Número 276 - Zaragoza - Diciembre 2023
FORO 

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Reflexiones y Maestros de Barcelona.
De: palinuro
Fecha: 04/04/2009 16:30:17
Asunto: Reflexiones y Maestros de Barcelona.
Saludos a todos y unas palabras preliminares.

Soy lector ocasional del foro y veo con tristeza que año tras año se va empobreciendo tanto en cantidad como en calidad de las intervenciones. Muchos foreros ilustres cerraron su partituras. Desde aquí agradezco a rex su voluntarismo que ya llega a la autoconversación, señor Rex comparto con usted sus querencias por Puccini y por Strauss. No quiero entrar en las polémicas de los off topics y demás, pero es posible que tengan mucho que ver con la progresiva decadencia del foro.

A día de hoy cuento con 29 años, mi wagnerismo es incipiente y convencido y me queda mucho por aprender. No me considero un "creyente" ortodoxo, considero Wagner mejor músico que dramaturgo o poeta. Y eso que no hace muchas décadas por mi tierra se consideraba a Wagner, sin el menor sentido del rídiculo, como el 5ºevangelista y que Parsifal le había sido inspirado por el Espíritu Santo. Mi obra talismán es y creo que siempre será el Tristán, desde mi humilde punto de vista creo que es lo más grande que jamás se haya escrito. Aquí música y drama comparten un mismo clímax. Comparto las loas de extristanisimo y los lagrimones. Soy coleccionista de versiones del Tristán y es la obra que conozco más profundamente. Del resto no paso de tres o cuatro versiones siguiendo los criterios de Herr Mayo en su Guía Wagner y al menos una versión de cada con buen sonido (mínimo estéreo). Lo primero que conocí de Wagner fueron comentarios que le oí a Mayo ha muchos años por Radio Clásica y un Liebestod en la película Resplandor en la Oscuridad (de Melanie Gr., M.Douglas y L. Neeson) absurda, azucarada e insulsa historia de "amor en tiempos de guerra". Hace poco la pasaron otra vez por 8TV. Esa primera audición del Liebestod sin saber que era lo que se cantaba, solo sabía que era Wagner, me dejó perplejo y anonadado. Por aquella época solía moverme entre Beethoven y Beethoven que había mucho donde moverse y sigo visitándolo asiduamente.

Probablemente Maestros Cantores sea la obra que menos veces he escuchado íntegra del cuerpo canónico y nunca la había visto representada en vivo. Para preparar la función (23/03/08) repasé a fondo el libretto, que ya conocía con precisión, y las versiones de Karajan(Dresde) y Solti(2ª). Tenía adquirida de hacía meses una buena localidad (el cuatro o quinto asiento impar del amfiteatro junto al foso).

Una sorpresa que no fue tan sorpresa al llegar fue el nivel del público. Un comentario generalizado era las exclamaciones de incredulidad ante los 125’ del III acto. El señor de al lado se pasó medio tercer acto durmiendo, hubo desbandanda al finalizar el II acto y los aplausos fueron de cortesía para todos pensando que era martes y madrugada y que es muy tarde cuando en mi opinión hubo desde lo excelente a lo aprobado.

El triumfador de la noche fue Weigle. Aunque tenía partitura dirigía casi siempre de memoria y nunca puso el piloto automático. Acompañó con mimo a los cantantes y tomo las riendas del coro en los momentos importantes. La orquesta nunca sonó atronadora y vacua que es la espada de Damocles de Maestros y siempre matizada y precisa!! (mucho más precisa que en el pasado Tannhäuser). Lo mejor cuerdas y metales, a las maderas les falta cuerpo y respiración. Infinidad de veces, y yo estaba en posición privilegiada para verlo, Weigle reduciendo el volumen y balanceando con precisión todas las familias. Se oyó todo, absolutamente todo. Dos lunares, en la pelea el coro se comió a la orquesta y el preludio III sonó superficial, rápido, cuando debe conmocionar indeleblemente. Desde el quinteto hasta el final, verdadero "tour de force" de lirismo, técnica, poesía y ejemplo de "música de las esferas", ésta es una parte que he escuchado infinidad de veces y conozco al dedillo porque siento que es magistral, y en la velada fue una experiencia maravillosa. Lástima de coro, poco matizado.

El Sachs de Dohmen fue notable, con medios. Resolvió bien los monólogos, y eso ya es muchísimo, especialmente el del Wahn, bien dirigido por la regie -que fue de los mejores momentos de la noche-. No es buen artista lo que le hace ser monótono a ratos y eso hace que su personaje pierda enteros. No se puede tener la misma actitud en la serentata que en el diálogo intimista con Eva.

El mejor cantante de la función fue N.Ernst que nos dejó un gran David de línea lírica, sobrado, de bello timbre, buena proyección y magnífico artista. Cuando salió a saludar vi visiblemente que esperaba mayores ovaciones y juraría que volvió entre bastidores planteándose si valía la pena.....

Bo Skovhus fue un Beckmesser más que suficiente que cayó un poco en el pecado de monotonía de Sachs siendo responsable la regie que le impuso una actuación caricaturesca y monocorde, condenando sin apelativos al personaje. La caricatura es una especie de zombi-robot que se va acentuando a medida que corren los actos, lo que castra el desarrollo del personaje. De hecho, también fue castrado físicamente por una bella figurante en top-less de un buen mordisco en sus partes al final de la pelea.

Dean Smith fue a pasear su Walther, personaje del que se ha dicho que se reduce a sus canciones, cosa con la que estoy de acuerdo. Y se podría decir que se reduce a las repeticiones de la canción del premio que es lo que se le recuerda. Fue un Walther insuficiente en el registro agudo, opaco y se me antojó poco esforzado y muy plano. A lo mejor el recuerdo del Heppner en disco del día anterior se lo puso muy difícil, demasiado.

