’05’’).
La
pareja de gigantes, que entra en escena (pista 11) acompañada de
una poderosísima orquesta, es desigual. En 1956 Wieland Wagner
realizó un experimento de los suyos, asignando a Arnold van Mill
el rudo Fafner y a Josef Greindl el enamorado Fasolt. En 1957 ambos
cantantes intercambiaron los papeles y, para mi gusto, se consiguió
un apropiado equilibrio. Aquí Greindl encarna de nuevo a un perfecto
Fafner, encargándose de Fasolt un joven Theo Adam. Siento poco afecto
por la voz y el estilo de Adam, algo que empieza a preocuparme.
Su emisión es bastante tosca, gutural, las palabras salen de su
boca como balas. Esto se me antoja que va más allá de la caracterización
del personaje. No muestra nada de ternura cuando le dice a Wotan
que Freia fue el pago convenido por la construcción del Walhall
(2’16’’). Sí la hay en el delicioso pasaje que comienza en 6’17’’,
y en el que Kna parece detener el tiempo. Greindl es otra
cosa. La voz no suena tan nasal como en otras ocasiones, y su rudeza
calculada y oscuro timbre convienen al personaje. Pero canta, ¡y
cómo! En su intervención "Gold’ne Äpfel / wachsen in ihrem
Garten" (pista 11, 7’10’’) se muestra muy fino, con dominio
de la media voz y excelente línea de canto.
Kna
también sabe correr, como en la entrada de Froh (pista 11, 8’26’’
a 8’34’’). Sándor Kónya presta su bella voz a un Froh de lujo. Por
el contrario, el Donner de Erik Saedén deja bastante que desear
y es, con diferencia, la peor voz del amplio reparto. Aunque por
lo general Kna es sumamente respetuoso con las indicaciones
de la partitura, en la entrada de Loge (pista 13) hace caso omiso
de la indicación "Lebhaft" (vivaz, animado). Sin embargo,
su tempo pausado consigue que las semicorcheas suenen con
nitidez. Fritz Uhl es un solvente Loge, en mi opinión inferior a
Ludwig Suthaus (1956 y 57). Su visión del personaje acentúa quizá
en exceso una cierta comicidad (¡a veces parece Mime!). La voz pierde
brillo, se vela a partir Fa3 ("geraten ist ihm der Ring!",
CD 1, pista 15, 4’23’’).
La
desaparición de escena de Wotan y Loge (pista 18, 1’40’’ a 2’32’’)
es un prodigio de claridad, se oye absolutamente todo. El descenso
al Nibelheim es sobrecogedor, de enorme fuerza. En 1’28’’ de la
pista 19 hay un desajuste rítmico entre los martillazos amplificados
y la cuerda grave que dura unos pocos compases. Lo mismo ocurre
más adelante durante el ascenso (CD 2, pista 9). Gerhard Stolze
es un buen Mime, de voz fresca, cómico pero sin abusar. Andersson
resulta mucho más convincente en esta escena, vocalmente sólido
(Fa3 en "des Ringes Herrn!", CD 2, pista 3, 2’04’’)
y con la adecuada autoridad.
|
El
Oro del Rin, última escena |
El
imponente crescendo de la acumulación del tesoro (pista
10, 3’45’’ a 5’20’’), misteriosa al principio, terrorífica después,
es un ejemplo característico de la amplia gama dinámica de Kna.
En la maldición del Anillo (pista 12, 0’26’’), Andersson
evidencia falta de peso en los graves y presenta ligeros problemas
de afinación.
Maria
von Ilosvay es una discreta Erda (pista 16), que con su poco agraciado
timbre y sus pobres graves no consigue transmitir el aire de misterio,
algo que sí borda Kna en este pasaje. Todo el final es una
exhibición directorial, con olímpicos crescendi y clímax
de una potencia descomunal. Escúchese por ejemplo el
molto crescendo (pista 19, desde 2’03’’) que culmina con
un apenas audible martillazo de Donner (2’14’’) seguido de un tremendo
relámpago (chelos, contrabajos y dos timbales en ff), de
gran efecto o la entrada de las trompetas con las cuerdas tremolando
en ff (1’39’’) en el "Abendlich strahl / der Sonne
Auge" (pista 20), con un Hotter que no da muestras de fatiga.
