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Número 276 - Zaragoza - Diciembre 2023|
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FORO
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| Los Meister de Barcelona |
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Veo que nadie se ha interesado por los Meistersinger que se están representando en Barcelona. Como ya los he visto, ahí van, resumidas, mis impresiones: Puesta en escena: Sigue el libreto al dedillo, y se permite algunas acotaciones interesantes, muy especialmente la referencia al Sueño de una noche de verano de Skakespeare (Johannes nacht). Dirección musical: Tira a versión camerística. No gustará a los que busquen espectacularidad, pero cuida mucho los detalles y es emocionante... Canto: Mucho mejor que en Bayreuth, aunque con "peros". Dohmenn canta bien y aguanta, pero es un poco aburrido, lo mismo que su Wotan. Dean Smith canta bién, pero en las funciones que he visto, no se esfuerza. Bo Skovhus hace bien su papel y canta bastante bien. Es de lo menos malo que le he escuchado...Veronique Gens (Eva) es una verdadera sorpresa, aunque no lo fdebería ser teniendo en cuenta que es una cantante que está en la cuerda de doñas Elviras y Vittelias mozartianas, que es de donde han salido todas las grandes Evas. El mejor de todos, a nivel de cabnto, es Norbert Ernst (David). De acuerdo que es un papel menor, pero posiblemente dura más que el de muchos tenores protagonistas de operas italianas. En fin, alguien puede dar más opiniones ? Francesc |
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"Veo que nadie se ha interesado por los Meistersinger que se están representando en Barcelona." Bueno es que, en estos momentos, parece que interesa más la "víscera" que Wagner. Influencias de la televisión. Si se leyera más... En cuando a los Maestros de Barcelona, en distintos foros he encontrado opiniones y críticas absolutamente contradictorias. Así que habrá que esperar a verlo para juzgarlo. Para quien le interese, copio aquí dos artículos anteriores al estreno y una crítica posterior, aparecidos en la Vanguadia y recogidos en La Tertulia del Foyer: 1 -El Liceu presenta una visión sociológica de ´Los maestros cantores´ Tras 20 años, la obra regresa con un montaje anticostumbrista del alemán Claus Guth MARINO RODRÍGUEZ - Barcelona Para Weigle, en esta obra debe conseguirse "una textura cercana a la música de cámara" Tras veinte años de ausencia, esta noche regresa al Gran Teatre del Liceu Los maestros cantores de Nuremberg,de Richard Wagner. La pieza se presenta en un montaje de la Ópera de Dresde que el director artístico del teatro, Joan Matabosch, en ausencia del director de escena, el alemán Claus Guth, calificó ayer de "visión sociológica de la obra y del contexto social en el que se gestó". El amplio reparto de solistas que requiere esta larguísima obra está encabezado por Robert Dean Smith (Walther), Bo Skovhus (Beckmesser), Albert Dohmen (Hans Sachs) y Véronique Gens (Eva). Destaca el hecho de que esta última, bien conocida de los liceístas por sus papeles mozartianos o barrocos, su especialidad, afronta por primera un papel wagneriano "y es probable que sea también el único que haga, pues no puedo abordar los grandes papeles femeninos wagnerianos. Sí este, que se ajusta a mi voz, aunque requiere un estilo diferente a esos papeles de 200 años antes que suelo encarnar. En el barroco me siento grande, mientras que en Wagner me siento pequeña", afirma la soprano. Sebastian Weigle, director musical del Liceu y que ha dirigido la pieza en Bayreuth, será la batuta de las representaciones, en las que aplicará su especial concepción de la obra. "Es una ópera aparentemente enorme, pero musicalmente tiene una textura cercana a la música de cámara. El director tiene la difícil tarea de conseguir una tensión relajada, un sonido suave, controlado y fluido por parte de la orquesta". Esta es la primera ocasión en que el Liceu presenta un montaje de Claus Guth, un reconocido director en Centroeuropa, como demuestra el hecho de que esté montando la trilogía Mozart-Da Ponte en el Festival de Salzburgo. Robert Dean Smith, que participó en el estreno del montaje en Dresde, afirmó ayer que "contiene diversas escenas oníricas, como sacadas del sueño de alguien", aunque respondió con un no comment a la pregunta de si había entendido qué quería expresar el director de escena con su versión. Tampoco aclaró mucho el asunto Bo Skovhus, que también intervino en el estreno en Dresde. "No sé qué pretende decir Guth, aunque está claro que no ha buscado complacer al público sino presentar la obra de un modo nuevo, diferente". 