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Número 276 - Zaragoza - Diciembre 2023|
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FORO
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| Reflexiones |
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Hoy he terminado de releer el libro de Gregor Dellin. Un 12 de Febrero leo el último capítulo. He sentido tanta tristeza que no he podido resistirme al llanto. Y he puesto hace un ratito la marcha fúnebre de El Ocaso... Mi admiración por el compositor no tiene medida. Perdono sus errores y admito que su mismo nombre o la escucha de algún fragmento suyo me lleva a mi propia realidad. Hago míos sus sentimientos, su pasión, su energía, sus creencias, sus contradicciones (¡tantas!). No soy un diletante bel cantista. No voy a la ópera a ver un cantante. Aunque es importante ¡desde luego!. Voy a ver una escena, un todo, un mensaje. Por eso creo en el Richard Wagner de Opera y drama y en la creencia de que tenía razón cuando pensaba en la redención por el amor (como un final que no termina nunca). Estoy pasando unos momentos difíciles con mis padres enfermos y en el final de sus vidas. Siento angustia y confusión. Por eso necesito de esa idea. De la idea de la redención por el amor. Necesito héroes, valientes como Sigfrido o Parsifal. Necesito creer en lo maravilloso de la vida. Y eso es justo lo que Richard Wagner y su obra me han dado. Merece la pena. Un abrazo. |
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| Antón, está usted en lo cierto palabra por palabra. Hoy por hoy resulta imposible una vida sin héroes que trasciendan más allá de una realidad agobiante. Baudelaire anhelaba escuchar música del Maestro al final de un mal día; ese deseo perdura más allá del tiempo en muchos de nosotros. Leyendo una vez más su reflexión estoy seguro de que Wagner ES el bálsamo reparador que tanto necesitamos. Un saludo. |
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| Yo también comparto lo que decís. Y ¡Animo, Antón, que se todo se sale!. Saludos. Dani. |