La entrada en el Walhall (pista 22, desde 2’46’’) pocas veces
ha sido tan "Sehr energisch" como al final de este magnífico
Oro del Rin.
LA
WALKYRIA
El
Preludio dura 4’04’’, exactamente igual que en 1956 (por 3’56’’
en 1957) y es verdaderamente "Stürmisch" y "Sehr
heftig" (impetuoso y muy vehemente). La toma es de una claridad
pasmosa, con unas cuerdas graves nítidamente registradas. Jon Vickers
comienza como si de un recital se tratase, un punto estirado, no
parece muy "extenuado", como dice la partitura, a diferencia,
por ejemplo, de Ramón Vinay con Krauss en 1953, el otro extremo,
llegando a comprometer la línea de canto. Préstese especial atención
al acompañamiento camerístico a "Kühlende Lablung / gab mir
der Quell" (CD 3, pista 3), con contrabajos y violonchelos
en divisi (cuatro grupos y un solista), una escena con un
clima intimista. Nótese el sentido del texto de Vickers en la manera
en que enfatiza algunas palabras, como en la frase "Mißwende
folgt mir, / wohin ich fliehe; / Mißwende naht
mir, / wo ich mich neige" (pista 4, 0’33), donde además los
contrabajos en registro grave añaden una nota tenebrosa.
|
La
Walkyra, Acto I. Cabaña de Hunding |
Quisiera
destacar aún en esta Primera Escena el expresivo fraseo de los violonchelos
en ese maravilloso pasaje (pista 4, 1’36’’ a 2’10’’; se repite de
nuevo a partir de 2’23’’) donde se suceden el tema de la simpatía
de los Wälsungos y el de la compasión de Sieglinde, y
que recuerda a la Novena de Beethoven.
Josef
Greindl es un Hunding "de pelo en pecho", voz cavernosa,
graves rotundos, como el Do2 en "Heilig ist mein Herd / heilig
sei dir mein Haus", pista 5, 0’47’’ o el Sol 1 sobre
la palabra "behüten" (pista 5, 3’15’’). Pero no
se limita a dar voces y meter miedo; Greindl dignifica y eleva este
desagradecido papel. En "Wie gleich er dem Weibe!" (pista
5, 1’52’’) la media voz es espléndida, la dicción impecable. En
la pista 6 pueden apreciarse dos de las poquísimas pifias que hay
en este Anillo: primero un trompa (0’37’’) y, más adelante, violas,
violonchelos y contrabajos se adelantan una corchea cada vez que
tienen que doblar una octava por debajo sobre las sílabas de Siegmund
"Uns schuf die Herbe Not" (1’46’’). En "Aus dem Wald
trieb es mich fort" (pista 7, desde el comienzo hasta 1’30’’),
Vickers canta admirablemente, apianando, respetando y ejecutando
impecablemente adornos, tresillos, reguladores, indicaciones de
modificación de tempo (ret., etc). Préstese atención
a esa sencilla muestra (¡entre tantas!) de genio orquestador de
Wagner en 1’46’’ a 2’08’’de la pista 8, cómo crea una gran tensión
de un modo económico y sumamente efectivo con simples notas punteadas
tocadas sucesivamente (van entrando compás a compás) por contrabajos,
violonchelos, violas, violines segundos, primeros, vientos.
En
toda la Tercera Escena, la voz de Vickers corre bien, tiene cuerpo
y aliento heroico sobrados. Los dos "Wälse!" (pista 10,
2’00’’) los mantiene durante 6’’ y 5’’, lejos de las proezas pulmonares
de Melchior (4), que en un mal día los alargaba como mínimo hasta
los 10’’. Siento una gran admiración por Leonie Rysanek, a quien
tuve la fortuna de ver una memorable Sieglinde en 1989 en el Teatro
Monumental de Madrid, en un concierto de abono, último de la temporada
1988-89, de la Orquesta de Radiotelevisión Española. Completaban
la terna de aquel Primer Acto Siegfried Jerusalem (Siegmund) y Philip
Kang (Hunding). Todos bajo la batuta de Arpad Jóo, por entonces
tiular de la Orquesta de la RTVE. La Rysanek contaba 63 añitos,
pero impartió una lección dramática que muchas jóvenes no podrán
dar nunca en su vida. Empezó a actuar y consiguió contagiar
su ardor a un frío Jerusalem, hasta acabar los dos prácticamente
por el suelo. En "Der Männer Sippe" (pista 12) comienza
con la emisión algo inestable aunque con buena mezza voce
y graves firmes (Si 2 sobre "Frau" en 0’17’’). Pronto
calienta motores y comienza la exhibición: luminosos Sol4 sobre
"Heft" (2’01’’) o sobre "O fänd" (3’36’’),
La 4 sobre "und hier" (3’43’’) y algunas frases
con gran poderío e intensidad, como "im Stamm das Schwert er
bestimmt" (3’27’’) o "was je mich geschmerz / in Schande
und Schmach: / süßeste Rache / sühnte dann Alles!" (3’57’’).
