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Número 276 - Zaragoza - Diciembre 2023|
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| El Clan Wagner. |
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El Clan Wagner, de Jonathan Carr. Editorial Turner. 528 páginas a un precio de 32 euros. Bueno, no os cuento nada que no sepáis pero viene una redacción interesante en el ABC del domingo, 12. Estoy a la espera de su lectura. Antón.- |
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.ufff....el libro es malo con avaricia...voy sólo por la página 49, y ya he visto ’cosas raras’...afirmaciones rotundas, o más que eso, sentencias ...ahora no lo tengo delante y no puedo poner ejemplos, pero vamos, a mi el libro no me está gustando nada......cae en los tópicos requetetrillados: wagner antisemita, egocéntrico...Ludwig loco,...y creo recordar que habla de algunos mosmentos sublimes que tiene la música del maestro.... A este tio, Sr. Carr, me parece que no le gusta la música de Wagner un pelo...y ha redactao un folletín/culebrón para los amantes del morbo, poco exacto, y hasta donde he leido, mal redactado.... |
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Pero que tiene que ver si al sr.Carr le guste o no le guste Wagner? Ha producido un libro muy bien documentado de la historia grisacia del festival,su ralación con el nazismo,la rivalidad y odio entre varios miembros del clan,bueno,todo lo que ya se sabe. El periodico The economist lo consideró uno de los mejores 10 libros del 2007. No cal intentar beatificar a Wagner,basta apreciar su musica sin más preámbulos. Un saludo. |
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Hola, yo me acabo de comprar "La familia Wagner" de Brigitte Hamann (Editorial Juventud). Acabo de empezarlo. Ya os contaré como es, aunque se admiten ya críticas. Saludos. |
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El Clan Wagner es un libro ameno, de lectura fácil, interesante y en mi opinión da una buena pincelada acerca de la historia de los Wagner, en él he encontrado algún que otro detalle suculento que desconocía. Se me ha hecho corto, la verdad es que de cada capítulo se podría escribir un libro. El autor es bastante ecuánime y suele presentar sin trampas las tesis de la wagnerofilia y de la wagnerofobia. La espina dorsal de la obra es el "eterno" enfrentamiento histórico hasta la actualidad entre los distintos miembros de la familia por el control de Bayreuth. Otra casi espina dorsal es el estudio del antisemitismo desde Wagner a Winifred en particular, y en general el antisemitismo histórico de la derecha nacionalista alemana. Personalmente, dado el alcance de la obra, creo que le da demasiado peso a esta temática. Hubiera sido más lógico un estudio más serio de la evolución del festival en el desarrollo de las relaciones de familia. Se hecha en falta más precisión y extensión en los procesos de reapertura de 1924 y 1951. De lo mejor de la obra es sin duda la relación de Bayreuth con Hitler, desde su aparición en escena hasta el principio de la guerra. No es un relato extenso pero sí preciso y dentro lo que cabe muy plausible. Los retratos de los personajes son incisivos y bien construidos. Especialmente conseguidos los de Tietjen y los hermanos W.W., pero se echa en falta más extensión a Siegfried. Condena si paliativos a Chamberlain y a Winifred y glorifica a Friedelind. Creo que Carr hace es bastante "justo" con todos los personajes pero limitar a Chamberlain a apóstol de la raza y escritor de los Cimientos y de la biografía falseada de Wagner, cosas muy ciertas, y ni siquiera citar su estudio fundamental "El drama wagneriano" me parece poco justo. Carr abraza el tópico actual de la genialidad de Wagner en lo musical y lo "miserable" de su personalidad, en particular su relación con el judaísmo, con algún que otro pero. El libro no trata de lo obra de Wagner pero entre líneas se lee que dramáticamente le parecen obras maestras Tristán y Maestros y no le gusta Parsifal pero no lo argumenta porque el asunto le supera por momentos. Sobre el Anillo dice sufrió el parón compositivo y subraya el "final enmarañado" del Ocaso... Estos son datos relevantes para situar al autor. Acerca del Anillo comparto bastante su visión, creo que es una pena que el acto III del Ocaso, que probablemente sea musicalmente lo más grande que escribió, soporte una acción dramática que no esté a su nivel, a diferencia de Tristán o Maestros. Quizá Shaw tuviera algo de razón en su interpretación socialista cuando decía que el Ocaso tenía poco sentido en el conjunto de la dramaturgia de la Obra.... aunque si Wagner no lo hubiera escrito nos hubiéramos perdido una música maravillosa. Eso serán fijaciones anecdóticas personales pero el uso de las pócimas del olvido y el recuerdo parcial cuando la acción dramática llega a callejones sin salida casi me exaspera. Por último, para los que se acercan a Wagner recomendarles que inviertan los 32 euros en la biografía de Dellin, que sí que es una obra indispensable. Saludos wagnerianos. |
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Palinuro, Shaw veía poco sentido al Ocaso, porque consideraba a un Siegfried revolucionario como el objetivo de todo el ciclo. Eso -con todos mis respetos- me parece ignorar que el núcleo originario de todos los acontecimientos, la fatal incompatibilidad entre poder y amor, no queda resuelta cuando Siegfried quiebra la lanza de Wotan: esto parece significar la sustitución de un poder por otro, pero donde aquel problema de fondo no se ha transformado, solamente se ha ignorado, ha pasado a ser inconsciente. Aparte, desde luego, de la elemental consideración de que es precisamente por el Ocaso por donde Wagner comenzó a escribir todo el ciclo. Desde este punto de vista, el bebedizo es un elemento fundamental y de una lógica simbólica completamente sólida: la caída en la absoluta inconsciencia, poco después de que Siegfried viaje por el Rihn dejando aparcado el amor y en dirección al poder, pulsión de poder que su padre Wotan comenzó presentándonos en un sueño, y que para él resulta absolutamente inconsciente en todo momento. |