2 -Elogio del arte romántico alemán RAMON PLA I ARXÉ En Los maestros cantores hay los ingredientes de una comedia: la doble pareja de enamorados, sus discretas cuitas y el final feliz. Pero quien se acerque a esta ópera para vivir la curiosidad del desenlace amoroso se aburrirá. Desde la primera escena queda claro que los enamorados van a vivir felices el resto de sus días. Lo que hace Wagner es otra cosa: se inventa un argumento que le permita hacer un elogio del arte romántico alemán. ¡Y qué bien lo hace! Allí están, frente a frente, la caricatura del clasicismo que encarna Beckmesser con su defensa de unas normas de composición tan seguras e impersonales como las de un buen fontanero, y el arte libre, ingenuo y sentimental de Walter. Y en el centro está Wagner, transvestido de Hans Sachs - un autorretrato muy favorecedor-,que va desgranando la teoría romántica: la identificación con el pueblo al que convierte en juez del arte; la inspiración basada en la naturaleza y en el sueño; la libertad del creador cuyo talento se dirime al margen de las reglas o el valor de la tradición medieval. Allí está todo avalado por una música que transita del coral luterano a una imponente fuga, de un soberbio quinteto a la textura de los motivos conductores. Crítica del 19 de Marzo: JORGE DE PERSIA Desembarco Wagner. Tanhäuser en el Real, pronto Tetralogía en Valencia y, para no ser menos aquí, unos Meistersinger algo deprimidos, a pesar de su alegato nacionalista del final con un excelente Albert Dohmen que llegó ahí después de un trabajo brillante, aunque algo cansado. Vamos por partes. Ya La Vanguardia anticipó de manera inteligente alguna clave sobre la escena de Claus Guth, objeto de abucheos muy acertados: por momentos la pregunta era por qué no se hizo en versión de concierto (quinteto, con imágenes ridículas); en escenas de cierta euforia había innecesaria agresividad y ausencia de gracia. Eva y Walther eran como Barbie y su amigo. Ausente la poesía. La escenografía agregó aristas y escasa prolijidad, con trabajo de luces carente de fantasía. En lo musical las cosas fueron mejor, y disfrutamos de un David (Norbert Ernst) vital y acertado, una Eva (Veronique Gens) de excelente vocalidad, sutil y precisa; y especialmente un gran Hans Sachs (A. Dohmen), de bello timbre, que confirió paz al conjunto; de la misma manera que Beckmesser (Bo Skovhus) aportó - en la pobreza escénica-gracia y nitidez al personaje en una línea vocal correcta. El Walther triunfante, poco creíble y sin gracia, no proyectó bien en el primer acto, aunque creció en el resto. El coro se mostró expresivo y potente. Hablando de potencia - en otro sentido-llegamos a la orquesta, que a pesar de sus problemas (director tras director sin solucionar) trabajó con responsabilidad, cuerda ajustada y a veces expresiva, bien los bajos y presentables los metales. Mejoró en agilidad y expresión en el transcurso de la obra, después de una obertura pobre, con un director que por no poder o no querer no exigió nivel ni cuidó las dinámicas. Una especie de claque le saludó calurosamente antes y después de una labor mediocre. " |
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Yo fui a verlos y realmente me sorprendieron. No se piense que en positivo. Creo que, por mucha "textura camerística" que tengan los maestros, el preludio es el preludio, y si se empieza como empieza Weigle o la erquesta, pues como que empezamos mal... poca fuerza, pero además pocas ganas (con fuerza no solo digo volumen). Los cantantes en general bien, creo yo. He de decir que en la canción del premio, la orquesta hasta daba tensión!!! me sorprendió, y esta vez gratamente. A ve si se anima la cosa aparecen más opiniones. |