La
dicción de Vickers es notable, como se aprecia en el "Winterstürme"
(pista 14), donde el tenor canadiense regala detalles de bella factura,
como el regulador (>) en "trennte von ihm" (1’38’’)
o esa frase "vereint sind Liebe und Lenz" (2’54’’
a 3’13’’) con un regulador (<) en "vereint"
(¡cuya segunda sílaba mantiene durante 7 segundos!). Atención al
acompañamiento de las cuerdas sobre las frases de Siegmund "Ein
Minnetraum / gemahnt auch mich / in heißem Sehnen / sah ich
dich schon!" (pista 16, 2’25’’). Como muchos otros tenores,
Vickers se adelanta en "Du bist das Bild" (pista 16, 3’11’’).
Tiene que retrasar el "Bild" para retomar el compás. De
hecho, canta "Du bist das.....das Bild". Pero este despiste
lo compensa rápidamente con un antológico "O lieblichste Laute,
/ denen ich lausche!" (4’02’’).
En
los minutos finales del Primer Acto, la orquesta de Kna es
ardiente, heroica, las cuerdas crepitan y, una constante de este
Anillo, favorecido por el buen sonido: se oye todo lo que está en
la partitura. Prodigioso. Vickers cierra el Acto con un famoso gallo
en "so blühe denn Wälsungen Blut!".
Tras
el breve e intenso Preludio y una corta intervención de Wotan, el
Segundo Acto se abre (CD 4, pista 2, 0’35’’ y 2’11 –en la repetición
se omite el salto descendente Si4-Si3) con los "Hojotohos"
más impresionantes que conozco. Los saltos de octava de Varnay son
estratosféricos (2 Si3-Si4, 2 Do4-Do5, 1 Si4-Si3), quizá ligeramente
tirantes los dos Do5, y el Si4 sobre "Heiaha!"
(1’08’’ y 2‘44 ‘’) deslumbrante.
Una
vez acostumbrado a la "vibración" continua de su voz,
segura y firme por arriba (Sol 4 en "wirfst du zu Füßen
dein Weib!", pista 4, 3’48’’; "Die Betrog’ne laß
auch zertreten!", 4’12’’ y, sobre todo, el Lab4 en "die
Göttin entweiht er nicht so.", pista 5, 5’42’’), el
timbre de Rita Gorr se antoja grato, y en La Walkyria me resulta
una Fricka más convincente en lo dramático que en El Oro del Rin.
Escúchese ese "Laß von dem Wälsung" (pista 6, 0’16’’),
dicho con firmeza y autoridad.
La
creación de Hotter es un portento interpretativo, plagado de pequeños
detalles que denotan un profundo estudio del personaje. Hotter modela
cada frase, cincela cada palabra para adecuarla al discurso dramático.
Los estados de ánimo de Wotan desfilan frase a frase. Nótese como
Hotter enfatiza algunas palabras, como "nicht", dicha
con mezcla de rabia y resignación, en "Ich—schütze ihn nicht"
(pista 6, 0’50’’). Atención a los tremendos crescendi en
la orquesta, que llevan marca de la casa, en "O heilige Schmach!
/ O schmälicher Harm!" (pista 8, 0’55’’) y a la erupción de
Hotter. ¡Para algo pone en la partitura "terrible estallido
de Wotan"!
