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Número 276 - Zaragoza - Diciembre 2023|
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FORO
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| Tannhäuser en el Teatro Real |
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Aquí hay una pequeña muestra de lo que podrá verse. http://www.elpais.com/articulo/cultura/Ian/Judge/llena/color/Tannhauser/elpepucul/20090310elpepucul_7/Tes Saludos |
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Ayer vi el ensayo general de este Tannhauser, salí muy satisfecho del montaje, y tengo ganas de que le pasen lista a la puesta en escena para que nos riamos todos un poco, sobre todo yo.... (y no se enfaden por este comentario, ya se que no escribo mucho, pero sí sigo el foro y les leo a menudo). Saludetes :) |
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| Se podrá representar con más o menos gusto, que eso es muy subjetivo; pero una bacanal no es unos maitines de ursulinas y Wagner, en su obra, nos presenta una bacanal. |
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| Dos cosas pueden concluirse del breve video que incluye el enlace: que de maitines de ursulinas nada y que se emplea la Bacanal de París y no la de Dresde como algunos avanzaban. |
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Estoy de acuerdo con Fátima. De una bacanal no podemos esperar a que unos pastorcillos canten el "laralala". Importa el equilibrio estético y la parte musical. Si eso es bueno es bello. Recuerdo que hace un tiempo criticaba yo mismo que en un Tannhäuser (no recuerdo que producción) se hubiera contratado a un actor porno para unas escenas...bien. Lo mantengo. Un hombre que nada tenía que ver con el mundo operístico y que salía simplemente contratado "a darlo todo". De risa. La Voluntad en pleno ejercicio. Sobran artistas amantes de la ópera y jóvenes dispuestos a enseñar lo que haga falta y a hacerse un sitio en el escenario. Voluntad y conocimiento.- |
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Respuesta a Antón: haces referencia a la versión de octubre de 2005 de la Ópera de Ginebra. El actor porno hacía de minotauro. http://www.cantolirico.com/index.php?option=content&task=view&id=326 |
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Gracias, amilcare. ¿Ya han pasado casi cuatro años? ¡me estoy haciendo viejo! Ese tipo de cosas me revuelven el estómago. Y no lo digo por el sexo explícito en sí, lo digo porque seguro que hay muchos jóvenes que estarían dispuestos a hacer el papel conocedores de la ópera y aspirantes a profesionales. Seguro que también se desnudarían. ¡Carece de importancia! Lo importante es el papel. Y el Tannhäuser. |
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| Menudo bodrio.... aun recuerdo la puesta en escena del Tannhäuser de la temporada pasada del Liceu |
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Antes de nada decir que me parece un poco absurdo todo el jaleo mediático que se ha montado por la primera escena, cuando tampoco hemos visto nada del otro mundo que no pueda suceder en una bacanal. A uno le puede gustar que sea menos explícita y más sugerente, pero existe en el libretto y es importante darle la carnalidad necesaria para poder transmitir con efectividad el conflicto que sufre Tannhäuser entre el amor profano de Venus y el sagrado de Elisabeth. Además tampoco se ha llevado a unos extremos como en la ópera de Ginebra donde se contrató a un actor porno para que nos mostrase sus atributos en todo su esplendor o lo que hemos visto en otras obras donde hemos visto desnudos y escenas más fuertes, algunas veces sin venir a cuento. Por lo que me han contado se ha llegado al estreno por los pelos, con algunas cuestiones escénicas sin rodar del todo y con una indisposición planteada por Gerhaher teniendo en camerinos preparado a Hanno Müller-Brachmann por si era necesaria su participación. Al final se ha salvado la función sin demasiados problemas aunque se enganchó una tela cuando debía ser retirada. A mí en general la puesta en escena de Ian Judge me ha gustado, no me parece una maravilla y hay algunas cuestiones que no me han convencido, pero sirve el drama de manera sobria y efectiva. Hay un juego cromático simple pero bello que destaca esa diferencia entre los dos mundos, el rojo para el carnal de Venus y el blanco para el puro y espiritual de Elisabeth. No se trata de ser original sino de ser