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Se ha dicho "Bueno es que, en estos momentos, parece que interesa más la "víscera" que Wagner. Influencias de la televisión. Si se leyera más..." Simplificando, que pase el que sigue, ¡ no se lo pierda, oportunidad única!, aquí podrá apreciar, nuestro culto a la amistad, y el sincero y espontáneo respeto a todas las ideas y opiniones, por mas diversas que ellas sean No tema, poseemos una buena dosis de ?coraje?, para zanjar , con alto nivel, cualquier situación, por muy grave que ella sea. Es una especialidad de la casa |
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Al salir del cine después de ver "Gomorra" me sentí abatido y me acompañaba en la azarosa búsqueda del coche en el parking una desagradable sensación de vacio.( no era la extraña perplégidad que se experimenta cuando entras en una sala de cine con la luz del día y sales ya de noche). No eran los tiros, ni la violencia, ni esas vidas desprovistas de un mínimo de civismo, no, no era todo eso. Pensé ,mientras hacía el trayecto de vuelta,en la película y en las otras muchas películas de cine negro que he había llegado a ver. "Los padrinos" me incitaban ha tomarme la vida y la justicia según los usos sicilianos, "los scorseses"estimulaban mi imaginación a ser un gran director de cine.Recordaba también unas escenas de reuniones clandestinas bajo una espesa capa de humo y alcohol tan atrayentes que incluso me hacían desconfiar de los locales sólo aptos para hipocondríacos y exfumadores insobornables. Cómo es posible que ocurran estas contradicciones en las mentes de las personas que intentan llevar una vida que tengan el visto y bueno de nuestros asustados progenitores? La belleza es la única resposable de estas quimeras.La ausencia absoluta de fotogramas en Gomorra en las que muestren una escena bella , por corriente y sencilla que sea,sumian al espectador en un profundo abatimiento. Pero era un trabajo lógico que se limitaba en describir los gustos estéticos de la Camorra: a los quillos no les gusta la ópera, una mesa bien servida, ni siquira los paseos primaverales en las calles napolitanas. Claus Guth creyó que las casas, los talleres, las plazas, las iglesias, los árboles eran cómplices del immovilismo grisáceo de los maestros cantores. Emulando al director del film, Guth impedió que alguna escena agradable brillara en el escenario, ni siquiera en el alegre dia de San Juan. Una vez que el pobre Wagner compone una música llena de luz y alegría, la escenografía bien celosa en conservar exclusivamente el blanco, el negro y los tonos grises no le daba la gana de reconocer está insólita inspiración del compositor. Ni siquiera en la segunda escena del tercer acto. Cuando regresaba al hotel bien adentro de la calle San Pau, las protitutas, los bares sucios y la decadencia del barrio chino parecían darme los buenos días a las dos de la madrugada. Jordi |
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| donde dice "ha tomarme" intenen leer "a tomarme",tapen con el dedo el acento en "perplégidad" y sustituyan la "g" por la "j". "se limitaba en describir" debe decir "se limitaba a describir" y "Sant Pau" es mejor que "San Pau". Ala, no corrijo más que me deprimo. |
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Asistí ayer a la representación de Maestros cantores. En mi opinión: muy bien la orquesta. No me gusta en absoluto como actúa Bo Skovhus. No me gusto como Anfortas, y no me gustó ayer. En Anfortas parecía que tuviera un cólico, y ayer volvió a sobreactuar, como si el público tuviera 6 años. Y no canta mal, no, pero es que... El resto de cantantes me pareció muy bien. Dean Smith se reservó visiblemente en el primer acto, para poder lucir en el tercero, que cantó, a mi parecer, sin demasiada potencia pero muy elegante. Mi primer Maestros en directo, una experiencia muy emocionante, podéis imaginaros, todavía estoy flotando. A ver si pillo alguna otra entrada baratita y repito saludos sergi |