Los
grandes iluminan cada recodo de una gran obra, no sólo brillan en
los momentos más espectaculares. Hay un momento crucial en toda
esta historia, que es el presentimiento del Fin por parte de Wotan.
Y aquí es palpable esa "sensación del momento". Préstese
atención a las evoluciones de Hotter y Kna en "Ich berührte
Alberichs Ring!" (pista 11, 0’05’’), en particular desde 0’52’’
(motivo de la Maldición en trombones –0’54’’ a 1’05’’—, motivo de
la Espada en trompetas – 1’04’’ a 1’12’’—) y la explosión de Wotan
"Fahre denn hin, / herrischer Pracht" (1’12’’), para terminar
en los dos "das Ende!", en forte, rebelde el primero
(1’41’’), piano, resignado (presentimiento del "Götterdämmerung")
el segundo (1’50’’).
En
la Tercera Escena hay que destacar el talento dramático de Rysanek,
que consigue colorear con variados matices sus intervenciones sin
descuidar las notas escritas. Escúchese su frase "(<) der
ganz ihr (p) Minne geweckt" (CD 5, pista
1, 1’29’’), su alucinado "Hörst, die Hörner!" (pista 2),
la progresión dramática en "Sippen und Hunde / ruft er zusammen"
(de 0’23’’ a 0’44) y ese delicadísimo "Wo bist du, Siegmund"
(0’45’’) y frases siguientes en piano. Vickers tiene otro
lapsus momentáneo con el texto en 3’22’’ de la pista 1, y dice algo
ininteligible en vez de "herre des Feindes".
La
Cuarta Escena, el anuncio de la Muerte, es insuperable, con
Vickers y Varnay en estado de gracia. Y eso pese a que hay algunos
pequeños desajustes entre Vickers y Kna y unos cuantos instrumentistas
de viento que parecen perder momentáneamente la consciencia (pista
4, 5’33’’ a 5’38’’ y de 5’42’’ a 5’46’’), pues de otra manera no
se explica lo que sucedió en esos instantes. Vickers comienza
entrando tarde en su primera frase, "Wer bist du, sag, / die
so schön und ernst mir erscheint?" (pista 4, 0’48’’), pero
con gran habilidad acorta la frase (omitiendo "und ernst")
para retomar el compás rápidamente. Por lo demás, en esta escena
este Siegmund es un modelo de técnica vocal, canto legato,
heroísmo y expresión. Atención a las violas (con sordina, tocando
cinquillos de fusas) en la pista 5. Una curiosidad: atención al
motivo del Destino, que enuncian violonchelos y contrabajos
(pista 4, 2’12’’) y que empleó Cesar Franck como generador de su
Sinfonía en Re menor.
En
la Quinta Escena, destacar el bello acompañamiento (¡violas!) a
"Kehrte der Vater nun heim!" de Sieglinde (pista 7, 3’55’’),
un encuentro Hunding-Siegmund (pista 8) de una tensión irresistible,
y las dos últimas palabras de Hotter al fulminar a Hunding, que
él convertía en un momento fascinante, esos dos "Geh!",
el primero sereno (pista 9, 0’35’’), el segundo, emitido como si
expirase, mezcla de rabia y desprecio.
La
cabalgada de las Walkyrias, pese a la aparente "pesadez"
(regimiento acorazado del Walhall), tiene impulso y majestuosidad.
Siguiéndola con la partitura, tengo la sensación de que tiene
que ser así. Todo se oye con claridad meridiana y como está
escrito, la endiablada escritura para los vientos, los ritmos superpuestos
en trompas y trompetas... Como era habitual en Kna, la tercera
y última repetición del tema de la cabalgada de las Walkyrias
(CD 6, pista 1, de 4’20’’ a 5’01’’) la realiza con tempo
más lento que en la exposición inicial (de 0’24’’ a 1’29’’) y las
dos primeras repeticiones (de 1’59’’ a 2’44’’ y de 3’35’’ a 4’20’’).
El octeto de Walkyrias es solvente,. La ligera Marlies Siemeling
(Gerhilde), "raspa" el La4 de "mit dem Roß!"