efectivo. Además el mecanismo de la escenografía obteniendo en poco tiempo diferentes espacios me ha parecido muy logrado, contando sobre todo con una gran iluminación. La bacanal se ha servido con una coreografía muy cuidada y la verdad es que algunas de las chicas con más curvas que el Jarama alegraban bastante la vista. Lo que menos me ha gustado es la aparición de Tannhäuser y Venus, un poco ajenos al mundo lascivo que tenían alrededor. No he visto a Seiffert muy cómodo en esos momentos. Un punto discutible es el paso a la siguiente escena, en teoría un radiante y azulado día de primavera, pero en esta ocasión la escena la invadía una copiosa nevada, se mantiene el cambio a la belleza de la naturaleza y sirve para mostrarnos el predominio del blanco relacionado con Elisabeth, pero no encaja del todo con la música ni con el texto cuando se dice que estamos en hermoso día de mayo a no ser que la acción se sitúe en Chile y los peregrinos además de patear un buen rato se tengan que coger un barco que les cruce el charco. El segundo acto me ha parecido bastante elegante y bien actuado, sin meterse en demasiados berenjenales logra un efectivo torneo de canto. En el tercero se mantiene la misma línea aunque choca un poco el angelito y sorprende una cuestión del final cuando Wolfram acaba como confundido y se introduce en el mundo de Venus, ya que la dramaturgia que sigue la acción es en todo momento fiel al libretto hasta ese momento. López Cobos ha tenido una buena actuación, dentro de lo que se puede esperar de él, es decir una correcta dirección, ordenada, equilibrada pero sin esa posibilidad de llegar un poco más lejos, sin mostrar demasiadas sorpresas ni sacudir al espectador con descargas emocionales. Una dirección sobria, basada en la belleza de la música que en la función del estreno ha funcionado. El coro ha mostrado un buen nivel aunque ha perdido la oportunidad que ofrece esta obra de llegar a estremecer al espectador. Me hubiese gustado un punto más de fortísimo en el crescendo del coro de los peregrinos para coronar el ?aleluya?. Se movió muy bien siguiendo el compás de la música en la entrada del segundo acto. Peter Seiffert es uno de los tenores wagnerianos que más he seguido y que más me ha convencido de los que he podido disfrutar en directo. Sin embargo tengo que decir que la actuación de ayer ha sido de las que menos me ha gustado. Ya era consciente que desde que se metió en los roles de Heldentenor wagnerianos, su voz cambió un poco, perdió algo de belleza, apareció un excesivo vibrato, además de no conseguir nunca la robustez necesaria para estos papeles, siendo siempre un tenor de madera lírica. Pero con el tiempo y a pesar de esos problemas había conseguido una mayor anchura de la voz y una resistencia a prueba de bombas. Era quizás Tannhäuser su mejor papel wagneriano que se escapa a la frontera de los líricos. Pero aunque me duela tengo que reconocer que ha bajado mucho el nivel desde el último Tannhäuser que le vi en Barcelona el año pasado. Empezó con la voz pequeña, dura, con problemas de colocación, parecía cansado. Si en Barcelona arrollaba con su voz a su mujer aquí casi tengo que decir que fue su mujer quien se impuso vocalmente. Paulatinamente fue mejorando consiguiendo un notable tercer acto, pero lejos de la prestación de Barcelona. Estuvo forzado en al agudo y sufrió varios percances. A pesar de todo sigo convencido de que es el mejor Tannhäuser de la actualidad y espero que mejore en próximas funciones de un posible agotamiento por los ensayos y si no es así no pasa tampoco nada porque los años no pasan en balde y todos los tenores tienen que ir adaptándose a la voz del momento y a sus facultades. Petra María Schnitzer en cambio mejoró su actuación del Liceu. Algún apurillo por arriba, especialmente en frases no atacadas en forte que tiene que emitir con mayor aire del que sería necesario y que desigualan el fraseo, pero mostró una buena voz y supo crear ese intimismo necesario en su plegaria del tercer acto. Una actuación muy convincente. Ya hemos comentado que Christiam Gerhaher estuvo a punto de cancelar, pero los problemas remitieron y además como es un grandísimo cantante supo solventar cualquier apuro siendo sus dolencias casi imperceptibles para el espectador. Es un cantante que admiro muchísimo desde que le escuché en el ciclo de Lied de la Zarzuela, actividad en la que es un verdadero especialista y es precisamente eso, un liederista