De V.Gens esperaba mucho ya que era su primer Wagner después de una vida dedicada exitosamente al barroco y a Mozart. La elección de Eva me parece muy adecuada y esperaba que se dejara la piel en el intento. La voz es bonita y perfecta técnicamente. Carecerá de peso para las otras "E" y para Eva un poco justa. En el quintento podía entregar más pero fue suficiente.... por cierto mi primera audición en vivo del quinteto y eso que no fue perfecta y uno empieza a sospechar el concepto de wahnfried y se le escapa alguna lagrimilla. A notar la maestría, sosiego y humanidad de Sachs en el quintento. Cantar como acariciar.

Grigorian como Magdalene fue suficiente. Se oyó en la pelea con claridad y mostró un buen hacer artístico.

El Pogner de Hagen fue suficiente pero la regie tuvo la feliz idea de hacerle cantar el precioso monólogo desde el fondo del escenario, ¡Apoyado sobre el fondo de la escena! y Weigle tuvo que apianar a máximo paro no taparle. El Secretario de Bork correcto y lució su registro bajo en las reglas de la Tabulatura.

Del coro me llevé una impresión agridulce. En general con estilo y potencia. Tuve la impresión que fueron poco ensayados. En la pelea taparon a la orquesta y en la entrada de las corporaciones, exceptuando los sastres que fueron estridentes, alcanzaron su máximo nivel. A partir del Wach auf estuvieron sentados, inmóviles formando un rectángulo y Weigle los llevó de la mano en todo momento dándoles protagonismo y marcando cada entrada. No se pide que canten tal sublimes pasajes haciendo el pino pero faltó naturalidad y matices, lo que sería una festividad de San Juan en la pradera. En todo caso, suficientes y mejores que en el Tannhäuser. El coro de aprendices de David fue acertado y formaron junto a Ernst una "pareja" de calado.

Lo que no aprobó fue la escenografía. Los críticos bienpensantes de aquí la alabaron y el señor Radigales llega a escribir en su blog que los que la abuchearon en el estreno son unos ignorantes o esnobs que no conocen el "texto, contexto y metatexto" de Wagner. Yo, en principio, estoy a favor de las puestas en escena no clásicas siempre que aporten originalidad y no vayan contra la obra. Pero lo primero que desacredita al señor Guth es la cutrez. Es cutre porque los tres actos se ven en un mismo espacio cúbico de mamparos blancos pobre, desnudo y prosaico con variaciones mínimas.... iluminación, pantallita de diapositivas, colección de casitas alemanas o ramos de lilas, o en el segundo acto con los bancos de la corporación de Maestros colgando del techo. De este hecho se extrae un supuesto gran acierto de la regie mostrando la inversión día/noche cuando es algo redundante y de perogrullo para quien conozca un mínimo la obra. Para empezar a hablar los tres actos deben representarse en tres espacios fundamentalmente distintos que luego se valorarán acertados o no. El vestuario fue desangelado en línea con la escena sin distinciones entre las corporaciones. Beckmesser canta la serenata ante la nada. Acertada y grotesca me pareció la aparición de la cabeza de burro que se le puso a Beckmesser para acabar la serenata.. e interesante el uso de los monigotes representando cada personaje principal, que tenía en brazos su propio monigote durante en el quinteto, "como" si cantara el espíritu sobre el cuerpo acentuando el carácter de monólogo interior de las intervenciones.

Al menos la dirección de actores fue bastante fiel a las indicaciones del libretto.... pero el señor Guth también tiene su mensaje propio a proponer. Cuando se le ofrece la toga de Maestro a Walther éste no la rechaza, sinó que accede alegremente pero luego no acepta la distinción de maestro porque Eva se lo impide y se lo lleva del lugar. O sea, exactamente lo contrario del libretto donde es Eva la que le pone la cadena de manos de Pogner. Y cuando Sachs llega a la loa del arte alemán el coro que había estado inmóvil y sentado desde el Wach Auf se repliega sobre los maestros (que están encima del pedestal, no mezclados con el pueblo) dando la impresión de retirada en defensa de la "ciudadela de los maestros" y solo Eva y Walther, de la mano, avanzan rompiendo las líneas del coro hasta el foso en franca oposición entre el amor-arte de los maestros/pueblo... que es una tesis muy personal del señor Guth no presente en texto-paratexto-o metatexto wagneriano. Beckmesser cruza la escena totalmente ensangrentado y andando de modo totalmente robotizado/zombi en coherencia con su personaje en la puesta en escena.
Sachs en su loa nacionalista es grabado y se visiona simultáneamente en la pantalla al fondo de la escena.... en lo que me inspira una alegoría probable de discursos/medio de comunicación de masas/manipulación de masas. El auténtico aquí es Weigle, como en casi toda la velada, la orquesta escala el forte y la grandilocuencia, uno de los poco ff de la función y loa así, sin remilgos, el arte alemán. Y Sachs aguanta el tirón, vaya si aguanta.

Un abrazo wagneriano.


De: rexvalrex
Fecha: 04/04/2009 20:32:45
Asunto: RE: Reflexiones y Maestros de Barcelona.
Bienvenido y muchas gracias por tus palabras. Que intervengas mucho por aquí, que no andamos sobrados de personas dispuestas a intrvenir y los que llevamos tanto tiempo ya empezamos a dar síntomas de "rayamiento". Nuevos foreros, nuevos aires.

Exelente tu crónica.

Un cordial saludo wagneriano.

Rex.