(1’43’’). Lotte Rysanek (Helmwige), hermana de Leonie, resuelve
sus peliagudos saltos de octava (Si3-Si4 en 1’46’’ y 1’48’’; Do4-Do5
en 1’51’’ y 1’53’’) con un discreto portamento, no como Varnay en
el Segundo Acto. El Si4 de Helmwige y Ortlinde (Hilde Scheppan)
sobre el último "Heiaha!"es bastante destemplado.
Obsérvese
la progresión de Sieglinde en su corta intervención "Nicht
sehre dich Sorge un mich!" (pista 3): comienza tranquila, serena,
altiva, pasa por un pequeño atisbo de enfado, añoranza de Siegmund,
serenidad, implora la muerte. Rysanek borda todas esas pinceladas
de psicología, y está excelsa en esta escena. No menos Varnay. Ambas
ofrecen un mano a mano antológico. Quiero destacar un detalle: después
de la frase de Brünnhilde "Siegfried erfreu sich des
Siegs!" (pista 4, 1’21’’, nótese el acerado registro
agudo de la Varnay en el par de Sol4 sobre las sílabas subrayadas),
hay un accelerando escrito, antes de la entrada de Sieglinde
"O hehrstes Wunder! / Herrliche Maid!" (1’34’’). Pero
esta frase lleva la indicación "Breit" (con amplitud),
y es claro que si se exagera el accelerando, una de dos,
o la pobre Sieglinde no puede frasear con amplitud, o el director
ha de frenar bruscamente la orquesta. Kna, siempre atento y sobrado
de sabiduría práctica, hace un modesto pero eficaz accelerando
y todo engarza suavemente.
En
la Segunda Escena, Hotter está algo apurado en el extremo agudo
de la tesitura (Fa3 en "wie ihren Wert / von sich sie
warf", pista 5, 0’56’’ o en "aus meinem Angesicht
bist du verbannt!", pista 6, 4’00’’). Muestra el enfado de
Wotan con ese recurso tan característico suyo de poner especial
énfasis en las dos o tres últimas palabras de una frase ("nun
sei fortan, / was so du noch bist!", pista 6,
2’29’’) o emitirlas con un sonido gutural, seco, como escupidas
("aus meinem Angesicht bist du verbannt!",
pista 6, 4’00’’), con gran eficacia dramática. El crescendo
de Kna (pista 7, 1’52’’ a 2’21’’) inmediatamente antes del breve
interludio orquestal que precede a la Tercera Escena es de un poderío
indescriptible.
La
Tercera Escena, con Kna, Varnay y Hotter, fue siempre una
cima inalcanzable. Ya el interludio (pista 8) entre las escenas
Segunda y Tercera lleva el signo de lo excepcional. Lo que para
algunos es exceso, sobreactuación (5) a mí me parece la realización
más perfecta que conozco de este sublime momento, sobre todo precisamente
en 1956. Drama en estado puro. La frase de Brünnhilde "War
es so niedrig, / was ich dir tat, / dab du so tief
mir Erniedrigung schaffst?" (pista 9, 0’33’’)
es simplemente gloriosa, con ese énfasis puesto en las "niedrig"
y "so tief" y esas erres tan sonoras en "Erniedrigung".
Atención a las violas justo después de esta frase (desde 1’00’’
a 1’19’’) y los vientos: oboe, corno inglés, clarinete y clarinete
bajo a partir de 1’21’’. Hotter entra (2’39’’) con actitud serena,
se va calentando poco a poco, y en la frase "Doch meine Weisung
/ nahm ich wieder zurück" (3’04’’) ya está visiblemente
enfadado. La intervención de Brünnhilde desde "Weil für dich
im Auge / das Eine ich hielt" (pista 10, 1’20’’) es de una
enorme intensidad, con una Varnay extraordinaria de voz, prodigiosa
de intención y un Kna efusivo, mimando a la inalcanzable.