lo que necesita el papel de Wolfram. Su actuación hay que catalogarla como extraordinaria, más sabiendo su estado. No realizó un juego de medias voces espectacular como han hecho otros grandes en este papel, pero nos deleitó con un canto de hondura, con un fraseo donde su emisión fácil emocionaba por su belleza y por su facilidad para expresar con la inflexión justa de cada palabra y el acento adecuado toda la poesía del texto. Una auténtica maravilla, sin duda uno de los mejores barítonos que han pisado el Real desde su inauguración. Lioba Braun es una cantante interesante, ayer cantó con corrección pero le faltó volumen para convencer como Venus. Todos los demás secundarios estuvieron a un buen nivel, destacaron Stephan Rügamer como Walther y una sorprendente Sonia de Munck resaltando el papel del pastor que normalmente pasa desapercibido. En general una función muy disfrutable que espero en próximas representaciones mejore por un mayor rodaje de la producción y un mejor estado vocal de algunos cantantes. Nos queda la duda sobre si el bajón de nivel de Seiffert es fruto de un cansancio puntual o del desgaste por la edad y el repertorio. Volveré el 25 con ganas a ver otra vez el primer reparto. Un abrazo |
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Hola. Hoy ha sido la retransmisión por radio, y Seiffert parecía en mejor estado vocal que el año pasado en la retransmisión de Barcelona, donde el vibrato era molestísimo. En el primer acto es cierto que ha estado forzado, acudiendo al grito por momentos, pero ha mejorado sustancialmente en los actos segundo y tercero. Sin duda increible Christian Gerhaher, que me ha hecho recordar a Fischer-Dieskau, no conocía a este cantante y creo que ha bordado el papel de Wolfram. Muy interesante Petra-Maria Schnitzer como Elisabeth, no así Lioba Braun, que sonaba con la voz ya muy desgastada, aunque con un buen hacer. Malo malo el Biterolf, que lo cantaba un español que no recuerdo cómo se llamaba. El resto de secundarios correctos. El coro de sirenas para ahogarlas en un remolino... ni había sotovocce, cantaban en forte y a pleno pulmón, o al menos eso se oía por radio. Los hombres correctos, dentro de las limitaciones del Coro del Teatro Real, en el primer y tercer acto. La entrada de los invitados, con problemas en tenores y sopranos, forzados (éstas no han dado bien afinada la última nota, que se ha quedado un tono por debajo). El coro final también muy correcto. López Cobos con todo en su sitio, aunque la cuerda en la escena del Venusberg ha sido un desafine constante en las difíciles subidas y bajadas. La obertura me ha sabido a poco, sin potencia. Ha mejorado la orquesta sustancialmente a lo largo de la obra notablemente. Creo que ha sido un Tannhäuser aceptable y escuchable. Un saludo. |
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Pude escuchar casi todo el tercer acto por radio. Mi sintonizador debe de ser malo, o recibir la señal con interferencias, o yo estar sordo, pues mi impresión es muy diferente. Noté a Seiffert muy cansado, con un vibrato molesto, algo habitual en él en el último lustro. Gerhaer... no entiendo a este encantador de serpientes y las reacciones del público. Le he visto en recital y en ópera, y me parece un cantante mediocre. Si parece algo mejor de lo que es realmente es porque a su alrededor todo es peor en su cuerda. ¿Fischer-Dieskau? Yo también me acordé de él en los 50 haciendo de Wolfram, pero porque Gerhaer me pareció insufrible: truculento, plano, monocorde, con dificultades volcales, legato justito... Escuche al mentado Fischer-Dieskau en la grabación de Bayreuth 1955 (con Cluytens), a Herbert Janssen, a Victor Braun con Solti, al mismísimo Hampson (no es santo de mi devoción) con Barenboim... Esos sí. ¿Gerhaer? No, gracias. Un fraude de barítono. Tenor sin agudos, que no barítono. Y del montón. López Cobos me pareció en su sitio, correcto, pero aburridísimo. Ojo, que sólo escuché casi todo el tercer acto. El coro, mediocre. Que se vayan a Roma y no vuelvan. Un saludo. |