Hacia el final creo que Varnay tuvo un error de cálculo, pues en
"Der diese Liebe / mir ins Herz gehaucht" (4’16’’)
alarga el Mi4 sobre "Lie(be)" (dos redondas con
puntillo más una corchea) durante 8 segundos, con espléndida mezza
di voce, haciendo perfectamente los reguladores "< >"
y ya no le llega el fuelle en el Mi4 de "ihm innig (<) vertraut"
(4’52’’) para dar la nota larga opcional (aunque hace lo escrito
por Wagner y mentiene la nota 6 segundos), nada menos que 4 redondas
con puntillo y la indicación "Dieses e länger halten"
(mantener este Mi largo rato) sugerida por Felix Mottl (6) y que
Varnay sí hizo (¡y cómo!) en 1956, cuando mantuvo la nota durante
14 segundos sobre el interminable crescendo de Kna. En su
autobiografía, Varnay comenta:
"Mi
colega el tenor Günther Treptow me dio un buen consejo sobre Knappertsbusch.
Me dijo que tienes que tomar mucho aire, porque nunca sabes cuánto
iba a extender esos interminables brazos suyos, que parecían abarcar
a la orquesta de un extremo a otro. Iniciaba un crescendo
sentado en el podio y luego, cuando pensabas que había llegado a
la cresta de la ola musical, se incorporaba lentamente en toda su
estatura, que era considerable, y el crescendo continuaba
más todavía hasta que te encontrabas yendo más allá de lo que
pensabas eran las fronteras de tu propia capacidad. A menudo después
de una función con Knappertsbusch tenía los músculos torácicos doloridos
[con agujetas]. Sin embargo, esto tenía su lado positivo puesto
que pronto me di cuenta de que mi capacidad pulmonar estaba aumentando."
En
este pasaje de La Walkyria la "Kna Muskulatur" de Varnay
sólo funcionó al máximo en 1956.
|
Fuego
mágico |
Los
adioses de Wotan (pistas 14 y 15) son grandiosos, con un
expansivo Kna (escúchese, en el pasaje que va de 4’03’’ a
5’25’’ en la pista 15, el sereno y lírico fraseo de las cuerdas)
y Hotter en forma, sin fatigas, que sube al Mi3 sin tiranteces apreciables,
y con un fraseo admirable, matizado, de grandísimo liederista.
Quisiera destacar la frase "Denn so kehrt / der Gott sich dir
ab, / so kübt er die Gottheit von dir!" (pista 15, 2’40’’),
que comienza en p, pasa por pp ("dir ab...")
y concluye en ppp ("die Gottheit von dir"). Las
figuraciones de la cuerda relacionadas con el fuego (Loge) se oyen
con limpieza y gran nitidez.
Tomada
en conjunto, esta es seguramente la mejor Walkyria que jamás he
escuchado.
NOTAS
(1) Siempre, claro está, que
no cobren realidad los periódicos rumores sobre el Anillo de 1951,
grabado por Decca en el Festspielhaus y del que tan sólo se ha editado
el Ocaso, en el sello Testament y casi 50 años después del
acontecimiento.
(2) Para la duración de Parsifal dirigido por Hans Knappertsbusch
en Bayreuth, ver mi artículo en el número de Octubre
de Wagnermanía.
(3) En su autobiografía 55 years in five acts. My
life in Opera (en colaboración con Donald Arthur). Northeastern
University Press, Boston, Massachussets, 2000. Aunque el libro se
escribió originalmente en inglés, la lengua materna de la Varnay,
apareció dos años antes en Alemania, con el título de Hab mir's
gelobt y el subtítulo 55 Jahre in fünf Akten. Memorien einer
Opernkarriere, Henschel Verlag, Berlín, 1998. Hab mir's gelobt
(Me lo he prometido) es el primer verso de la Mariscala en el sublime
trío Mariscala-Octavian-Sophie del final de El Caballero de la
rosa de Richard Strauss.
(4) Ver mi artículo de
Abril en la sección Discos de Wagnermanía. Knappertsbusch
no habría consentido semejante exceso, y habría llamado la atención
al tenor con un "¡Alarde vocal!", posiblemente seguido
de alguna grosería.
(5) En sus notas a la edición Music & Arts del Anillo
de 1956, William H. Youngren reprocha estas cosas a Varnay y dice
de ella que "arruina la gran súplica de Brünnhilde a su padre
[...] sobreactuando: gime, pisa notas y trina las erres con afectación.".
(6) Wagner escribió 2 redondas con puntillo. En la edición
de la partitura que preparó Felix Mottl (la que reproduce Dover),
basándose en su experiencia dirigiendo la obra, se contemplan ésta
y otras pequeñas alteraciones.
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