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Bueno, siempre mirándolo desde la perspectiva de que es Madrid, no es Bayreuth. Este Tannhäuser en Bayreuth sería para abuchear y no parar, eso por supuesto. A Seiffert completamente de acuerdo que se le escuchaba con vibrato y cansado, y en el primer acto, además, gritón como he comentado antes, pero no sé si escuchó/vió la retransmisión del Tannhäuser de Barcelona (o lo presenció en vivo), en youtube está completa y Seiffert es un completo desastre... con esa predisposición y le escuchas ligeramente mejor, la impresión que te llevas es positiva. Sí que es cierto que Wolfram andubo un poco plano en la Romanza del acto tercero, pero me transmitió una sensación muy positiva en los otros dos actos. Hampson le he escuchado en el registro con Barenboim y me parece que canta el Wolfram como quien canta Klingsor. Cuando me refiero que López Cobos en su sitio quiero decir que no ocurrieron as pifias que a veces ocurre con Wagner en el Teatro Real, en plan entradas mal, metales charangueros, etc... de acuerdo con que este señor tenía que dejar Wagner pero ya. La cuerda, en el primer acto, desafinadísima, mejoró sustancialmente en los dos actos posteriores. Un saludo. |
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Y llegó el día 21 y asistí al Real...acabó el espectáculo y me fui a casa y...¿Qué pusieron? Ah! Sí! Tanhhäuser...que es a lo que iba... Pues mire usted, Sr. Zapatero, que me fue muy grato encontrarme con su ministro de economía y su esposa en las escaleras...lo que no entiendo es cómo iba sin corbata, y con esa cazadora de los 70, tan manida...y tan fuera de moda...¡Con lo encorbatado y guapo que iba yo! Ains! Pues, ¿sabe usted?, también estaba la O’Shea... y la veo siempre que voy a mi abono, el de fin de semana, que es el que a mí me gusta. Iba ella de negro, de gasa y tul, con unas flores de encaje también negras en el borde del vestido y otras de colores verde y berenjena...¡qué elegante! Mire usted, Sr. Rajoy, que también había de "los suyos", los que son habituales aunque pensaba que iba a haber más calvas en el patio (de butacas) y los palcos adyacentes al sic real, por aquello del puente y de que era Wagner...ah! no caí en la cuenta de que era el Wagner que "penetra" bien (uy! perdón, será que aún estoy con el sistema nervioso-reproductor excitado por los tangas de los figurantes ...qué monos ellos, verdad...los chavales apuntaban...maneras...y ellas, tan delgaditas, a lo Paris Hilton...fijjjateee!! Y yo que creía que las bacanales eran sólo cosa de gordos(perdón de nuevo, donde dije gordos digo diegos, digo obesos), refeos, adefesios y viejos babosos (mi admirado Buñuel!) Como decía, no era el Wagner duro y pesante del Anillo, del Tristan o Parsifal...obras en las que, afordtunadamente para mí, se quedan muchos huecos libres y puedo cambiarme y poder, por fin, ver el fondo del escenario...¡qué tontería la mía! ¡Mira que querer ver el fondo del escenario!!! Yo, desde mi tribuna privilegiada, con mis prismáticos, a lo James Stewart, lo contemplaba todo, lo miraba todo...con tanta expectación...la verdad que fue lo único ( o casi) que realmente atraía mi atención...lo que pasaba en el escenario...como que no iba conmigo. Y es que este título del bueno de Wagner no es mi favorito, la verdad...esas noñadas de mentar a María (la Virgen vamos) como si de un talismán mágico se tratase o de invocar a "Santa Elisabeth" para ganar la redención de tanto pecado de lascivia...no sé yo....tanta ingenuidad, tanto convencionalismo decimonónico...me recordaron al abuelete Germont en Traviata...(el muy ...!!!) Reconozco que es demasiado para mí. Son esas palabras del libreto y que los concursantes-cantantes finjan tocar el piano cuando lo que suena es el arpa...esos detalles, Sr. Ian Judge, los que de verdad te hacen amar la ópera y pagar unas monedillas por ir a verla en vivo, se lo digo en confianza, Sr. Director de Escena, por si aún no se había percatado. Porque escuchar a una orquesta cuyos metales, milagro, no pifiaron, aunque sí desafinaron las cuerdas en el preludio, bajo una batuta desganada, plúmbea diría yo...(el maestro torense (que no torero)me dio la sensación de que estaba cabreado y alicaído, quizá debido al conflicto laboral con el coro, no sé.Lo recordaba mucho más inspirado en Lohengrin y Tristan) que hizo sonar el crescendo de la bacanal como si fuese un baile de salón refinado, tan refinado y plúmbeo, como el rojo terciopelo del decorado, sin nada de pasión, ni nervio, ni vuelo en las cuerdas, sin contrastes dinámicos...y el primer coro de peregrinos tan contenido y escueto que invitaba al sueño...escuchar a una orquesta así, desde luego, no te hace amar al ópera y pagar por ir a verla. De los cantantes hablaré en otro momento...que sigo con el sopor de la bacanal y mis párpados se cierran...en silencio. |